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miércoles, 31 de diciembre de 2008

DESEO

Imagen: Antiqva


Para encontrar la felicidad es necesario buscarla.

¡Ojala tengáis suerte en esa búsqueda!
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lunes, 29 de diciembre de 2008

AHMOSIS EN LA TIERRA DEL HORIZONTE




Imagen: Antiqva




El Capitán de los Arqueros Reales Ahmosis, hijo de Ibana, Justo de Voz, dice: Ibana, mi padre, era arquero del rey, y Ahmosis, cuando era todavía joven, fue enrolado en los arqueros reales. A las órdenes de mi Señor participé en las expediciones que se realizaron para liberar el Bajo Egipto de la amenaza de los asiáticos. Ahmosis supo actuar con valentía y sus hazañas corrieron de boca en boca en el Doble País. En esas campañas Ahmosis consiguió las manos de siete enemigos y cuando los asiáticos fueron aniquilados, nuestro Señor, alegre por la valentía de Ahmosis, le concedió el “Oro del Valor” y ordenó que fuese nombrado capitán de su cuerpo de arqueros.

Fue entonces cuando nuestro rey, que alababa la valentía de Ahmosis, le hizo llamar a la Gran Mansión. Me dijo: “Te ordeno que siguiendo la ruta de Elefantina viajes a la tierra de Yam, para abrir la ruta a ese país. Es mi deseo que saludes al rey de Yam y que viajes luego a la tierra de los Habitantes del Horizonte, de donde debes traer una Mujer Belluda y un Hombre-Niño que quiero entregar a mi hijo para que sea feliz contemplándolos. Cumple mis deseos, Ahmosis, y viaja a esas tierras lejanas que están situada al sur, más allá del Alto Egipto.”

Cumpliendo esa orden Ahmosis, al mando de cien arqueros y cien soldados de la caballería real, se alejó de Tebas camino de la tierra de Yam. Tardamos más de siete meses en culminar nuestro viaje, en el que fuimos siguiendo la ruta de los Oasis. Cuando llegamos a Yam supimos que su rey había sido asesinado en una excursión de los Hombres de las Arenas. Viendo que los hombres de Yam estaban llorando por su desgracia Ahmosis, tras saludar al príncipe, salió a la búsqueda de esos criminales que habían ofendido a los dioses de Egipto atacando a un pueblo que nuestro rey consideraba amigo.

Hacía once días que buscábamos a los criminales cuando aquellos hombres sin ley, nos atacaron. Ahmosis ordenó entonces que los arqueros formaran un círculo y la caballería fue colocada en su interior. Pronto, la nube de flechas hizo que desapareciera la luz del sol y los Hombres de las Arenas fueron aniquilados. Cuando los últimos de ellos, inundados por el terror, se ponían en fuga, ordené que se abrieran las líneas de los arqueros y que la caballería saliera en su persecución. Aquel día murieron todos los Hombres de las Arenas. Cortamos todas sus manos, que sumaron un total de trescientas sesenta manos. Capturamos luego a sus ancianos, mujeres y niños. Cuando iniciamos el retorno a Yam llevábamos cincuenta esclavas. Todos los ancianos, los niños y las restantes mujeres de aquel pueblo malvado habían sido abandonados a los chacales.

Fue así como Ahmosis alcanzó su gran victoria sobre los Hombres de las Arenas, que causaban temor en la tierra de Yam y que fueron exterminados por los soldados del rey de Egipto. Entonces, Ahmosis deseó tomar a una de las esclavas que habíamos apresado. Su nombre bárbaro era Gilukhipa pero todos la conocían como la Mujer de los Ojos Ardientes. Ella era la más bella de todas aquellas mujeres. Desde entonces, Gilukhipa, con sus pechos, calentó el cuerpo y el corazón de Ahmosis, que se sintió feliz.

Todo el oro y la plata que habíamos arrebatado a los Hombres de las Arenas y las manos de los vencidos ordené que fueran entregadas al príncipe de Yam, como un gesto amistoso de nuestro rey. Él nos mostró su agradecimiento y ordenó que sus hombres nos ayudaran a capturar aquellos seres especiales con los que el faraón nos había ordenado regresar a Egipto.

Guiados por los hombres de Yam iniciamos el viaje a la tierra de los Habitantes del Horizonte, atravesando lugares en los que ningún hombre egipcio había puesto sus pies… Y llegados a la tierra de los Habitantes del Horizonte, los hombres de Yam nos ayudaron a capturar una de las mujeres belludas. Pronto avistamos, entre los árboles, a un grupo de ellas, pero cuando nos acercamos pudimos comprobar que eran unas mujeres feroces, de terrible apariencia y que estaban dotadas de poderosos colmillos. Gracias a los venenos de las flechas de los hombres de Yam pudimos adormecer a una de ellas que pronto envolvimos en una red de cuerdas. El jefe de los hombres de Yam me dijo que aquella terrible mujer se llamaba, en su lengua, “Gorila”.

No encontramos allí ningún Hombre-Niño pero en el palacio de Yam tenían varios esclavos y el príncipe nos entregó uno de ellos, que se llamaba, según nos dijo “Pigmeo”.

Y fue así como Ahmosis se despidió del principe de Yam e inició el regreso a la Tierra Negra. Volvimos de la tierra de Yam con “Gorila”, “Pigmeo”, las cincuenta esclavas y más de trescientos burros cargados de incienso, ébano, aceites, pieles de pantera, colmillos de elefante y palos arrojadizos, así como todo tipo de bienes y presentes con los que el príncipe, agradecido por haber exterminado a los Hombres de las Arenas, quería mostrar su agradecimiento a nuestro rey. Para entonces, Gilukhipa había conquistado el amor de Ahmosis, que se sentía feliz.

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domingo, 28 de diciembre de 2008

AMADA

Imagen: Antiqva



Repara en la niebla abrazando a los árboles,
siente tu perfume impregnándote la nuca,
contempla la unión del agua y la sal…
Así es como se difunde,
en mi cuerpo,
este amor que enloquece mi alma,
este amor que siento por ti.

(Palabras de amor inspiradas en un antiguo texto egipcio.)





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jueves, 25 de diciembre de 2008

EVOCACIÓN ENSOÑADORA

Antiqva de la mano de su madre



“El poeta es el hombre que sabe soñar y expresar bellamente sus sueños; y el lector de poesía sueña, porque el poeta, mediante la expresión de sus propios sueños, ha sabido hacerle soñar un sueño a la vez repetido e inédito.

Tú sabes las secretas galerías
del alma, los caminos de los sueños,
y la tarde tranquila
donde van a morir...

Son éstos los sueños que conducen a los hombres hacia un modo de vivir en que la vida no pasa ni se consume; ese vivir transtemporal a que el hombre llega cuando recupera por evocación el tiempo perdido y al que llegará con su muerte cuando se acabe el tiempo de su vida:

Allí te aguardan
las hadas silenciosas de la vida,
y hacia un jardín de eterna primavera
te llevarán un día.

