Páginas

lunes, 26 de diciembre de 2011

Pequeñeces

Apertura f/5,6
Tiempo de exposición 1/60 s
Velocidad ISO - 400
Distancia focal 105 mm

Para agradeceros lo bien que os habéis portado con mi "CUENTO DE NAVIDAD" he decidido haceros llegar, envuelto en mi cariño, este valiosísimo regalo interactivo. Para ejecutarlo solo tenéis que acercaros a la pantalla del ordenador, soplar con delicadeza y pedir un deseo... He dado instrucciones muy precisas al Reino de los Sueños para que vuestra petición sea atendida... Además, yo os daré el par de besos prometido...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

De la Navidad y sus cuentos

Estos días pasados decidí escribir un cuento de Navidad.

Sucede, simplemente, que mi musa, la señorita C., que tiene alma de gata, me ha abandonado, de modo que intentando forzar mi escaso ingenio decidí, tras haber llevado a cabo ciertas lecturas piadosas, embarcarme en esa aventura que supone escribir un relato apropiado a estas fechas navideñas.

Después, invitado por alguna persona que me tiene, sin duda, cierto cariño, decidí presentarlo a un sitio llamado LA ESFERA CULTURAL, del que, sinceramente, nunca antes había oído hablar.

Y ha ocurrido, al fin, que en ese sitio de tan bello nombre han decidido publicarlo, así que os dejo el enlace por si os arriesgáis a leerlo:

CUENTO DE NAVIDAD

En el caso improbable de que os animéis a visitar ese enlace, ruego me hagáis el favor de pulsar en

+1 Recomendar esto en Google

(está justo debajo de la entrada que me han dedicado)

El motivo de haceros esta petición, tan claramente inmoral, es que parece que los relatos mas puntuados por los lectores los publicarán más adelante en un libro físico, en papel, y uno, la verdad, ansía alcanzar esa eterna inmortalidad que figurar como autor en un libro supone.

Si así lo hacéis, que el Altísimo os lo recompense en estas fiestas y en el próximo año con un montón de besos, de los más distintos colores.

Si, además de marcar +1, dejáis allí algún comentario, yo mismo me comprometo a daros un par de besos, a cuyo efecto bastaría con que acercarais un poco la cara a la pantalla del ordenador…



CUENTO DE NAVIDAD

Sucedió en la “Noche Vieja” de hace dos años. Mi mujer se había acostado. Debían ser las dos de la madrugada y yo, ajeno al bullicio que se escuchaba en el piso de arriba, chateaba en el ordenador.

-Por Dios, gritó mi mujer desde el dormitorio… Sube y diles a esos chicos que dejen de armar tanto jaleo…

Resignado, subí. Pulsé el timbre varias veces mientras pensaba lo que iba a decirles. Al poco, una chica de ojos verdes y sonrisa de película, me abrió la puerta. Supe de inmediato que aquello se complicaba.

A eso de las diez de la mañana cuando todos se habían ido, escuché a mi mujer. Estaba chillando en la escalera. La chica y yo, abrazados, reposábamos en el sofá. En la dormivela sentí que los vecinos cuchicheaban en la escalera. Supe que me buscaban. Entonces, alguien pulsó el timbre. Decidí de inmediato que debía esconderme.

Desde entonces han pasado dos años. Hace trece días que la chica me abandonó y cada noche siento que echo más de menos mis viejos libros.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Alegre cancioncilla

Apertura f/5,6
Tiempo de exposición 1/160 s
Velocidad ISO - 200
Distancia focal 105 mm

Una mañana temprano, mucho antes del primer canto del gallo,
despertado por un silbido, me asomé a la ventana.
Subido a un cerezo –el alba inundaba mi jardín-,
estaba sentado un joven con el pantalón remendado
que cogía alegremente mis cerezas. Al verme
me saludó con la cabeza, mientras con ambas manos
pasaba las cerezas de las ramas a sus bolsillos.
Largo rato, de vuelta ya en mi cama,
le estuve oyendo silbar su alegre cancioncilla.

Bertolt Brecht, El ladrón de cerezas.

martes, 13 de diciembre de 2011

Una fotografía destacada

Apertura f/4,5
Tiempo de exposición 1/20 s
Velocidad ISO - 2.000
Distancia focal 30 mm
No flash
No trípode

Un cosmos pleno de misterios espera al viajero que accede al bosque de columnas de la que fue Mezquita Aljama de Córdoba.

sábado, 10 de diciembre de 2011

En la carretera

Apertura f/14
Tiempo de exposición 1/80 s.
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 18 mm


Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda.
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy.
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?

Bertolt Brecht, El cambio de rueda

domingo, 4 de diciembre de 2011

De los dioses olvidados

Apertura f/14
Tiempo de exposición 1/160 s.
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 18 mm
Compensación de la exposición -0,30


No tuve oportunidad de conocer personalmente a Juan Bernier Luque (1911 – 1989), un hombre que amó la poesía, la arqueología y las tierras de Córdoba, sin embargo me siento influido por él, debido a que soy amigo de personas que lo trataron y en muchas ocasiones hemos hablado de su vida y de su obra.

