Imagen: Antiqva“Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.”
Hubo un tiempo en que en España no había primaveras. Fue entonces cuando, en la cárcel, terminada la guerra, Miguel Hernández (“sólo por amor odiado, sólo por amor…”) habría de escribir “Cancionero y romancero de ausencias”.
Privado de libertad y sintiendo la cercanía de la muerte, Miguel Hernández, con unos versos desnudos, carentes de artificios, nos habló del amor a la esposa y al hijo, de la guerra, de la cárcel, de las heridas de la vida, de la muerte…
Sería entonces, en esos tiempos en que los hombres desconocieron lo que era la piedad, cuando el poeta habría de escribir sus conmovedoras “Nanas de la cebolla”.
Miguel Hernández había nacido el 30 de octubre de 2010. Murió en la cárcel de Alicante, enfermo de tuberculosis, cuando tenía 31 años.
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Privado de libertad y sintiendo la cercanía de la muerte, Miguel Hernández, con unos versos desnudos, carentes de artificios, nos habló del amor a la esposa y al hijo, de la guerra, de la cárcel, de las heridas de la vida, de la muerte…
Sería entonces, en esos tiempos en que los hombres desconocieron lo que era la piedad, cuando el poeta habría de escribir sus conmovedoras “Nanas de la cebolla”.
Miguel Hernández había nacido el 30 de octubre de 2010. Murió en la cárcel de Alicante, enfermo de tuberculosis, cuando tenía 31 años.
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Un gran poeta que como otros,se ubicó junto a las estrellas demasiado pronto.Excesivamente pronto.
ResponderEliminarUna lástima que te hace llorar como sus nanas.
Besos.
Con tre heridas, llegó el hombre despierto y luminoso, y con mil heridas lo mataron lentamente, triste aunque vuela para siempre, Miguel.
ResponderEliminar"Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea" nanas de la cebolla.
A veces me pregunto cuántas maravillas más nos habría dejado Miguel, de no haber sido asesinado a tan pronta edad...
ResponderEliminarMiguel Hernández reflejó en casi toda su poesía el contraste entre el amor y el dolor. La vida y la muerte, la esperanza y el desánimo...
ResponderEliminarEscribir en las trincheras... mientras tu hijo crece en las entrañas de tu amor... es lo que tiene.
Bellos, muy bellos algunos de sus poemas.
Un beso, precioso.
Natacha.
Ya me quedan menos exámenes.. y entonces... volveré.
quan injustos somos cuando hacemos justicia
ResponderEliminarmas nos valdria aprender a perdonar
un saludo, camarada.
No importa el orden, las heridas siguen.
ResponderEliminarUn entrañable homenaje, recordando las primaveras ausentes.
Una sonrisa
Miguel Hernández es mi poeta preferido, pero fíjate qué fallo tengo que no me puedo perdonar, el no saber que murió tan joven y de qué, Antiqva, no veas cómo te agradezco la información que nos das.
ResponderEliminarFeliz semana, amigo.
Un beso.
Leí el Cancionero cuando tenía diecisiete años. Hoy, tantísimos años después, vengo a leerlo a tu blog, y Miguel renace.
ResponderEliminartristes hombres
si no mueren de amores
tristes,tristes
un beso*
Buenas tardes amigo.
ResponderEliminarUn bello homenaje,lleno de emoción sin contención,como no estremecerse con Nanas de la cebolla....Miguel Hernández y sus letras tambien es universal como el dolor la pena y la incomprensión.
Un fuerte abrazo.