Mediante la evocación ensoñadora vuelve el alma a nacer y recupera el tiempo y la vida perdidos en el pasado:

¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos lleva.

Por eso puede decir Antonio Machado, dando ceñida expresión a su doctrina sobre la fugacidad y la repetibilidad del instante temporal:

De toda la memoria solo vale
el don preclaro de evocar los sueños.”

Pedro Laín Entralgo (La generación del Noventa y Ocho)





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miércoles, 24 de diciembre de 2008

MOV03793

EN NAVIDAD HASTA LOS PERROS SON BUENA GENTE...

JA,JA,JA...

VIAJEROS, SORPRESAS, ENCUENTROS

Imagen: Antiqva


“Ya sé que hay viajeros que antes de partir se fortifican contra la sorpresa y contra lo imprevisto, es decir, contra lo nunca visto. También hay escritores que calculan sus libros tan meticulosamente como un turista sus itinerarios, y amantes que sólo apetecen la rutina y habitan confortablemente el tedio. Pero uno, que ha perdido tantas certezas en los últimos años, ya casi sólo una de ellas conserva, la que no vale la pena vivir sino lo que no se ha vivido nunca ni decir nada más que lo que nunca ha sido dicho. Paradójicamente, esa singularidad de la experiencia acaba volviéndose el vínculo más poderoso y común con nuestros semejantes, con quienes se parecen tanto a nosotros que son nuestros cómplices sin que lo sepamos, mujeres y hombres a los que nunca veremos porque vivieron antes que nosotros o porque no han nacido. Algunos de ellos viven en nuestro mismo tiempo y acaso respiran el aire de la misma ciudad, y sin embargo nos son tan lejanos como los muertos y los no nacidos, porque no los llegaremos a encontrar.”

Antonio Muñoz Molina (Córdoba de los omeyas)





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martes, 23 de diciembre de 2008

ALEGRÍAS

Imagen: Antiqva



“Cada amanecer me brinda nuevas alegrías, desde que fui niño hasta mis días de vejez, en el interior del templo del dios oculto.

Observo (al dios oculto) en cualquier lugar, pues mis ojos tienen aún la capacidad de ver su sagrado rostro.”

Textos de Baken-Jonsu (antiguo Egipto)

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sábado, 20 de diciembre de 2008

AYER

Imagen: Antiqva


Ayer fue miércoles toda la mañana.

Por la tarde cambió:

se puso casi lunes,

la tristeza invadió los corazones

y hubo un claro

movimiento de pánico hacia los

tranvías

que llevan los bañistas hasta el río...

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Ángel González (Ayer)

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viernes, 19 de diciembre de 2008

martes, 16 de diciembre de 2008

EMBRUJO

Imagen: Antiqva



Señor compañero, Señor de la noche,
haz que vuelva su rostro
quien no quiso mirarme.

Que sus ojos me busquen
sostenidos y azules
por detrás de la barra.

Que pregunte mi nombre
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.

Si prefiere quedarse,
haz que todos se vayan
y este bar se despueble
para dejarnos solos
con la canción más lenta.

Si decide marcharse,
que la luna disponga
su luz en nuestro beso
y que las calles sepan
también dejarnos solos.

Señor compañero, Señor de la noche,
haz que no cante el gallo
sobre los edificios,
que se retrase el día
y que duren tus sombras
el tiempo necesario.

El tiempo que ella tarde en decidirse.

Luis García Montero (Canción de brujería)
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domingo, 14 de diciembre de 2008

ALQUIMIA

Imagen: Antiqva



Siempre pensó que la felicidad no era sino una conjunción extraña, en ciertas dosis, de realidades y fantasías.


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sábado, 13 de diciembre de 2008

OVIDIO ESTÁ TRISTE

Réplicas de piezas grecorromanas




Cuando corría el año 8 a.C., Ovidio, el poeta latino autor del “Arte de Amar”, fue desterrado a una pequeña ciudad del lejano mar Negro, en el Ponto, por orden del propio emperador Augusto.

No se conocen las causas que motivaron esa decisión imperial. En algún momento (Tristes, II, 212) el poeta habría de afirmar que se le había acusado de haberse convertido en maestro del impúdico adulterio. Tuvo que concurrir, sin embargo, alguna otra circunstancia que posiblemente nunca lleguemos a conocer (“Tú sabes que lo otro que te perjudicó es más grave” – nos dice Ovidio en Pónticas, III, 70-72).

El poeta, en su alejado destierro, escribió diversas elegías que habrían de ser luego agrupadas en su obra “Tristes”. En una de esas elegías, que siempre nos ha impresionado, el poeta se lamenta de que alguien a quien consideraba su amigo nunca le ha escrito. Ovidio, que ni siquiera puede pensar que ese alguien se ha olvidado de él, adorna su escrito con ricas alusiones mitológicas.

Veamos esa elegía en la versión de José González Vázquez:

“Dos veces llegó hasta mí el sol tras los fríos del gélido invierno, dos veces, tras tocar Piscis, acabó su viaje. En tan largo tiempo, ¿por qué tu mano no ha sido cortés aunque fuera para escribirme unas pocas líneas? ¿Por qué tu amistad ha desaparecido, mientras que me escribían otros con quienes había tenido poco trato? ¿Por qué, cuantas veces quité a una carta sus hilos sellados, esperé que ésta tuviera tu nombre? ¡Quieran los dioses que muchas cartas hayan sido escritas por tu diestra, pero que de esas muchas ninguna haya llegado a mis manos! Lo que pido es claro que es así: antes creería que el rostro de la Górgona Medusa (1) estaba coronado por una cabellera de serpiente; que hay perros bajo el vientre de la doncella (2); que existe la Quimera (3), que, vomitando llamas, separa una leona de una horrible serpiente; en cuadrúpedos unidos por el pecho con un pecho de hombre (4); en el hombre de tres cuerpos (5); en el perro de tres cabezas (6); en la Esfinge (7); en las Harpías (8); en los Gigantes con pies de serpiente (9); en Gíes de cien brazos (10) y en el hombre mitad toro (11). Yo creería en todo esto, queridísimo amigo, antes que pensar que tú, cambiado, hayas dejado de pensar en mí. Entre tú y yo se extienden innumerables montes, caminos, ríos, llanuras y no pocos mares. Por mil causas, las cartas que con frecuencia has podido enviarme, rara vez pueden llegar a mis manos. No obstante, vence esas mil causas escribiéndome con frecuencia, para que no tenga que estar siempre excusándote, amigo mío.”


NOTAS


(1)La Górgona Medusa habitaba al extremo del Occidente, no lejos de la tierra de las Hespérides y del Reino de los Muertos. Se decía que cuando miraba a una persona esta se convertía en piedra.

(2)Referencia a Escila, horrible monstruo del que se nos habla en la Odisea.

(3)La Quimera era un animal fabuloso con pecho y cabeza de león y cola de serpiente.

(4)Los Centauros, mitad hombre y mitad caballos, eran seres brutales que se alimentaban de carne cruda.

