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domingo, 27 de noviembre de 2011

Córdoba en la noche



Apertura f/14
Tiempo de exposición 1/4 s
Velocidad ISO - 320
Distancia focal 50 mm
Compensión de la exposición -1,00
Tomada con trípode

Anoche un grupo de amigos nos fuimos al Guadalquivir y estuvimos tomando algunas fotografías del Puente Viejo, cuyos orígenes se remontan a los tiempos en que el genio de Roma dominaba el mundo. Al fondo emergía la silueta de la que fue Mezquita Aljama de la Córdoba andalusí, hoy Catedral de la ciudad. Pasamos un rato magnífico...


lunes, 21 de noviembre de 2011

Lepidópteros

Apertura f/14
Tiempo de exposición 1/125 s
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 105 mm


La aparente inapetencia para el amor de ciertos jóvenes es causada por una mariposa hecha de polvo luminiscente de estrellas, que en su fiebre apasionada por existir confunde la ansiedad de algunos labios con las clamorosas señales de las flores. Este imaginal lepidóptero se alimenta de la energía de amar de sus víctimas, de las que es muy celoso y a las que acaba por devorarles el corazón.

Rafael Pérez Estrada, Delecta celosa.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tres haikus para una flor de azahar



Estos días, en Andalucía, el otoño se ha tornado en primavera, de modo que el domingo pasado, cuando paseaba entre naranjos, pude captar algunas imágenes de una inesperada flor de azahar que se me brindó totalmente solitaria.

Comentando estas cosas con Ío -una amiga que vive en una luna, en una luna de Júpiter, creo- le mandé una de esas imágenes del extraviado, en el tiempo, azahar. Ella, correspondiendo, me hizo llegar esta bella escena otoñal, que os he presentado mas arriba.

Al mismo tiempo que esa imagen de hojas, me envío también un haiku, para el que había encontrado inspiración en el azahar del que venimos hablando. Reproduzco ahora esa imagen así como el poema…




Apertura f/5,6
Tiempo de exposición 1/100 s
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 105 mm


"Tiembla en la noche

un azahar de otoño.

Se abraza al frío."

Enlace al blog de la autora, Ío


Al día siguiente, coloqué esa misma imagen en Facebok, y para mi sorpresa dos personas dejaron en sus comentarios otros dos haikus. Os brindo ahora dos nuevas imágenes de la flor de la que vengo hablando, asi como esos dos haikus…



Apertura f/6,3
Tiempo de exposición 1/200 s
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 105 mm


"La rebeldía

aquella flor de azahar

en soledad."

Enlace al blog de la autora, Luisa Arellano




Apertura f/6,3
Tiempo de exposición 1/160 s
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 105 mm


"Aroma de azahar

cálida casa infantil

dulce es el aire."

Enlace al blog de la autora, Rayuela

¿Cómo iba uno a sospechar, cuando estaba tomando las imágenes de esa inesperada flor de azahar, que habría de producir una tan bella cosecha de poemas….?

Gracias, amigas….

lunes, 14 de noviembre de 2011

Blues de la calle

Apertura f/3,3
Tiempo de exposición 1/4 s
Velocidad ISO – 100
Distancia focal 6 mm


Estaba anocheciendo cuando la conocí. Yo me había acercado al paseo marítimo con la idea de tomar algunas fotografías de la gente que paseaba que habrían de servirme para ilustrar un cuento. Estaba enfrascado en las fotos cuando de súbito sentí que alguien estaba toqueteando en mi mochila. Me volví con rapidez, con la máquina fotográfica colgando del cuello, y pude sujetar con fuerza las muñecas de una chica que estaba intentando robarme. Otras dos muchachas se alejaron corriendo. La chica, mostrando mas rabia que temor, intentaba zafarse de mi, pero yo no estaba dispuesto a dejar que se fuera sin comprobar antes si me había robado algo.

La muchacha aparentaba unos diecisiete años y el tono cobrizo de su piel y el aspecto descuidado de su pelo disimulaban el atractivo de su rostro. Sus ojos, de color negro, eran bonitos, pero hacía falta fijarse bien para apreciarlo. Las ropas que vestía, que me resultaban insoportablemente chungas, y su modo de hablar y gesticular, claramente arrabalero, no hacían juego con su belleza.

-Que me sueltes tío –chilló mientras intentaba escaparse- que no he hecho “na” malo y vas a hacer que venga “pacá” la pasmarota…

-Quieta – respondí- sujetando con mi mano izquierda una de sus muñecas mientras con la otra revisaba el contenido de mi mochila.

