Estos días se está celebrando en Córdoba
una exposición colectiva de fotografía en la que María y yo participamos. Con
ese motivo mis amigos me encargaron que preparara algunas palabras para leerlas
el día 15, cuando se inauguró la muestra. Aquí las reproduzco. De algún modo, en
ellas intenté plasmar lo que para uno es la fotografía.
Por supuesto, si alguien se acerca a
Córdoba estos días, que no deje de avisar…
“Ante todo, os agradecemos vuestra
presencia en este acto, y deseamos también expresar nuestro agradecimiento a
Teresa, la directora de este centro, por las facilidades que nos ha brindado
para que esta exposición se haya podido montar.
Se trata, como bien conocéis, de una
exposición fotográfica, por lo que quizás lo primero que tendríamos que preguntarnos
es: ¿Que cosa es realmente una fotografía…? ¿Que es lo que el fotógrafo intenta
conseguir cuando hace una fotografía…?
Isabel Allende, en “Retrato en sepia” nos
decía: "Mediante la fotografía y la palabra escrita intento
desesperadamente vencer la condición fugaz de mi existencia, atrapar los
momentos antes de que se desvanezcan, despejar la confusión de mi pasado. Cada
instante desaparece en un soplo y al punto se convierte en pasado, la realidad
es efímera y migratoria, pura añoranza..."
El presente, sin duda, es fugaz… Efímero…
Con la fotografía, ese presente –que ya era pasado- vuelve a la vida cada vez
que es contemplado por alguien.
Ante todo, he de deciros que esta
exposición que vamos a visitar en unos momentos es una obra colectiva en la
participamos siete fotógrafos, cuyos nombres voy a indicaros para que sepáis
quien somos cada uno de nosotros cuando veáis luego nuestras fotografías:
José Ortega Domínguez
Juan de Dios Vílchez Pérez
Luis León Masero
María Ocaña Romero
Rafael Gutiérrez Bancalero
Rosario Cabrero Poveda
Ildefonso Robledo Casanova
En nuestro grupo incluimos también a
Rafael Márquez, gran amigo que nos acompaña en nuestras actividades y que por
diversas circunstancias no ha podido participar en esta exposición, aunque todos
nosotros sentimos ahora y siempre que su presencia nos acompaña.
Nuestro grupo de fotografía surgió hace
tres años y desde entonces hemos venido realizando salidas fotográficas tanto
en esta ciudad de Córdoba, como en la Sierra y en diversos pueblos de la
provincia. Una vez a la semana nos reunimos también, precisamente en una sala
de este centro cívico, para comentar y editar nuestras fotografías. Fue en el
transcurso de esas reuniones semanales cuando surgió la idea de preparar esta
exposición.
Se trata de una muestra, la primera que organiza
nuestro grupo, que hemos deseado articular en torno a la CÓRDOBA ETERNA, brindando
al espectador a través de 30 fotografías algo de nuestra visión de esa Córdoba
intemporal, de esa Córdoba que fue leyenda y que sigue viviendo en el
sentimiento de las personas que la aman y en los componentes arquitectónicos y
artísticos que se han conservado.
En la exposición hemos integrado imágenes
creadas tanto en color como en blanco y negro, pero en todos los casos nuestra
pretensión ha sido la de brindar imágenes reales de esa Córdoba eterna, por lo
que en las ediciones hemos rehuido aplicar filtros o procesos, muy legítimos
por cierto, con los que los autores, a veces, intentan transformar sus
fotografías en un producto que quiere asemejarse a una creación pictórica,
superando así a la propia realidad fotografiada. No ha sido esa nuestra
pretensión. Nosotros, en la edición de las imágenes, hemos intentado recuperar
las formas, la luz y el color propios de algunos de los espacios más
emblemáticos de nuestra ciudad. Seréis vosotros los que, luego, cuando contempléis
las fotografías, podáis calibrar si hemos conseguido alcanzar, o no, ese
empeño.
En esta preocupación por incorporar el
color real de los elementos fotografiados hemos de agradecer la ayuda que nos
viene prestando, cuando llega el momento de plasmar en papel las imágenes,
nuestro amigo Luis Bugarín, con tienda de fotografía abierta frente a la
iglesia de San Lorenzo, que revisa y da la pincelada final a las imágenes antes
de ordenar su impresión final.
Bien, situándonos ahora en un plano algo
más abstracto podríamos preguntarnos que es lo que pretendemos este grupo de
fotógrafos con nuestras fotografías…
En este sentido, yo citaría a Marc Riboud
y diría que “Mirar, fotografiar un paisaje bello es un poco como escuchar
música o leer poesía, ayuda a vivir…”
Y es que todos nosotros, en efecto,
sentimos que la fotografía, cuando uno es atrapado por ella, ayuda a vivir. Los
que amamos la fotografía, de algún modo palpamos que gracias a ella nos
sentimos un poco más felices en nuestra vida cotidiana.
Esta ya sería suficiente razón para que
nosotros “hagamos” fotografías… Hacerlo, nos ayuda a vivir… A vivir algo más
felices… Y digo “hagamos” porque pensamos que las fotografías no se toman, como
es frecuente pensar, sino que se hacen. Nosotros intentamos hacer fotografías
en las que, de algún modo, algo de nosotros quede incorporado.
Pensamos que es cierto algo que Saint
Exupery dejó escrito: "Se ve solo con el corazón, lo esencial es invisible
para los ojos".
En sintonía con esas palabras, creemos que
quizás lo más hermoso de la fotografía solo se consigue cuando el fotógrafo es
capaz de captar eso que resulta invisible para los demás. A veces, gracias a la
magia de la fotografía, se consiguen atrapar esos momentos mágicos, usualmente
invisibles, de la vida.
Cuando eso se consigue, y algunas veces,
en algunas fotografías se consigue, uno tiene motivos para sentirse un poco más
feliz.
Elliott Erwitt decía que “No pasa nada
mientras estás sentado en casa…” Nosotros
añadimos: la magia de la vida nos está aguardando en cada momento. La
fotografía nos puede ayudar a soñarla y vivirla...
Seamos, gracias a la fotografía, algo más
felices…
Con eso nos basta.