(5)Alusión a Gerión, el gigante de tres cabezas y de triple cuerpo hasta las caderas.

(6)El perro de tres cabezas es Cerbero, monstruoso perro del Hades, que custodiaba la entrada de los Infiernos.

(7)La Esfinge era un monstruo femenino. Tenía rostro de mujer; pecho, patas y cola de león, y alas de ave de rapiña.

(8)Las Harpías eran aves con cabeza de mujer que raptaban a los niños y a las almas.

(9)Los Gigantes nacieron de la sangre de Urano, una vez que los órganos sexuales de este fueron mutilados por Cronos.

(10)Gíes era un gigante que tenía cien brazos y cincuenta cabezas.

(11) Referencia al Minotauro de la leyenda cretense.
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DE CIERTAS TRISTEZAS




Hace unos días, Antiqva, paseando por el campo, quizás un poco melancólico por las lluvias, decidió tomar algunas imágenes en blanco y negro. En ellas vemos las ramas de una higuera que despojadas de sus hojas y solitarias se recortan al cielo con unas desangeladas nubes de fondo.

Petita Petitesa, una buena amiga, reparando en que todo sugería que Antiqva ese día no estaba demasiado animado, publicó en su cuaderno lo siguiente:

“Creo que Antiqva me ha dado permiso para “sustraerle” unas fotos; digo creo, porque no he querido insistir mucho, no fuera que lo del permiso no estuviera muy claro.

Suelo sustraer fotografías de vez en cuando, solo las tomo y las guardo, después, en ocasiones las observo; no son fotografías “artísticas” de esas fabulosas que hay por la red, suelen ser imágenes que me llaman la atención, que creo, que de alguna manera ocultan más de lo que muestran. Me recuerdan a esas creencias indígenas que piensan, que si les tomas una fotografía, el alma del individuo fotografiado quedara presa irremediablemente en la imagen.

Yo estoy convencida, de que muchas fotografías tienen un alma dentro. Estas en particular, me parecen hechas a propósito para acompañar este poema de Dario Jaramillo Agude:




HOLA SOLEDAD


Bienvenida vieja amiga, te creí ausente y aquí estabas escondida, confundida conmigo;
bienvenida, ahora que te veo, bienvenida a tu más propia casa, el latido de mi sangre,
a ti te acojo en el tiempo largo del poema, en el suave sueño, en el hormigueo de mi mano izquierda,
ven, báñate conmigo, una ducha caliente que golpee la espalda,
-ah, desnudos sí que tú y yo somos uno solo-,
préstame una de tus camisas blancas de algodón,
ven, tomemos café, sin azúcar: así lo bebo solamente contigo,
amiga, ladilla, sombra,
y fumemos viendo el cambio de color de la montaña, fúndete conmigo para que pueda mirar cómo amanece,
ven, cántame una canción, aguántame la risa de gozarte hasta el tuétano, generosa mía,
llévame así, apacible, a este o aquel libro, deja que te lea en voz alta y dime si te aburres,
vuélvete música, almohada; convierte, maga, tu sustancia en humo, en el umbral de las visiones,
liba conmigo la euforia santa del silencio,
alucina, muchacha de mi vida, y cuenta tu cuento mientras yo, torpe, tomo tu dictado:
tacha siempre toda espera o esperanza, que no sienta el tiempo,
y baila conmigo la danza de la sonrisa en el ojo de la mente hasta caer inseparablemente
juntos, fulminados.”


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Creo que todos entenderéis que ahora Antiqva, pasados unos días, haya decidido incluir todo esto en su sección de "Premios", porque, sin duda, las palabras de Petita Petitesa son un bellisimo premio que uno ha recibido.




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jueves, 11 de diciembre de 2008

ABRAZADA






La mujer, en la noche, abrazada a la almohada, recordaba a los hombres a los que había amado.

Fue así como sus nombres fueron salvados del olvido.



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miércoles, 10 de diciembre de 2008

ASTRONOMÍA HERMÉTICA






“Siete astros errantes circulan por los caminos del Olimpo y con ellos se hila la eternidad. La Luna que brilla por la noche, el lúgubre Cronos (Saturno), el dulce Sol, la Venus de Pafos, protectora del himen, el valiente Aries (Marte), el fecundo Hermes (Mercurio), y Zeus (Júpiter), principio del nacimiento, fuente de la naturaleza.

Estos mismos ha recibido en dote la raza humana, y en nosotros están la Luna, Zeus, Aries, Afrodita, Cronos, el Sol y Hermes. Así extraemos nosotros del fluido etéreo las lágrimas, la risa, la cólera, la palabra, la generación, el sueño y el deseo.

Las lágrimas son Cronos, Zeus la generación, Hermes la palabra, Aries el valor, la Luna el sueño, Venus Citerea el deseo, y el Sol la risa, pues él regocija al pensamiento humano y al mundo infinito.”

Estobeo (Eglogas físicas; VI, 14)

NOTAS

-En la antigüedad clásica solamente se conocían cinco planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno), que junto con el Sol y la Luna eran los siete astros que formaban el Cielo Inferior.

-En el Cielo Superior, en el Octavo Cielo, era donde tenía su residencia, para los iniciados en los misterios, el Dios Creador.

-Estas ideas fueron recogidas por los hombres del Medievo, de modo que en ellas se encuentra el fundamento de que los posteriores edificios sagrados de planta octogonal, tanto en el Islam como en el Cristianismo, no sean sino representaciones simbólicas del cosmos y del proceso ascensional del hombre, que debe culminar –cuando alcanza el Octavo Cielo- con su visión del Creador.

Se pensaba que a través del octógono el hombre pasaba del cuadrado (la Tierra) al círculo (el Cielo) y atravesando las siete escalas planetarias arribaba al Cielo Superior, destino final de ese proceso de ascensión hierática hacia el Supremo.






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lunes, 8 de diciembre de 2008

AMANECERES





El Cristo de piedra,
cuando amanece,
se siente más cerca del Cristo del
cielo.





Con cierta frecuencia, cuando está amaneciendo, Antiqva suele pasear por algunos rincones de Córdoba por los que su espíritu siente una predilección especial. Uno de esos espacios es la Plaza de los Dolores, donde se alza la imagen del “Cristo de los faroles”.

En esta plaza y en su entorno más inmediato (la cuesta del Bailío) se concentran, al menos así piensa Antiqva, algunas de las esencias de la Córdoba de siglos pasados. Se trata de una plaza pequeña, rectangular, empedrada a la antigua usanza, que se muestra cercada por las fachadas y tapias de diversos edificios religiosos. Allí, cuando amanece, a la tenue luz de los faroles, este espacio se manifiesta rodeado de una soledad inmensa. Entonces, cuando “no pasa ni un alma”, absorto en sus pensamientos y contemplando la imagen, Antiqva quisiera creer que la soledad del momento y la magia que se desprende de las paredes de los conventos quizás podrían hacer que cada amanecer el Cristo de piedra durante unos segundos pudiera tener algo de vida. Quizás la piedra fuese capaz, durante unos instantes, de captar alguna desconocida energía del amanecer y el Cristo pudiera, realmente, estar latiendo.

