Ni las novicias más montaraces ni las más persuasivas habían logrado que dijera una palabra desde que la llevaron al convento. Una mañana, cuando estaba aguando la cal en el balde, oyó una música de cuerdas que parecía una luz más diáfana en la luz del desierto. Cautivada por el milagro, se asomó a un salón inmenso y vacío de paredes desnudas y ventanas grandes por donde entraba a golpes y se quedaba estancada la claridad deslumbrante de junio, y en el centro del salón vio a una monja bella que no había visto antes, tocando un oratorio de Pascua en el clavicémbalo. Eréndira escuchó la música sin parpadear, con el alma en un hilo, hasta que sonó la campana para comer. Después del almuerzo, mientras blanqueaba la escalera con la brocha de esparto, esperó a que todas las novicias acabaran de subir y bajar, se quedó sola, donde nadie pudiera oírla, y entonces habló por primera vez desde que entró en el convento.
-Soy feliz –dijo.
De modo que a la abuela se le acabaron las esperanzas de que Eréndira escapara para volver con ella…
Gabriel García Márquez – La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada
ResponderEliminar✿⊰⎠
Fotografia magnífica!
Bom domingo! Boa semana!
Beijinhos.
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Hoy nos traes a un lugar donde se respira la paz y la tranquilidad, esos muros del convento se presta al diàlogo interior y al meditación. Me gusta la buena luz y nitidez de la images así vomo su magnífico encuadre. Que pases un buen puente de Andalucía, a mí ya se me acaban los días de vacaciones, dentro de una hora emprendo el viaje de regreso a casa con la tarjeta de la càmara cargada de imàgenes. Besos
ResponderEliminarBonito encuadre Ildefonso y como siempre impecable revelado, creo que voy a releer el cuento de la cándida Erendrina, en su momento me fascinó.
ResponderEliminarUn abrazo
Como siempre, el texto un acierto y la imagen un auténtico lujo.
ResponderEliminarUn abrazo Ildefonso
I really do enjoy your work Ildefonso. You put me inside these places. And thanks for your visits. Un abrazo.
ResponderEliminarthe places you show are always so nice ! and like Bill said, you put me inside too !
ResponderEliminarA García Márquez le hubiera encantado ilustrar este pasaje de su libro con tu preciosa foto. Qué bien escribíe el maestro. Uf, me quedo boquiabierta siempre que me topo con sus textos.
ResponderEliminarY también me quedo boquiabierta viendo con que maestría, nitidez y armonía nos vas encuadrando esos rincones para que disfrutemos con tanta belleza a bocaditos. Qué luz, qué cielo.
Un placer.
Besos,
encontraste el lugar perfecto para ilustrar la historia de ese milagro humano que es la música...
ResponderEliminarcariños!
No grass growing, but kivetus is beautiful.
ResponderEliminarGreat historic figure.
Have a nice week!
Magnífica. Vamos... como siempre.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Al fin encontró la felicidad :) Y feliz me hace esta bella imagen y su formidable definición y composición. Es una preciosidad Ildefonso:)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Bonito rincón nos acercas en una estupenda fotografía.
ResponderEliminarSaludos.
Excelente por encuadre, luz y nitidez. Viendo fotos como ésta se reconcilia uno con el hdr.
ResponderEliminarUn abrazo,
Excelente fragmento, que manera tan sabia de introducir esa declaración de principios. Y es que esos monasterios tienen algo entre sus piedras que destilan calma y, claro, puede ser que felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Bella imagen, Ildefonso.
ResponderEliminarCuantas historias calladas se guardan en los conventos !!!
Un abrazo.
Wonderful image. This old building is lovely.
ResponderEliminarSe me ha encogido el alma leyéndo este relato. Tu foto es el perfecto escenario.
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana!
bel effet et intéressant lieu
ResponderEliminarFelices nos hace a todos la música ;) Fantásticos contrastes.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un beso.
¡Qué bien le va la foto a este genio!
ResponderEliminarUn beso
Demuestras con esta foto y este magnifico texto, aunque no sea tuyo, que eres persona snsible. Enhorabuena querido amigo Ilde.
ResponderEliminarBellísimo edificio! En cuanto a la felicidad... uno nunca sabe de qué modo e le va a presentar; el caso es que aparezca.
ResponderEliminarbsÖs.