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jueves, 28 de febrero de 2008

MUSEOS CAPITOLINOS DE ROMA







Hace unos días Isabel Romana (Mujeres de Roma) nos animaba a exponer algunas de nuestras imágenes de piezas escultóricas de ese momento histórico, a propósito de un comentario que habíamos dejado en su blog indicando que teníamos alguna imagen parecida a otra que ella nos había brindado de la Venus de los Museos Capitolinos en su entrada “Pompeya y César tienen buenas perspectivas”.

Pues bien, con ese pretexto podemos ver ahora algunas de las imágenes que tomamos hace un par de años en los Museos Capitolinos de Roma, uno de esos lugares donde uno (Antiqva, a fin de cuentas) pasaría días y días. Para esta oportunidad he seleccionado cuatro fotografías:

Las dos primeras, la Venus Esquilina, nos ofrecen la estampa de una bellísima mujer, no olvidemos que se trata de una diosa, que se está recogiendo el cabello en un complicado peinado antes de sumergirse en el baño. Algunos detalles, como un jarrón egipcio en torno al cual se enrosca una cobra y sobre el que reposa un paño, permiten pensar, según los expertos, que esta mujer podría simbolizar a la triada Isis-Afrodita-Venus que surgió de la síntesis religiosa elaborada en el Egipto helenizado (¡que bellísima conjunción la de los mundos egipcios, griego y romano!). La verdad es que cuanto tomé la imagen, fascinado por la belleza de la mujer, no reparé en ese detalle egipcio, pero luego, documentándome, si me di cuenta del símbolo.

La tercera imagen nos brinda un espectacular sarcófago decorado de época imperial. Estos sarcófagos no se enterraban sino que su destino era ser exhibidos de modo que frecuentemente nos han transmitido espectaculares imágenes de asuntos, sobre todo, mitológicos. Algún día, con más calma, tendré que escribir algo de los sarcófagos romanos, algunos paganos y otros paleocristianos, que se han conservado en Córdoba.

Vemos en esta imagen el momento en que Meleagro, hijo de los reyes de Calidón y sobrino de Leda (¡que bella la historia de Leda y el cisne!), está clavando su lanza entre los ojos de un feroz jabalí, que tenía atemorizados a todos los habitantes del reino. El animal, realmente, no era sino un castigo divino, ya que Artemisa estaba harta de que en Calidón sus cultos hubieran caído en el olvido, de modo que para cazarlo fue preciso invitar a todos los héroes que en aquellos tiempos poblaban el mundo; parece que solamente Hércules declinó acudir.

En Córdoba, muy deteriorados, se han conservado diversos fragmentos escultóricos de este mismo asunto mítico que parece que resultaba especialmente atractivo en la antigüedad.

Y la última imagen que he seleccionado (todas ellas fueron tomadas sin flash) nos remite de nuevo a la diosa Isis egipcia, que en esta ocasión está representada como una matrona romana que porta en sus manos un sistro, instrumento musical del tipo de un sonajero que frecuentemente aparece representado en los templos del antiguo Egipto. Se sabe que en los cultos de Isis y de Hathor las mujeres bailaban frenéticamente y hacían tocar de manera rítmica y repetitiva los sistros, de modo que iban siendo poseídas por eso ue podríamos llamar una experiencia de trance místico.

Ahora, mientras termino de escribir estos breves comentarios a estas imágenes, no puedo sino recordar las noticias que acerca del culto a Isis en el mundo romano nos transmitió Apuleyo en su novela “Las metamorfosis”, también conocida como “El asno de oro”. En esta obra, Lucio, el protagonista, que se ha visto transformado en asno, solicita la ayuda de Isis, de modo que cuando, al fin, consigue retornar a su forma humana el hombre se hará iniciar en los cultos mistéricos de la diosas y gracias al placer que supone acercarse al conocimiento de la divinidad terminará desechando los placeres puramente carnales que durante toda su vida había perseguido.