Esa sensación tan bella como extraña tiene, por motivos obvios, una duración efímera. El misterio solo se mantiene durante unos pocos segundos, que son los que Antiqva ocupa en atravesar la plaza. Al momento, cuando Antiqva se va alejando, todo sugiere que la piedra vuelve a ser piedra. Posiblemente el ruido producido por mis pasos sea el culpable de que el milagro se desvanezca.




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viernes, 5 de diciembre de 2008

SU NOMBRE ES GINÉS LIÉBANA




“Su nombre es Ginés Liébana, de profesión activo.”



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COSAS DE ÁNGELES

Ángel (Ginés Liébana)

Autorretrato (Ginés Liébana)




“El lenguaje se convierte para este hombre en el lenguaje literario de la pintura. Está vinculado a Córdoba en el pensar, pintar y hablar en imágenes, bajo la mirada irónica de "Cántico", grupo de poesía al que pertenece.”


ACTO DE HOMENAJE EN CÓRDOBA


Estos días pasados Antiqva ha tenido oportunidad de conocer a Ginés Liébana, pintor y poeta integrado en el grupo “CÁNTICO” de poesía y arte.

En el curso de un emotivo acto de homenaje, Antiqva pudo tomar algunas imágenes de este hombre, tan contradictoriamente genial en el arte como sencillo en el trato, que uno guardará para siempre en lo más hondo de su alma.

En la “copa de vino” que siguió al homenaje pudo Antiqva conversar con él, lo que nos permitió evocar todo lo que “CÁNTICO” supuso en su día para la poesía española de la postguerra y, lo que es más importante, lo que supone hoy, cuando los poemas y las creaciones de estos hombres siguen luciendo con una luz brillante.

Y hablamos de sus poemas, y de sus pinturas, y de sus “ángeles”, y de la magia de Medina Zahara, y de la presencia de lo castellano en Andalucía, y de la influencia de al-Andalus en el Renacimiento, y de muchas cosas…

Algunos días pasan estas cosas.

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A GINÉS LIÉBANA

Ginés Liébana



“Te he buscado estos días en que mis versos quieren rodearte como el fuego rodea los leños encendidos.
Te he buscado estos días en todo lo que amabas…

Te busqué, casi triste,
en las hojas caídas, en los árboles viejos que recorta el crepúsculo, en los azahares húmedos
y junto a las columnas paganas de Santa Victoria
que el coro de colegialas cristianiza en la mañana del Jueves Santo.
Te busqué con el miedo de no encontrar tu huella…

(Te busqué…) en aquel patio que acaso has olvidado,
y que tiene un perfume íntimo y recogido
como tu alma.”

Pablo García Baena (Rumor oculto).

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jueves, 4 de diciembre de 2008

CATULO Y LESBIA




Vivamos, querida Lesbia, y amémonos,
y las habladurías de los viejos puritanos
nos importen todas un bledo.

Los soles pueden salir y ponerse;
nosotros, tan pronto acabe nuestra efímera vida,
tendremos que vivir una noche sin fin.

Dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después hasta dos mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos,
cuando se entere del total de nuestros besos.

Catulo (Poesías)



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domingo, 30 de noviembre de 2008

CACHARROS Y CACEROLAS

Juan Lascano




IMÁGENES Y PALABRAS HA LLEGADO A SU ENTRADA NÚMERO 500

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Los nebulosos recuerdos de la infancia me trasladan, envuelto en los sueños, a un caserón de adobe, de dos plantas, que se alzaba en el Paseo de Farnesio, frente a las tapias del ferrocarril, en Valladolid. Allí, en una vivienda de la planta superior, fue donde Antiqva vivió sus primeros años.

En el que quizás sea el primer recuerdo que tengo me veo, con cierta nitidez a pesar del tiempo pasado, sentado en una inmensa mesa hecha con tablones de madera (posiblemente la recuerdo tan grande porque Antiqva era muy niño). Estoy en la galería descubierta que se habría al patio interior y contemplo como la gata Perona, siempre hambrienta, se está atragantando con las escasas sobras de comida. Al poco, el pequeño Antiqva, enfrente de la gata, sentado, entre risas, consciente de que está siendo contemplado por su madre y su hermana, está canturreando una antiquísima canción: “Cocinero, cocinero…”, que posiblemente habrá escuchado hace un momento en la radio. Precisamente, estos días pasados pude localizar en ese rincón de sueños que es YouTube esa entrañable –para uno- cancioncilla.

Todo parece sugerir, como podréis ver, que en aquellos tiempos nebulosos Antiqva debía ser un pequeño diablo. En estos momentos parece que estoy escuchando como mi madre, algo sofocada, habla con mi abuela:

-“Madre –le dice-, el niño “nos ha salido” llorón… Por las noches se pone a llorar y no nos deja dormir… No sabemos cuantas noches llevamos sin poder “pegar un ojo”… Vaya con el niño…”

-“Pero Leo –le responde mi abuela- eso tiene una solución sencilla. Cuando el niño se despierte por la noche, le llevas a la cocina y le dejas allí jugando. Verás como se entretiene el solito. Se ve que es un niño vital y no necesita dormir mucho. Tú, hija, tranquila, le pones los zapatitos y dejas que juegue en la cocina.”

No fue necesario que mi abuela dijera aquello dos veces. Mi madre, tan bondadosa como ingenua, esa misma noche, cuando Antiqva comenzó a llorar, no lo dudó. Al poco, el niño estaba en la cocina, que era el lugar más caliente de la casa, él solo, para que se entretuviera con sus juegos.

Lo que no podía sospechar Leo, ni mi abuela, es que antes de que la primera hubiera podido llegar siquiera a la cama, Antiqva, que había abierto las puertas del armario de la cocina, había sacado de su interior varias sartenes, pucheros y cacharros, y maravillado con los metálicos ruidos que producían se había puesto, enloquecido, a golpear con una de las sartenes a los pucheros y cazuelas que había antes desparramado por el suelo.

