Marinel, desde LETRAS DERRAMADAS, nos ha animado a que, digamos, “cotorreemos” un poco hablando de las cosas que nos hacen felices. Nos ha dicho que tendríamos que enumerar un total de catorce “cosas” que nos hagan vivir felices. Antiqva se lo ha tomado “a pecho” y aquí están sus respuestas. Obviamente, no incluimos las “cosas” digamos esenciales para todo el mundo, léase todo lo referente a la salud, el amor y el dinero.
1-“Cotorrear” en la red, a través de estas “cosas” que llaman blogs.
2-Profundizar en la espiritualidad de los antiguos egipcios.
3-De vez en cuando escribir algún extraño cuento, sea “Mínimo” o de recuerdos, o de tipo histórico.
4-Pasear con un grupo de amigos por los montes de Sierra Morena o la Subbética cordobesa, cerca de las nubes, a veces entre mares de olivos, para visitar los vestigios de algún recóndito castro iberorromano o bastión defensivo medieval de los tiempos en que Córdoba era “tierra de frontera”.
5-Viajar y conocer lugares. Este fin de semana, por ejemplo, nos hemos estado moviendo por Extremadura y hemos visitado el Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe.
6-Visitar espacios naturales, del tipo del soriano Cañón del río Lobos o los andaluces parques nacionales de Cazorla o Doñana.
7-Atosigar a los gatos asilvestrados, que, por cierto, “ni de coña”, con perdón, me admiten como su mascota.
8-Contemplar las nubes, ¡las maravillosas nubes!, y la Luna, y las estrellas… A veces, incluso, ver pasar alguna estrella fugaz…
9-Leer cosas de historia, poesía, novela… Últimamente los ensayos no me atraen demasiado. Prefiero ser embaucado por alguien que me cuente “un cuento” o me brinde bellos poemas. Me enloquecen las viejas crónicas y los textos históricos antiguos.
10-Pasear por el campo, con los pies en la tierra, entre los árboles, y escuchar que todavía existen los pájaros.
11-Coleccionar amorosamente réplicas de objetos cerámicos vinculados con otros momentos históricos, por ejemplo cerámicas antiguas, candiles islámicos, lucernas romanas…
12-Tomar una copa de licor de café teniendo en las manos un libro de imágenes de la obra de Julio Romero de Torres.
13-Visitar una y otra vez, “como un tonto”, entrañables lugares de Córdoba: la Judería, la Mezquita, Medina Azahara, Museo Arqueológico…, y de Valladolid: Plaza Mayor, San Pablo, Museo de Escultura, la Antigua, Campo Grande, Paseo de Zorrilla…
14-Tomar imágenes fotográficas “de todo lo que veo”. No obstante, soy un fotógrafo meramente intuitivo. No sé nada de técnicas fotográficas, ni de momento tengo interés en saber. Me produce horror estudiar los manuales de cosas del tipo de una cámara digital, o un DVD, o cualquier otro invento…
Bueno, pues ya está… Aquí tenéis a Antiqva, “medio desnudo”, “por culpa” de nuestra entrañable amiga Marinel.
Si alguien desea proseguir estos, digamos, “cotorreos”, le animo a ello…
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