-“Pos” que sepas, gallo, que como venga la pasma les diré que yo solo estaba dando romero a la gente –me dijo mientras me enseñaba un manojo de esas yerbas que ahora llevaba en su mano libre-.

Pronto me di cuenta de que la chica no había tenido tiempo de robarme nada. También fui reparando en que era realmente guapa, a pesar de que tantas cosas de su patibulario aspecto externo intentaran disimularlo.

Mientras ella chillaba y gesticulaba intentando zafarse, usando ademanes propios de la moza de una verdulería, empecé a reparar en que aquella chica, tan contradictoria, tan bella como chabacana, podría llegar a ser un personaje en alguno de mis cuentos. La idea me fue royendo la cabeza cada vez con más intensidad. Pronto había olvidado el asunto del robo, pero seguía sujetando su muñeca con fuerza mientras ella seguía lanzándome improperios, adoptando la actitud de una fiera acosada.

-Que me sueltes, “esgraciao”, que me sueltes –chillaba.

Fue entonces cuando un par de policías, que hacían su ronda en moto, pasaron a nuestro lado. La chica palideció al verlos…

-Ay, ay, ay…. –se lamentó-. Suéltame, coño, que yo no he hecho daño a nadie y la pasma me meterá esta noche en el trullo… Suéltame, malaje… Te vas a enterar cuando llegue Chana el Guapo…

Mientras los policías, que no se habían dado cuenta de nada, se alejaban supe que tenía dos alternativas. Podía soltar a la chica y dejar que se fuera o, algo más útil para mi, tranquilizarla e invitarla a tomar una cerveza.

-Como te llamas –la pregunté-. Olvidemos este asunto… Vamos a tomarnos una cerveza en esa terraza… - proseguí, sin esperar su respuesta-. Te invito…

Mi intuición me decía que en aquella chica, en sus miserias, podía encontrar un filón para escribir algún relato en el futuro. Quería conocerla más…

-Mari –me dijo ella-. Soy la Mari… Y aquel que nos está mirando allí, desde el cruce, es Chana el Guapo, mi novio. Tío, gracias por no decirle nada a los pasmarotas… Te aseguro que el Chana no te hará nada… Puedes estar “mu” tranquilo…

-Anda –le dije sonriendo-, dile que venga… Os invito a los dos…

martes, 8 de noviembre de 2011

La mujer del agua de las lluvias

Apertura f/5,6
Tiempo de exposición 1/2500 s
Velocidad ISO – 3200
Distancia focal 18 mm



Sólo recuerdo la emoción de las cosas,
y se me olvida todo lo demás;
muchas son las lagunas de mi memoria.

Antonio Machado, Los complementarios



Tu alma será una hoguera
en el azul invierno aterecido
para aguardar la amada primavera.

Antonio Machado, Soledades




Aquella tarde la señorita C., cuando paseaba por el campo, había conocido a la mujer que guardaba en capachos el agua de las lluvias.

-Buena idea –le había dicho la señorita C.- usar el agua del cielo para dar vida a las plantas.

-La mujer de las aguas le había sonreído. “¿Vienes quizás de pasear por el monte de los fósiles?” –le había preguntado.

-Si –había dicho la señorita- pensé que quizás podría encontrar allí la huella perdida de algún beso que alguien hubiera perdido en otros tiempos.

-Es posible que lo encuentres –le respondió ella- pero no es cosa fácil…. Yo llevo muchos años buscando en ese campo algunos de los poemas que nunca llegaré a escribir y hasta ahora no he tenido mucha suerte.

La señorita C. también sonrió. Mientras se alejaba tuvo la certeza de que pronto ella y la mujer de las aguas serían amigas.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Un bruto melancólico

Apertura f/20
Tiempo de exposición 1/60 s
Velocidad ISO – 250
Distancia focal 24 mm

El sábado pasado, cuando hacíamos senderismo por los montes de la Subbética cordobesa, nos encontramos con este entrañable bruto. Cuando la señorita C. se acercó a él, el animal brindó su cabeza, quizás con el ánimo de que ella lo acariciara. Uno aprovechó para tomar la imagen mientras sentía que el noble animal estaba impregnado por la melancolía. Estas son cosas que suelen pasar cuando uno se acerca a las montañas… La imagen está tomada en los lanchares de Rute, con unas vistas magníficas sobre el inmenso pantano de Iznajar.

martes, 1 de noviembre de 2011

Tarde de otoño

Apertura f/18
Tiempo de exposición 1/60 s
Velocidad ISO – 250
Distancia focal 18 mm
Tonos HDR


Esparce octubre, al blanco movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento.

¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina.

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.


Juan Ramón Jiménez