Los gritos de las vecinas, al momento, rompieron el desarrollo de la infantil “cacerolada”:

-“Leo, Leo… -chillaba la señora Elena- ¿Qué pasa en tu cocina, que parece que se está cayendo todo…? ¿Ay, Dios mío, habrá que avisar a los bomberos…? –preguntaba a voces la señora Jesusa-…”

-“No, no…, no pasa nada… -se escuchó decir a mi madre-, es que el niño está jugando…”

Fue entonces cuando mi madre –estremecida- sintió que el atronador vocerío de la vecindad se incrementaba hasta alcanzar niveles insospechados. Parece ser –me habría de contar mucho tiempo después, entre risas, que en aquella casa, en la noche, nunca nadie había gritado así:

-“Pero Leo, mujer, por Dios, sujeta al niño, que nuestros maridos tienen que madrugar… Menuda “escandalera”… Vaya con el angelito… Pero a quien se le ocurre…”

Aquel entrañable acontecimiento habría de tener varias consecuencias que incidirían en el posterior desarrollo de Antiqva: de un lado, su madre, una adorable jovencita, maduró “de golpe” y dejó de prestar esa atención tan especial a algunos de los consejos de mi abuela; de otro, Antiqva supo pronto lo poco entrañable que resultaba que a uno le arrearan con la mano, suavemente, en ese adorable lugar en el que la espalda termina perdiendo su bello nombre.
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sábado, 29 de noviembre de 2008

NUEVO AMANECER




Nuestra amiga Costarossa (Mi vida ordinaria en una costa glamurosa) nos ha hecho seguir el premio "NUEVO AMANECER", en el que parece que el galardonado debe buscar una imagen que le haya atraido por algún motivo y pasar a nominar a ese otro blog de donde procede. La imagen elegida por Costarossa fue una que reproduce un detalle del lienzo de la etapa del esplendor califal de uno de los muros de la Mezquita de Córdoba. Decía nuestra amiga: "La foto que me gusta mucho es ésta y se la paso a Antiqva para que nos siga inspirando con las imágenes de Córdoba, una ciudad que me conquistó con su misterio y dónde me gustaría volver.
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Bueno, pues ahora Antiqva ha decidido publicar aquí una imagen tomada de ISIS DE LA NOCHE, a la que animanos a proseguir con este, digamos, juego. Y lo hacemos porque nuestra amiga Isis, tan mistérica y tan estudiosa de lo profundo, siempre nos atrae con la magia de sus palabras.

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viernes, 28 de noviembre de 2008

jueves, 27 de noviembre de 2008

PEQUEÑO CUENTO TRISTE





El hombre, que caminaba abatido, suspiró con fuerza.

Fue entonces cuando algunos vieron como su alma, aprovechando el momento del suspiro, salía de su cuerpo y corría deslumbrado tras los ojos de una mujer con la que poco antes se había cruzado.

Parece que el alma, poseído por una extraña fascinación, nunca regresó, pero cuentan algunos que el hombre, tan abatido, nunca llegó a reparar en ese abandono.
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martes, 25 de noviembre de 2008

DE TRES AMIGAS

¡Gracias, Costarossa!

¡Gracias, Marinel!

¡Gracias, Susuru!


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En estos últimos días Antiqva, un tipo afortunado, ha recibido tres muestras de afecto por parte de tres amigas "invisibles": Susuru, desde Argentina, le ha mandado un beso de esos que se sienten en la mejilla; Marinel, entrañable amiga de estas cosas de Internet, le hace saber que está contenta de considerarle su amigo (¡qué honor para uno, claro...!) y Costarossa, que debe saber que a Antiqva le tienen medio locos unos gatos de vida nocturna le ha hecho llegar un galardón que premia precisamente esa "alevosa nocturnidad" tan propia de los felinos.... Gracias, amigas, por estas muestras de efecto, que Antiqva envía de corazón a todas aquellas personas que de vez en cuando vienen leyendo estas "Imágenes y palabras".
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LA MALDICIÓN DE SINUHÉ (Y II)

El difunto es conducido por Anubis al Juicio de Osiris



La terrible noticia se divulgó por la ciudad con la rapidez con que la luz del amanecer irrumpe en la tierra. Pronto todos los hombres supieron que Sinuhé, el que había sido médico del rey, posiblemente no había podido alcanzar la inmortalidad.

Pronto, también, los rumores comenzaron a extenderse por los barrios de Tebas. Eran muchos los que sabían que Senet, el sacerdote que había dirigido los ritos funerarios, el hombre que revestido con la piel de un leopardo había viajado al más allá para buscar el Ka de Sinuhé, no era precisamente un hombre adornado por las virtudes que son gratas a los dioses. Muchos sabían de su amor a la cerveza y de la pasión que sentía por las mujeres y pronto se comenzó a escuchar que en la noche que precedió a los funerales se le había visto acompañado de Nerit, una cortesana que con su cuerpo hacía gratas las horas de los hombres sin escrúpulos.

Todo sugería que en ese abominable acto de impiedad podía encontrarse la causa de la desgracia que se había abatido sobre Sinuhé. Se sabía que los dioses tenían establecido que los sacerdotes que hubieran de llevar a cabo los ritos funerarios debían estar plenamente puros, pulcros en el lavado y vestido, sin haber comido alimentos impuros y sin haber mantenido relaciones sexuales con mujer alguna. Senet, que había gozado con el cuerpo de Nerit la noche anterior, era un hombre impuro. Nunca hubiera debido participar en los rituales que habrían de devolver la vida a Sinuhé. Poseído por el vicio había sido incapaz de arribar al Reino de los Muertos, y todo hacía pensar que el Ka de Sinuhé había quedado extraviado en el Inframundo por toda la eternidad.

Las sospechas se confirmaron pronto. A la mañana siguiente Senet fue encontrado muerto en su lecho. Nadie vertió lágrimas por él. Merecía morir por el acto de impiedad que había cometido. Nadie se ocupó de sus funerales. Su nombre fue borrado de los libros. Su cuerpo fue quemado y sus huesos quedaron abandonados en la Tierra Roja del desierto.

Muchos hombres sabían que Sesostris, cuando hizo construir la tumba de Sinuhé, había ordenado grabar en una de las paredes la más terrible de las maldiciones:

“Oh, viajero que llegas a la tumba de Sinuhé. Pronuncia mi nombre para que sea recordado por toda la eternidad. Un hombre vuelve a la vida cuando su nombre es pronunciado. Oh, viajero, pide también ofrendas para mi a los dioses, que nunca falten en mi tumba las ofrendas de pan y de cerveza. Pide para mi que nunca falten en mi tumba todas las cosas buenas. Si así lo haces, mi espíritu velará por ti durante toda la eternidad.

Oh, quienquiera que seas, que llegues a esta tumba en estado de impureza o con malas intenciones: se consciente de que el espíritu de Sinuhé te atrapará en la noche, como si fueras un pajarillo, y te destrozará con sus manos. Ten además la certeza de que Sinuhé te denunciará ante el Tribunal de los Dioses y que estos ordenaran que seas aniquilado de inmediato, por toda la eternidad.”

Y fue así como aquella noche todos los hombres y todas las mujeres de Tebas se sintieron felices. La maldición de Sinuhé había producido su efecto y Senet, el sacerdote impuro, había sido aniquilado. Además, el triunfo de Sinuhé confirmaba que el que había sido médico del rey, con sus grandes conocimientos de magia, había sido capaz –él solo, iniciado en los Grandes Misterios- de encontrar su Ka en el Reino de los Muertos, e igualmente todo nos decía que su espíritu había superado el Juicio de Osiris y había podido acceder, finalmente, a la existencia feliz durante Millones de Años.

Todos supimos así, envueltos en la alegría, que Sinuhé había sido declarado “Justo de Voz” por el Tribunal de los Dioses.