Como poeta, Juan Bernier fue fundador del grupo Cántico, que se manifiesta imprescindible cuando se estudia la poesía de los tiempos de la posguerra. Tenemos la fortuna de que todavía es posible encontrarse en las calles y tabernas de Córdoba a Pablo García Baena y a Ginés Liébana, dos de los integrantes de aquel movimiento poético.

En su faceta de arqueólogo, Juan Bernier fue un viajero incansable que recorría la provincia de Córdoba buscando vestigios de las culturas que nos precedieron. Casi siempre, cuando visitamos yacimientos arqueológicos que han quedado perdidos en lo alto de los picachos de los montes de Córdoba, alguien nos dice: “Aquí estuvo Juan Bernier…”

Cuando con algunos amigos amantes de la arqueología recorremos viejos senderos que conducen a los olvidados vestigios de algún antiguo poblado ibérico o romano perdido en la sierra, suelo llevarme algún poema de Juan Bernier y allá en lo alto, cerca del cielo, lo leo como tributo a este hombre, que fue, sin duda, el último humanista de Córdoba.

La fotografía que hoy os presento la tomé hace unos días en el yacimiento arqueológico de Torreparedones. Se trata de una ciudad romana olvidada de la que ni siquiera sabemos su verdadero nombre. Se alza en lo alto de un cerro que dista unos veinte kilómetros de la ciudad de Baena, en la provincia de Córdoba.

Es un momento propicio, ante la imagen de esos dioses olvidados, para releer uno de esos poemas de Juan Bernier:


DESEO PAGANO


Dioses innúmeros perdidos en los campos
entre hierba y mirto, paciendo los sonidos de los vientos suaves.
Inmóviles escuchas de la tarde,
puros dioses de mármol sobre el verde,
marfil amarillento a los rayos del ocaso,
dioses azules en las sombras casi, más tarde fundidos en la noche,
yo os invoco: que mi voz resucite vuestros restos deshechos,
vuestros torsos desnudos que se bañan en las lágrimas húmedas y soñolientas de los prados.

¡Oh dioses sin problemas, domésticos, sin ansias de infinito!
Mi mente ensombrecida tiene sed
de mármol
de blancura
de línea.

Veinte siglos columnas de desprecio, trémulos de blasfemias
sobre vuestros rostros, espejos de horizontes.
(¡oh Juliano!) han sido los caminos del mundo,
y os sepultasteis en la tierra
y habéis sentido los pasos del zagal y del arado
rozando vuestros miembros.

Y las vírgenes vistieron su marfil de la yedra brillante de los sotos
huyentes como Sabinas a las rústicas manos,
escondidas, silenciosas de sol.
¡Sacras vestales, encubrid vuestra vergüenza!

Que veinte siglos no han sabido gustar la vida de vuestros ojos inmensos
ni comprender los pechos bronceados, triunfantes como el color de los trigos,
y se han perdido en el laberinto de las ansias inacabadas,
de las pretensiones insatisfechas.
Lejos de la flauta y la sonrisa de Pan
que hacía danzar los cuerpos
como la brisa las palmas sobre el azul,
lejos del rabel
y la mirada de Narciso,
que hacía vibrar la belleza
en el ritmo de su propia contemplación,
lejos, muy lejos de la cítara lánguida,
consagradora de las noches,
sacerdotisa de las satisfacciones.

¡Oh siglos, volved!
¡Volved, pues os esperan los dioses,
los dioses del amor y la alegría
del sol, la luz, las fuentes y los prados,
los dioses vivos de la carne y los deseos!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Una flor y tres poemas

Apertura f/5,6
Tiempo de exposición 1/100 s.
Velocidad ISO – 200
Distancia focal 105 mm

Esta imagen, que publiqué hace algunos días en mi blog “ANTIQVA PHOTO” y en Facebok, ha tenido la fortuna de inspirar tres poemas que he decidido publicar para que, como un pequeño tesoro, queden aquí custodiados. Agradezco a sus autoras esta muestra de afecto, que para uno es algo muy valioso.


“Dentro de ti
los colores del fuego,
un sol naciente.”

Enlace al blog de ÍO


“Rojo es el mundo
en este mediodía,
tejo recuerdos
con perfumados hilos.”

Enlace al blog de RAYUELA


“Rojo pasión,
rosa de los vientos.

Aura del deseo
licuado en el cielo verde.

Mimbre de felicidad
en cada gota de orvallo.

Ajuar de terciopelo,
cerbatana en bandolera,
sentido oblicuo
del espino que no hiere
el corazón henchido.”

Enlace al blog de GÁRGOLA