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miércoles, 27 de febrero de 2008

AMULETOS PROTECTORES DE TUMBAS

Anubis, divinidad protectora de los difuntos

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En el capítulo 137A del “Libro de los Muertos” de los antiguos egipcios se describen diversos amuletos y fórmulas mágicas con las que se pretendía garantizar que el difunto (sobre el que previamente se habían practicado los ritos de la momificación, de la Apertura de la Boca y de las Cuatro Antorchas de Glorificación), quedase protegido adecuadamente, para toda la eternidad, de cualquier posible mal o amenaza que pudiera llegar a su tumba proveniente de cualquiera de los cuatro puntos cardinales.

La idea que presidía estos ritos protectores es que sobre cuatro ladrillos de arcilla cruda se debían grabar cuatro conjuros cuyo texto se especifica en cada caso, para luego, sobre esos “ladrillos mágicos” colocar ciertos amuletos, de modo que finalmente cada uno de esos conjuntos de ladrillos y amuletos se debía colocar en un nicho construido en uno de los muros de la cámara funeraria. Al final, los cuatro nichos habrían de ser tapiados.

De este modo, en la medida en que en cada muro de la cámara funeraria se colocaban esos poderosos símbolos mágicos, el difunto quedaba adecuadamente protegido ante posibles peligros. Veamos los amuletos que se debían utilizar (siempre colocados sobre un ladrillo en el que se había grabado el conjuro apropiado):

En el muro Oeste de la cámara funeraria se debía colocar un Djed de loza fina, mirando hacia el Este.
· (El pilar djed, vinculado estrechamente al culto a Osiris, era un símbolo de la eternidad y del poder de regeneración. En el capítulo 155 del L.M. se dice que un djed de oro se debía colocar también, como protección, en el cuello del fallecido).

En el muro Este se situaría una representación escultórica de Anubis, con su rostro mirando al Oeste.
· (Anubis, simbolizado por un chacal, animal que solía rondar por los alrededores de las necrópolis, era una divinidad protectora de los difuntos).

En el muro Sur, habría que colocar una mecha impregnada de aceite sefet, a la que se había prendido fuego y orientada al Norte.
· (Al igual que las antorchas, la mecha encendida era otro símbolo que hacía referencia a Horus y la búsqueda de la luz).

Finalmente, en el muro Norte se tenía que situar una estatuilla humana en madera, de siete dedos de altura, a la que se hubiera practicado el rito de la Apertura de la Boca. Debería estar mirando al Sur.
· (Se trata de una representación escultórica que gracias al rito de la Apertura de la Boca ha cobrado vida previamente. En el caso de que por cualquier motivo la momia fuese destruida en el futuro, la estatuilla animada, oculta en el nicho tapiado, pasaría a reemplazarla).

Una vez tapiados los cuatro nichos en los que se habían colocado esos cuatro amuletos y las fórmulas mágicas, el difunto Glorificado quedaba adecuadamente protegido durante toda la eternidad. Los peligros actuales y futuros habían sido vencidos y se habrían alcanzado los objetivos que se perseguían, que en palabras del propio “Libro de los Muertos” no eran sino que:

“Todo bienaventurado para quien se recite esto llegará a ser un dios sublime en el Más Allá, no será apartado de ninguna puerta del Occidente, estará en el cortejo de Osiris en todo lugar adonde vaya. Esto ha sido verdaderamente eficaz Millones de Veces.”

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domingo, 24 de febrero de 2008

STELLA: HOFFMANN Y EL AMOR






¡Que emoción cuando, al fin, llegó el momento esperado…! El viernes por la noche se representó en el Gran Teatro de Córdoba “Los Cuentos de Hoffmann”. Dos palabras me permiten evocar ahora lo que tuve la fortuna de ver y escuchar: “maravillosa delicia”. Pienso que si usara, solamente, una de esas dos palabras mi descripción, pobre, no sería adecuadamente justa.

Obviamente, en algunos momentos la magia de la representación alcanzó niveles de especial intensidad:

El primero, quizás, fue “La leyenda cómica del enano Kleinzach”, entonada por el propio Hoffman en el Preludio, rodeado de un público alborotado que bebe, canta y ríe con él en la taberna de Luther.