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lunes, 24 de noviembre de 2008

LA MALDICIÓN DE SINUHÉ (I)

El oficiante, cubierto con una piel de leopardo, va a realizar el ritual de la Apertura de la Boca a la momia




Ese día se iban a celebrar los funerales de Sinuhé y todos los hombres y mujeres de Tebas habían llorado.

Hacía muchos años, Sinuhé, que había sido médico en la Gran Mansión de Amenemes I, había quedado atrapado en el miedo cuando tuvo conocimiento de que el rey había sido asesinado. De forma apresurada, invadido por el temor, decidió abandonar la Tierra Negra y encaminó sus pasos al país de los asiáticos, cruzando los Muros del Príncipe, en la noche, tal y como hacen los fugitivos.

Habrían de pasar muchos años para que Sinuhé, ya envejecido, tuviera conocimiento de que Sesostris, hijo de Amenemes, había tenido piedad de él. Le había hecho saber que no deseaba que Sinuhé muriera en las tierras de los asiáticos sino que quería que retornase a Egipto para morir y ser enterrado en la Tierra Negra.

Fue así como Sinuhé, sintiendo un inmenso alborozo, abandonó las arenas en las que vivía y retornó a su amada Tebas, en donde fue recibido por nuestro rey en medio de una gran alegría. Ordenó entonces Sesostris que fuese construida para él una tumba magnífica en la necrópolis de la Tierra Roja y se preocupó también de que todas las necesidades de este hombre, mientras viviese y luego tras la muerte fuesen atendidas adecuadamente. Con esa finalidad, ordenó Sesostris que se le nombrara un Sacerdote Funerario, que habría de encargarse de los cultos debidos a su Ka una vez que Sinuhé arribase al momento de partir al mas allá. Para atender los gastos que implicaba ese culto funerario mandó también el rey que se le asignaran las rentas a producir por una explotación agrícola que concedió a Sinuhé, tanto mientras viviese como luego, durante toda la eternidad, para el mantenimiento de su memoria.


LOS FUNERALES

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Muerto Sinuhé, una vez que su cuerpo fue embalsamado en la Casa de la Muerte, el sarcófago que contenía su momia, tras cruzar las aguas del Nilo y arribar a la orilla de la Muerte, situada el oeste de Tebas, fue colocado sobre un trineo del que tiraban dos bueyes. Abrían la comitiva funeraria dos Sacerdotes Puros, que iban arrojando agua y leche delante del trineo en la justa cantidad para evitar que este se hundiera en la arena, una vez que esta había sido humedecida y pisada.

Llegados a la puerta de la tumba el Sacerdote Lector fue recitando las fórmulas mágicas en tanto que el Sacerdote del Ka procedió a tocar la boca de Sinuhé con una azuela de hierro celeste, para conseguir que la vida retornara al cuerpo momificado.

Dijo el Sacerdote Lector: “Salve Osiris, Toro del Occidente, soy Sinuhé, el más divino de los dioses protectores. He luchado por ti. Soy uno de los dioses del tribunal que ha proclamado justo a Osiris en el día del peso de las palabras. Pertenezco a tus gentes, Osiris. Soy uno de los hijos de Nut que masacraron a los enemigos de Osiris y que capturaron a los que se habían rebelado contra él…”

Y prosiguió: “¡Oh vosotros, espíritus que abrís los caminos, que despejáis los senderos a las almas perfectas que caminan hacia la mansión de Osiris! ¡Abrid los caminos a Sinuhé, despejad los caminos a su alma, que está purificada con vosotros…”

Y mientras la boca era tocada con la azuela fabricada con hierro celeste: “Que mi boca sea abierta por Ptah, que las vendas que amordazaban mi boca sean desatadas por el dios de mi ciudad… Mi boca me ha sido restituida, mi boca me ha sido abierta… ¡Qué los dioses rechacen cuantos sortilegios y conjuros mágicos se hagan contra mí! ¡Qué se apongan a ellos todos y cada uno de los dioses de la Enéada!”

Todos sentimos una emoción de especial intensidad cuando llegó el momento en que el Sacerdote, cubierto con una piel de leopardo, tras recitar diversos conjuros a un ritmo trepidante, envuelto en el humo del divino incienso y atrapado en el ruido de los tambores que tocaban de manera frenética varios hombres mientras bailaban la danza de los “muu”, fue entrando en estado de trance. Todos sabíamos que ese era un momento de gran peligro, ya que el sacerdote, protegido por la piel de la fiera, debía entrar en el Reino de los Muertos y regresar con el Ka de Sinuhé, que tendría de nuevo que incorporarse a su cuerpo momificado para que la vida retornara.

Con preocupación, todos nos fuimos dando cuenta, envueltos en un gran pesar, de que algo inusual estaba sucediendo. El Sacerdote, cada cierto tiempo, abandonaba su estado de delirio pero todos veíamos que el ansiado retorno del Ka de Sinuhé no se producía. Pasaron las horas y llegó el momento de dar comienzo a los rituales de las Cuatro Antorchas de Glorificación; había llegado la noche y el espíritu de Sinuhé debía atravesar las siete puertas de Osiris, situadas en el Reino de los Muertos, único medio de llegar a la Sala de la Doble Maat, donde su corazón habría de superar el Juicio de Osiris para, si era declarado Justo, poder acceder a la inmortalidad. Fueron realizados los rituales de las antorchas, pero todos sentimos que la Luz de Ra no parecía atraída por los conjuros y el cuerpo de Sinuhé, quizás desprovisto de su Ka, hubo de quedar, al fin, depositado en la tumba. Todos los hombres y todas las mujeres lloraban, ya que pensaban que la momia de Sinuhé, quizás, no había podido retornar a la vida, y por tanto la inmortalidad le habría sido negada. De ser así, su espíritu habría sido aniquilado.



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domingo, 23 de noviembre de 2008

ALQUIMIAS Y SOLOMILLOS TURDETANOS

Solomillos turdetanos


Natacha al acecho, por si sobra algo...




Proseguimos avanzando en nuestra acreditada sección de “Cocina Recreativa”.

Son pocos los que saben que solamente algunos tenemos conocimiento de que ciertos procesos alquímicos especialmente sofisticados permiten transmutar unas piezas de solomillo ibérico en un suculento bocado en el que se integran todas las virtudes tradicionalmente reconocidas a los pueblos integrados en las antiguas culturas turdetanas, es decir propias de la tierra de María Santísima.

En un acto impío de divulgación de esos procesos misterios Antiqva ofrece hoy a sus amig@s ese ignorado proceso de transmutación, que hasta ahora solo se había trasmitido de viva voz, de madres a hijas, como las buenas herencias.

Veamos lo que dice esa tradición:

Ante todo, las piezas de solomillo se deben sacar del frigorífico y han de situarse sobre una plancha o sartén sin aceite, con la finalidad de que se vayan “plancheando” en su propio jugo. Se añadirá sal gorda. ¡Ah, la Divina Sal…! ¿Qué tiempos aquellos en que nadie sabía que la sal era cloruro de sodio…!

Cuando las piezas estén prácticamente “plancheadas”, al gusto de cada uno, que Antiqva en eso no se mete, se debe verter sobre ellas un chorrito de aceite de oliva virgen extra elaborado en la Subbética cordobesa, comarca donde siguen todavía produciendo el aceite del mismo modo que lo hacían los romanos.

Lo esencial del proceso es que el aceite no se fría, es decir que no se queme, con objeto de evitar sufrimientos estériles y que sus propiedades “vivas” se incorporen a la carne. Una vez retirados los solomillos de la plancha puede resultar de interés añadir unos toques de pimienta y de hierbas provenzales.

En la imagen mostramos el resultado final del proceso. A los solomillos turdetanos se ha incorporado una fritanga de verduras (alcachofas, apio, zanahoria, pimientos verdes y rojos, champiñones, cebolla y jamón) cuyo proceso de elaboración no estamos autorizados a divulgar en este momento; vamos, que María se niega a darme la receta, ya que tiene miedo de que me corte algún dedo o me queme con las sartenes.

Esta receta mistérica, debido a la incorporación de procesos alquímicos que consiguen la transmutación de las propiedades físicas de los solomillos, que pasan de ser carne cruda y muy fría, por eso de haber estado en el frigorífico, a convertirse en un bocado suculento, es una cosa verdaderamente secreta; no debes permitir que las gentes de condición inferior la conozcan, en cualquier lugar en que te encuentres, y no debes permitir que la conozcan los habladores ni ninguna otra persona, excepto tú y tu verdadero Amigo íntimo.

¡Esta receta –dicen los antiguos- ha sido verdaderamente eficaz millones de veces!

Los iniciados en los misterios saben que las propiedades del bocado mejoran, incluso, si el plato se acompaña con una copa de vino tinto de la Denominación de Origen “Ribera del Duero”, ya que a las reconocidas virtudes gastronómicas de los solomillos turdetanos se unirán ahora las exquisitas propiedades de los vinos vacceos de la tan celtibérica como vieja Castilla.


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jueves, 20 de noviembre de 2008

OTRO ADIÓS



La mermelada duró más que el amor…,
no tendré que bajar ya por la confitura.
Chillan los gorriones no informados:
¡Levantaos amantes que dormís las mañanas frías!
Terminaron los desayunos para dos.
Vuelve a tu duro pan de solitario.

Pablo García Baena (Otro adiós)

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-En un acto presidido por la propia Reina fue ayer entregado a Pablo García Baena, poeta cordobés, el decimoséptimo Premio “Reina Sofía de Poesía Iberoamericana”. Se ha querido reconocer la contribución del poeta al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España mediante el culto a la belleza, la palabra y la sensibilidad.


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miércoles, 19 de noviembre de 2008

DE PIEDRAS, ALMAS Y HADAS










A veces, caminando entre los arroyos de la Sierra, arriba uno a lugares perdidos en los que se conservan vestigios que nos hablan de otros tiempos pasados en que allí habitaron seres de leyenda: hadas, elfos, cíclopes, enanos del Misterio... Esos lugares, en los que se siente que la energía de la tierra explota de súbito y que Antiqva sabe reconocer con facilidad, se distinguen, de un lado, por presentar una vegetación exhuberante, y de otro por mantenerse todavía en pie algunas construcciones que cayeron en desuso hace cientos de años, cuando esas gentes tan especiales se extinguieron. Es el caso de ese puente de la imagen, cuyo alma se mantiene todavía en pie, en medio de ningún lado, en el viejo cauce del Arroyo del Molino, en Santa María de Trassierra... Quién sabe adonde podría conducirnos el espíritu de ese viejísimo puente, tan solitario, tan perdido en la memoria, si uno se atreviera a cruzarlo y se adentrara en la espesura...


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EMOCIONES





Escribía para liberarse de sus emociones. Una vez trasladadas al blog, la mujer –mientras suspiraba- era consciente de que el problema había pasado a ser de otro.
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lunes, 17 de noviembre de 2008

ARTES

Boceto de mujer, Rodin


No conoce al arte de la navegación
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer, remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas.

Cristina Peri Rossi (Bitácora)

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domingo, 16 de noviembre de 2008

ROBOS



En la noche entraremos
a robar
una rama florida.

Pablo Neruda (La rama robada)



-El acebuche (olivo silvestre) de la imagen, traído de la sierra en las entrañas de algún pájaro, fue robado por Antiqva a la naturaleza hace unos años y plantado en una maceta. Algo de cariño debe de haberle llegado cuando pasado tanto tiempo sigue viviendo, tan feliz como destartalado, a pesar de que es sabido que las plantas silvestres no suelen admitir el cautiverio. Esa prisión, para tranquilidad de las mentes sensibles, salvó sin duda la vida de la planta, que en otro caso habría sucumbido a los herbicidas de uso agrícola.

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viernes, 14 de noviembre de 2008

PAISAJES DE ANTIQVA




Amig@s, si os animáis a ver "El libro de las Aguas" sed conscientes, cuando estéis contemplando los paisajes de Sierra Morena, que por lugares como esos es por donde Antiqva, de vez en cuando, disfruta caminando. Esa luz tan intensa, esos musgos amarillentos en las encinas, esos cielos, son los mismos por los que Antiqva se siente tan atraído...


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EL LIBRO DE LAS AGUAS



Ayer se estrenó en Córdoba “El libro de las aguas”, película dirigida por Giménez Rico, que ha insistido en su esfuerzo por adaptar al cine la obra de Alejandro López Andrada, que aunque se trate de una novela está impregnada de una atmósfera profundamente poética.

El director del filme ha querido poner de relieve que encontró una atmósfera triste y melancólica en el texto, "una atmósfera que me cautivó". Se refirió a las consecuencias terribles de la guerra civil y la imposibilidad de la historia de amor entre dos jóvenes narrada en la película.

Por su parte, el autor de la novela, Alejandro López Andrada, ha manifestado ayer que tras ver por primera vez la película se sentía emocionado y se le habían escapado algunas lágrimas. Dijo que la película respeta en su esencia todo el espíritu de la novela. “Mi mirada es poética y la suya es cinematográfica. Ha logrado captar a la perfección el alma del Valle de los Pedroches".
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VOLVER AL SUR



"Me gusta sentir tristeza por aquel mundo perdido en el que ya no podré entrar."
Orham Pamuk






"El aire del sur, como una flor de escaramujo, ha hundido en mi sangre el aroma de aquel tiempo. He vuelto a pisar, de nuevo, el mismo mundo; todo parece igual, nada ha cambiado. El silencio, las ruinas, la soledad y un perfecto abandono siguen siendo los dueños de este paisaje: igual que antes. Sin embargo, si miro atrás, sólo veo lluvia y un hombre perdido huyendo entre las aguas. A pesar de intentarlo, no sé reconocerme. Me siento un extraño en este inhóspito rincón, en este paraje herido por las sombras donde no habita nadie que no sean los autillos cruzando, al anochecer, el cielo negro. En este lugar, ahora mismo, no soy yo. Aquél que escapó de esta tierra desolada, tras sortear la muerte, ya no existe. Sólo flotan escombros dentro de mi alma. En mi corazón fermentan los recuerdos."