Del Acto Primero, me enloqueció (y también al público, que aplaudió de manera estrepitosa) el aria de “Los pájaros en la enramada”, cantada por Olympia, la muñeca mecánica (autómata) de la que Hoffmann se ha enamorado. Con su bellísima voz y con sus gestos maquinales Olympia conquistó a todos los asistentes. En mi opinión fue la gran estrella de la noche.

Del Segundo Acto, que se desarrolla en Munich y nos habla de los amores de Hoffmann y Antonia, me impresionó la escena en que la mujer, confusa ante las indicaciones del doctor Miracle, que toca frenéticamente su violín, y animada por el espíritu de su madre fallecida, canta y canta hasta que –cumpliendo una anunciada maldición- cae al suelo, moribunda, agotada por su pasión.

Ambientado en Venecia, del Tercer Acto me cautivó, sobre todo, la barcarola que en un ambiente de fiesta de máscaras es cantada por Nicklaus y la cortesana Giuletta, el tercer amor de Hoffmann.

En el epílogo la acción retorna de nueva a la taberna de Luther y nos sitúa en el momento en que Hoffmann espera la llegada de Stela, su último amor. El poeta, entre copas de vino, ha narrado los tres cuentos y alguien anuncia la próxima llegada de Stella, que no es sino la nueva encarnación de Olympia, Antonia y Giulietta, los tres amores perdidos de Hoffmann. Me fascinó el momento en que llega la mujer, espléndida, y atraída por Nickaus se aleja de Hoffmann que, borracho, ni siquiera ha escuchado su llamada de amor.

En fin, que la obra en su conjunto, constituyó una “maravillosa delicia” para los sentidos. Los aplausos del público, cuando terminó la representación, lo confirmaron.

Ah, y la actuación de mi ser querido, igualmente bellísima...

Espléndida noche la de este viernes, que será una de esas que nunca se olvidan.

viernes, 22 de febrero de 2008

FLORES DE ALMENDRO






Este es el aspecto que presentaba el almendro este año, a mediados de febrero. La floración no ha sido mala a pesar de que el frío ha sido casi inexistente.


jueves, 21 de febrero de 2008

CANCIÓN DE SIEGA


Blanca me era yo
cuando entré en la siega;
diome el sol y ya soy morena.


Blanca solía yo ser
antes que a segar viniese,
más no quiso el sol que fuese
blanco el fuego en mi poder.
Mi edad al amanecer
era lustrosa azucena;
diome el sol y ya soy morena.

Las canciones de siega son una modalidad de canto de trabajo. En esta canción de los tiempos del Barroco alterna el estribillo (cantado a coro) y la glosa (en que canta un solista). Esta era la forma típica de la canción en Castilla.

martes, 19 de febrero de 2008

AUSENCIAS



Un día, su esposa le dijo que había leído que el Amor es una energía a través de la cual la persona que ama es capaz de contemplarse, en la oscuridad, a sí misma.

El hombre, que leía el periódico, no prestó especial atención a sus palabras.

domingo, 17 de febrero de 2008

OPERA EN EL GRAN TEATRO




El próximo fin de semana, en el “Gran Teatro de Córdoba”, se representará “Los cuentos de Hoffmann”, ópera fantástica en un prólogo, tres actos y un epílogo, inspirada en los relatos de E. T. A. Hoffmann.