Alejandro López Andrada (El libro de las aguas)




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miércoles, 12 de noviembre de 2008

LIBRO PARA SALIR A LA LUZ DEL DÍA





El “Libro de los Muertos” de los antiguos egipcios contiene diversas fórmulas mágicas cuya finalidad, curiosamente, no es ayudar a los espíritus de las personas fallecidas sino que se pretende que sean conocidas y practicadas por hombres que todavía viven y que previamente han sido iniciados en los misterios de la vida y la muerte.

Los antiguos egipcios entendían la muerte como un proceso de liberación en el que el espíritu, abandonando la materia, pasaba por una glorificación que culminaba con su llegada a la Luz y su transformación en akh (espíritu luminoso o ser de Luz asimilado al gran dios primordial).

El “Libro de los Muertos” es el nombre que damos nosotros a un conjunto de rituales y conjuros que los egipcios denominaban como “Libro para salir a la Luz del día”. Con la ayuda de los textos mágicos que lo integran, el espíritu del fallecido veía facilitado su tránsito al más allá, ya que antes de alcanzar la glorificación debía superar diversas pruebas para lo que resultaba especialmente valiosa la ayuda de la magia del libro.

El “Libro de los Muertos” era un manual que, en principio, solamente habría de ser leído por el fallecido, en su tránsito al Reino de Osiris, así como por el Sacerdote Lector (Jery-Hebet), instruido previamente en la Casa de la Vida, con ocasión de los rituales que habrían de celebrarse en la tumba del difunto. Los conjuros que se integran en el libro, dotados de unos intensos poderes mágicos, formaban parte de un conocimiento secreto e iniciático al que los profanos no podían tener acceso.

Ese carácter iniciático del conocimiento sagrado que envuelve al “Libro de los Muertos” y, en general, a los textos religiosos y funerarios egipcios, hace que en nuestro tiempo su contenido se nos presente como contradictorio y carente de sentido. El hombre moderno ha perdido el vinculo con lo trascendente y las inscripciones mágicas que emanan de la espiritualidad egipcia se nos muestran tremendamente alejadas en el tiempo, careciendo por nuestra parte de las claves que permitirían comprender su significado liberador del espíritu del hombre dominado hasta su muerte por los sentidos materiales.


Misterios egipcios
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De entre los misterios egipcios sobresalen, posiblemente por el conocimiento que de ellos tuvieron los filósofos griegos que viajaron a Egipto, los relacionados con el mito de la muerte de Osiris y su resurrección mágica gracias a los poderes de su esposa Isis.

Los misterios de la muerte y la resurrección de Osiris constituían unas enseñanzas iniciáticas que se desarrollaban en las Casas de la Vida. Eran recibidas, envueltas en el sigilo y el secreto, por grupos de adeptos que después de haber probado que eran merecedores de ello por sus cualidades morales y personales eran instruidos en esos legendarios conocimientos que nos hablaban de la vida después de la muerte. El origen de los antiquísimos cultos mistéricos egipcios se remonta a unos tiempos en que estos hombres, todavía, ni siquiera habían llegado a conocer la escritura. De acuerdo con estas enseñanzas iniciáticas, del mismo modo que Osiris, tras su pasión y muerte, fue resucitado y glorificado por la magia de Isis, también los iniciados en los misterios tenían la esperanza de que el hombre, cuando le llegase la muerte, habría de renacer de nuevo y transfigurarse en Dios.

Los conjuros, ritos y creencias que se plasman en el “Libro de los Muertos”, que en buena parte recopilan anteriores escritos procedentes de los ”Textos de las Pirámides” y de los “Textos de los Sarcófagos”, no pretenden, en suma, sino ayudar al difunto, iniciado en los misterios, a superar las trabas que habrá de vencer en el proceso de glorificación que le han de permitir transformarse en un espíritu de Luz.

Los antiguos egipcios nos han dejado algunas referencias que nos hablan de la creencia, propia, sin duda, solamente de los círculos de iniciados en los misterios, de que el hombre es Dios no solo en el más allá, tras superar el proceso de glorificación que antes hemos apuntado, sino también aquí, en nuestro mundo inferior. Existen, en ese sentido, algunas inscripciones que nos sugieren que los textos mágicos eran ofrecidos a círculos de iniciados que tenían oportunidad de acceder en vida a unos conocimientos sagrados de gran trascendencia. François Daumas cita a un personaje que buen conocedor de las cuestiones teológicas parece aludir en su biografía a las enseñanzas iniciáticas a las que habría tenido acceso. El individuo, un tal Paheri El Kab, que nos habla de un modo ciertamente sibilino, para no traicionar la obligación que tiene de guardar secreto, nos dejó escrito lo siguiente:

“He sido puesto en la balanza. He salido de ella examinado, intacto, salvado. Yo iba y venía, con las mismas cualidades en mi corazón. No he dicho mentiras contra nadie, pues conocía al Dios que está en el hombre, estaba perfectamente instruido y sabía distinguir esto de aquello. He cumplido con todas las cosas con arreglo a las palabras.”

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martes, 11 de noviembre de 2008

FRUTOS DEL BOSQUE

Hongos en la umbría
(Sierra Morena - Hornachuelos - Córdoba)




A través de cosas sencillas, paseando por las sierras, se sentía cada vez más cerca de aquella “Gran Madre” a la que los hombres de la Prehistoria habían rendido culto.





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MUJERES DE ROMA

Venus (Museos Capitolinos, Roma)



Hoy Publio Ovidio ha tratado de desnudarme a plena luz del día. Según él, nuestros cuerpos están hechos para ser contemplados y los dioses no pueden aprobar en modo alguno que los ocultemos. Le he manifestado mi vergüenza, y creo, incluso, que mis mejillas se han puesto más rojas que si hubiera bebido una copa de vino sin agua. “Mira la Venus que esculpió Praxíteles” – insistía –. “Ni siquiera ese gran artista respetó el pudor de la diosa. Y dime ¿no te gustaría saber si me pareces más hermosa que ella?” Le he vuelto la espalda para ocultar mi azoramiento y él, aprovechándose de mi debilidad, me ha mordisqueado la nuca y murmurado al oído: “No podré escribir ni un solo verso más si te obstinas en negarle a mis ojos toda posibilidad de inspiración. Y dirán los siglos venideros que fue Corina la culpable de que enmudeciera mi poesía”. Haciendo inútiles esfuerzos para zafarme he protestado: ”Jamás había escuchado argumentos más vacíos!”. Pero sus manos… ¡Ay sus manos...! Esas no necesitan argumentos.

Isabel Barceló (Corina habla de su siesta con Ovidio)

(Antiqva ha temblado de emoción al ver que la autora le ha dedicado este texto en su blog MUJERES DE ROMA. Si entráis en él, lo que os recomiendo, podréis conocer los motivos.)