En la obra intervendrán:

Orquesta de Córdoba
Coro de Ópera CajaSur

Música: Jaques Offenbach (1819-1880)

Libreto: Jules Barnier
Libreto: Michel Carré
Reparto: Aquiles Machado
Reparto: Mª José Moreno
Reparto: Annamaría Dell'Oste
Reparto: Giuseppina Piunti
Reparto: Felipe Bou
Reparto: Sarah Castle
Reparto: Stefano Palatchi
Reparto: Enric Martínez Castignani
Reparto: François Testory
Reparto: Marco Mocloa
Reparto: Pablo García López
Reparto: Julia Leonor Robledo
Coreografía: François Testory
Escenografía: Giuliano Spinelli
Dirección musical: Miquel Ortega
Dirección coro: Juan Paulo Gómez
Dirección escénica: Lindsay Kemp

Se presenta una magnífica oportunidad de contemplar esta ópera en la que el personaje principal, que no es sino el propio Hoffmann, nos habla de sus amores –siempre frustrados- con la cantante Stella, que está interpretando “Don Giovanni” en Nüremberg; con la parisina Olympia (una bellísima muñeca mecánica); con la muniquesa Antonia (a la que sus esfuerzos por cantar terminarán costándole la vida), y con la veneciana Giuletta, que es utilizada por un hechicero para esclavizar a sus víctimas.

Si al propio atractivo de la pieza se une que una persona que me resulta muy querida actúa como actriz de reparto se comprenderá fácilmente que esté deseando que llegue la noche del próximo viernes.



viernes, 15 de febrero de 2008

MAR



Aquel poeta decía que hubo un tiempo prodigioso en que la Luz todavía no sabía si el mar le iba a nacer niño o niña.
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A Qalamana
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GRACIAS



"Todos los días he dado las gracias a la diosa Hathor por permitir que aquella mujer me amase.

Hace hoy nueve días que me abandonó."

miércoles, 13 de febrero de 2008

COSAS DE LAS PIEDRAS






Cuando paseo por el campo, algo que me encanta, suelo, a veces, desviar la mirada del horizonte y fijarla abajo, en el suelo, para contemplar las piedras con las que la Naturaleza nos regala.

Me refiero a las piedras que podríamos llamar normales, esas piedras que pasan desapercibidas para la gente que pudiéramos llamar “normal”, lo que posiblemente no sea mi caso, según tantas veces me recuerda María, que no entiende esa afición mía tan extraña.

Sin embargo, a pesar de que la “gente normal” no repara en ellas y por tanto no las concede importancia alguna, lo indudable es que todas ellas, al menos para mí, tienen su historia y su atractivo particular.

Veamos algunas de esas piedras, que todavía conservo –de manera excepcional- ya que lo usual es que tras admirarlas y quizás fotografiarlas las deje “in situ” en el mismo lugar en que me topé con ellas. Algunas, sin embargo, las conservo:

La primera, de curioso color chocolate, la encontré hace un par de años en un acantilado del Mar del Norte en Escocia. Se trata de un canto esférico que habrá estado miles de años rodando para adquirir esa forma tan sugestiva. Desconozco que tipo de mineral pueda ser, pero decidí traérmela como recuerdo de una bellísima excursión por las costas de la Reserva de Aves de St. Abbas, Pasamos un día inolvidable y cuando contemplo la piedra no puedo sino recordarla. Creo que la piedra la encontré fuera de contexto. Me imagino que alguien la cogió en la playa, abajo, y la subió a lo alto del acantilado, quizás con intención de llevársela, desistiendo finalmente de ello. En el entorno, en lo alto de la pared rocosa, no había piedras similares ni tendría sentido que las hubiera. De haberlas deberían estar abajo, en la playa.

La segunda procede de una terraza cuaternaria próxima al Guadalquivir. Es igualmente un canto rodado, que antes de quedar depositado en donde lo encontré habrá estado igualmente miles de años “rodando” en las aguas del Gran Río. Se trata de un canto de cuarcita que como es bastante usual presenta trazos de pinturas con los que la Naturaleza brinda su decoración a este tipo de piedras.

Contemplando la tercera no puedo sino evocar la sorpresa que sentí cuando hace unos años me la encontré paseando por una huerta. ¡Que bello ídolo fálico! – pensé entonces. No cabe duda de que esta tercera piedra tiene una forma especialmente llamativa y sugerente. ¡Señor, que cosas hace la Naturaleza!

La última piedra es un bello núcleo de sílex, cubierto de una patina que acredita su antigüedad y que quisiera uno soñar que las señales de golpes que presenta pudieron haber sido producidas no por la Naturaleza sino por algún hombre primitivo que pretendía desgajar lascas con las que fabricar útiles prehistóricos. Nunca lo sabremos.

Vemos, en fin, que cada piedra –por humilde que sea- tiene su historia y nos permite evocar cosas que sucedieron hace miles o millones de años y que aun cuando en general son tan humildes que pasan desapercibidas, lo cierto es que para uno simbolizan bellos recuerdos de viajes o paseos por el campo.



MISTERIOS




Un manuscrito conservado en la Biblioteca Marciana de Venecia da esta fórmula fascinante del juramento dictado, según la leyenda, por Ammael a Isis, esposa de Osiris:

“Juro por el cielo, por la Tierra, por la luz, por las tinieblas; juro por el fuego, por el aire, por el agua y por la tierra; juro por la altura del cielo, por la profundidad de la Tierra y por el abismo del Tártaro; juro por Mercurio y por Anubis, por los ladridos del dragón Chercurobos y del can tricéfalo Cerbero, guardián del Infierno; juro por el barquero del Aqueronte; juro por las tres Parcas, por las furias y por la maza, que nunca revelaré estas palabras a nadie más que a mi hijo noble y encantador.

Y ahora ve, busca al agricultor y pregúntale qué es el grano y qué es la cosecha. De él aprenderás que quien siembra trigo recibirá trigo, y quien siembra cebada recogerá cebada. Ello te conducirá a la idea de la creación y de la generación; recuerda que el hombre hace nacer al hombre, que el león hace nacer al león, que el perro reproduce al perro. Del mismo modo el oro produce oro, ¡he aquí todo el misterio!”.

Andrea Aromatico (Alquimia, el secreto entre la ciencia y la filosofía)


martes, 12 de febrero de 2008

AMOR




¡Le he visto el cuerpo al sol,
-¡amor!-, el encojido cuerpecillo oscuro
que tiene dentro de su alma en llamas!

Juan Ramón Jiménez (Enero)

PREMIOS




Agradecemos a "Y la luz se hizo" su muestra de cariño al otorgarnos el Premio "Arte y Pico". Ya habiamos comentado hace unos días que estas cosas, tan simbólicas y tan entrañables, le llegan a uno al corazón.

lunes, 11 de febrero de 2008

CAÍDA


Y me vuelvo a caer sobre mí mismo
al vacío,
a la nada.

¡Qué pirueta!
¿Desciendo o vuelo?
No lo sé.

Recibo
el golpe de rigor, y me incorporo.
Me toco para ver si hubo gran daño,
más no me encuentro.
Mi cuerpo ¿dónde está?
Me duele sólo el alma.
Nada grave.

Ángel González (Caída)


domingo, 10 de febrero de 2008

ANIMALIA





No hace mucho hablaba (Caricias) de las relaciones de amistad que venimos manteniendo con un grupo de gatos salvajes que rondan por los alrededores de nuestra casa. Hablaba entonces del “Rubito”, un gato de negrísimo pelaje, y de una a primera vista sociable gata blanca, a la que a pesar de mis reiterados intentos nunca he podido llegar a acariciar.

Todo parece indicar que al “Rubito”, aparentemente una fiera salvaje –fuerte, negro y lustroso- no le he caído demasiado mal, ya que permite que de vez en cuando le pase la mano por el lomo. Un tanto egoísta, sin duda, no tiene reparos en admitirlo mientras se está comiendo algo que le haya ofrecido. Cuando termina de comer, también me deja pero entonces me mira “con cara de extrañeza”, como queriendo hablarme:

-¡Oye tú…! ¿que te traes conmigo…? ¿No ves que ya he comido…?

El animal, sin duda, tiene desarrollados instintos sociales hacia los hombres. Es posible que alguno de sus antepasados viviese entre personas y que algo de lo que aprendió se lo haya transmitido en los genes. Desde luego lo que le apasiona, cuando termina de comer, es restregarse –una y otra vez- contra mis tobillos. De ese juego no se cansa. Quiere, sin duda, impregnar mis viejos pantalones de su olor corporal. Quizás con ello me quiere decir que no debo tener miedos, que yo soy suyo y que él me va a proteger. ¡Señor, sin darme cuenta podría haber pasado a ser la mascota de un gato!

Antes nos cruzábamos, también, con un tercer ejemplar, bellísimo, de pelaje con capas alternantes de blanco y negro, hijo de los anteriores, pero desde hace un par de meses ya no lo vemos. Nunca se acercaba a nosotros y parece que ahora se ha independizado del clan. La semana pasada, por contra, a lo lejos, vimos a otros dos gatitos negros, ya algo crecidos, que debieron nacer en la última camada que parió la gata, hace unos meses. Hasta ahora nunca los habíamos podido contemplar. De su naturaleza salvaje y huidiza nos habla el hecho de que a pesar de que sus padres estaban comiendo “pienso para gatos”, de ese que lleva hasta salmón, ellos no osaron acercarse. El instinto o el puro miedo se lo impedía.

La vida, por tanto, prosigue… Quisiera creer que pronto esos dos gatitos nos terminarán aceptando, sobre todo por el alimento que les ofrecemos, y que quizás, incluso, alguno de ellos se dejará también acariciar, como su padre. Me parece, finalmente, que pronto la gata blanca, a la que de momento no hemos puesto siquiera nombre, volverá a parir otra camada de criaturas, ya que esta última vez nos ha parecido que la hemos encontrado algo más “gordita” que de costumbre. Y es que la vida sigue…


No puedo sino dedicar esta “entrada”, por distintos motivos, a dos amigas que se que tienen vínculos con estas fierecillas; de un lado, a Cristina, cuyo felino –golfo él- siempre se le esta escapando, y de otro, a Natacha, que vive feliz, con su gato, en la Cara Oculta de la Luna.



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sábado, 9 de febrero de 2008

MAGIA



En fin, amigos, está claro que todo esto del “Premio” no ha sido sino un juego, tan ingenuo como emotivo, que ha permitido que aflore lo mejor de todos nosotros y que nos hace sentir que tenemos amigos, muy distantes en el espacio pero próximos en las inquietudes. Amigos, yo diría que etéreos y vaporosos, en cuyas almas vamos entrando poco a poco, gracias a esos “intensos poderes mágicos” de Internet.

Y es que no podemos olvidar, y esto ya es uno de esos “Cuentos mínimos” que:

“Algunos místicos, en los primeros momentos de Internet, empapados en su componente de magia, llegaron a pensar que su mente, al fin, iba a ser capaz de abandonar el cuerpo y fusionarse con la “Computadora” que rige los destinos del universo.”

Amigos, estoy abrumado por vuestras respuestas. Fijaros que hasta esta pobre planta se puso a "babear" de emoción cuando supo que colocaría su imagen en este lugar. "Pinchar" sobre ella, si lo deseais, e intentar consolarla.
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Vaya, amigos, ahora se me ocurre otro "Cuento mínimo":
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"Intentaron consolar a aquella planta que lloraba, pero no lo consiguieron."
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O quizás si, en vuestras manos queda.
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Un fuerte abrazo a todos.




viernes, 8 de febrero de 2008

COSAS ENTRAÑABLES



Gracias a Tawaki y a su “Corazón de Escorpion” me ha llegado una distinción que no puedo sino agradecer con estas palabras. Estas cosas, tan simbólicas y tan entrañables, le llegan a uno, sin duda, al corazón.

Pues bien, esa distinción recibida, yo se la transmito, con todo mi cariño, a varias personas que han permitido que, en cualquier momento, pueda entrar en sus casas y disfrutar de sus palabras:


ÓYEME CON LOS OJOS
Espacio en el que Cristina, una corriente de aire fresco, se va dejando el alma.


NAVEGANDO POR MIS ORILLAS
En donde aflora la sensibilidad de Momo, una persona muy especial.


LAS PALABRAS SON MIS OJOS
Clarice nos plasma sus anhelos con bellas formas e imágenes.


EL ALFÉIZAR
Juanan, mago prodigioso de la palabra, nos brinda su generosidad.


LA GRIETA
Erika, sin proponérselo quizás, nos transmite la sabiduría inmensa y la mordacidad de la juventud.


LA TIERRA DE LOS ÁRBOLES
Pensamientos y sensaciones narrados primorosamente por Goathemala.


ENFOQUES
Bellas imágenes y, sin duda, bellísimas intenciones las de Qalamana.


HÁGASE LA OSCURIDAD
Inquietantes escritos de Natacha, que se empeña en “quitarme el sueño” con sus narraciones.


UN PAÍS EN LA LUNA
Magníficas imágenes y bellas palabras, desde la Cara Oculta de la Luna.


Amigos, gracias a todos por brindarme lo mejor de vosotros. Os envío esta pequeña muestra de amistad y mis mejores deseos a todos.


jueves, 7 de febrero de 2008

EXPULSANDO EL MAL




¡Desplómate, mujer de Asia,
que vienes del desierto!
¡Negra!
¿Qué vienes de las regiones montañosas!

Si eres una sirvienta, ven a su vómito.
Si eres una dama, ven a su orina.
Ven al moco de su nariz,
ven al sudor de su cuerpo.

Mis manos sobre este niño,
sobre él, son las manos de Isis,
cuando ella impuso las manos
a su hijo Horus.



Aclaraciones a esta fórmula mágica egipcia



El texto de este conjuro tenía como finalidad curar a un niño que está enfermo.

Pensaban los egipcios que la enfermedad estaba producida por un espíritu maligno que se había introducido en el cuerpo del enfermo.

El primer paso consistía en identificar a ese espíritu maligno, que puede ser el de una mujer asiática, del desierto, negra, etc.

Tanto si ese espíritu maligno es de una sirvienta fallecida, o de una dama, el mago emite una orden clara: debe abandonar el cuerpo enfermo del niño.

La salida del mal se puede producir a través de los vómitos del niño, su orina, su moco, su sudor, o en general de cualquiera de las posibles excrecencias que el cuerpo humano puede emitir.

El mago ha impuesto sus manos sobre el niño y ordena al espíritu maligno que abandone su cuerpo.

En la parte final del conjuro, el mago emite una fórmula que es usual en lo que podríamos llamar “magia simpática” egipcia: del mismo modo que Isis, la Gran Maga, impuso las manos sobre su hijo Horus y lo curó, igualmente el mago impone las suyas sobre el niño enfermo, que debe sanar también.

La magia egipcia establecía una relación de “simpatía” entre lo que sucede en el mundo de arriba, en el cosmos (Isis y Horus) y lo que acontece en el mundo inferior, en nuestro mundo (el mago y el enfermo). Lo que es válido en el cosmos era también de aplicación en Egipto.

La función esencial del mago, en suma, era conseguir que lo que servía para los dioses, en el cosmos, también resultara de utilidad para los hombres.


domingo, 3 de febrero de 2008

SECRETOS




Algún día los hombres descubrirán los secretos que custodian las rosas en sus corazones.


"Pinchando" sobre la imagen quizás puedas, lector,
atisbar algo de esos secretos.

viernes, 1 de febrero de 2008

EL ALMENDRO






El hombre, aquel día, había decidido emprender un viaje alucinante alrededor de las flores de un almendro.

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DE ECONOMÍA (I)



El hombre, aquella mañana, tecleando en su ordenador, produjo al banco en el que prestaba sus servicios, nadie sabe como, un quebranto de 5.000 millones de euros.

Fue la ocasión que aprovechó otro banco competidor para en un certero “batir de mandíbulas” hacerse con la propiedad de aquel banco tan desafortunado.

Nunca se pudo averiguar lo que había sucedido. El empleado, abrumado, se defendía argumentando que la noche anterior había bebido, quizás, algo más de la cuenta.
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