Imágenes: Antiqva
“A los dioses Manes. Aquí yace Quinto Mario Optatus, natural de Celti y de edad de veinte años. ¡Ay dolor! ¡Oh tú, caminante, que pasas por este camino!, entérate de quién fue el joven cuyos restos se conservan dentro de esta tumba. Apiádate de él y ofrécele tu saludo. Era diestro en lanzar el arpón y el anzuelo al río, donde conseguía abundante pesca; sabía como cazador hundir su jabalina en el corazón de las fieras más bravas; sabía también aprisionar a las aves con varetas armadas en liga. Cuidaba, además, del cultivo de los bosques sagrados, y a ti, ¡oh Diana!, en Delphos nacida, casta, virgen y triforme luna, cumpliendo un voto hecho construyó un santuario protector de la floresta umbría. En el gran predio de su heredad dio feliz impulso a las labores agrícolas, requiriendo que por ellas se juntasen los dilatados valles a los declives pintorescos y las cumbres ásperas de la sierra, ya rompiendo tierras eriales con el arado, ya encerrando y abrigando cuidadosamente preparados los tiernos sarmientos de la vid…”
Esta inscripción funeraria nos habla de la pasión de Quinto Mario, un joven romano, por todo aquello que se relacionaba con la naturaleza y las actividades agrícolas. La lápida se encontró en la población sevillana de Peñaflor, que en tiempos romanos se llamaba Celti.
Peñaflor es un pequeño pueblo situado en las inmediaciones del Guadalquivir (Betis), casi enfrente del paraje en el que el Genil (Singilis) vierte sus aguas al gran río de Andalucía. En el entorno de Peñaflor se alzan las estribaciones de Sierra Morena, a cuyos montes se hace mención en el epitafio. De aquellos olvidados tiempos todavía se conservan en las orillas del Guadalquivir unas imponentes murallas alzadas con enormes sillares que siempre que las contemplamos llaman poderosamente nuestra atención por su aspecto claramente ciclópeo.
Tomando fotografías de las sólidas murallas de Celti uno no puede sino recordar aquella mención de la Biblia (Génesis 6,4) en la que al hablar de los pueblos que existieron antes del Diluvio se dice que: “en aquel tiempo habitaban la tierra los gigantes…”
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Y quien sabe si no fuese cierto y alguna vez los giganes habitasen este mundo...
ResponderEliminarDesde luego si leemos y vemos tus posts,no creemos que haya nada imposible...
Besos,Antiqva.
Perdón...quería decir gigantes,como habrás supuesto...
ResponderEliminarEn realidad es una manera de llamarlos,que data del siglo IV AD con el que se dirigían a los seres venidos de detrás de las montañas,donde las rocas eran de un tamaño colosal y tan retorcidas que era imposible escalarlas...
Ja,ja,ja
¡¡¡es broma,como también habrás supuesto!!!
Otro besito.Y perdona por este arrebato infantil.
Hola... hermoso relato, me hizo volar e imaginar, que no es poco.
ResponderEliminarPues yo creo...
Te abrazo
MentesSueltas
Ayyyyyy,voto a Diana la cazadora, a Juno a Apolo el del arco, hermano de la primera. El corazón me dio un vuelco, ANTIQVA al leer el nombre del joven QUINTO, edad veinte años, como los que ahora tiene...mi chico. Manes y Penates, que la tierra le sea leve a ese muchacho amante de Flora y de lo que ella dispensa, conocedor de la caza y la pesca, amoroso joven que amo la vida y le fué arrebatada antes de tiempo !Hados crueles! ningún mal hizo.
ResponderEliminarCerca del Betis rumoroso, cerca de los montes ahora fragantes, paso y leo ese epitafio, dulce y sensible. Gigantes fueron, piedras levantadas por Cíclopes, con nombres y apellidos, con sangre en las venas y sueños en la mente.
Gracias por evocar esa vida, esas piedras, ese paisaje inmerso en mil leyendas, bello. Bsito cariñosos algo asustado, que no sea una mala premonición
para mi Quinto, jejeje.
siento una enorme fascinacion por los ciclopes, pero no entiendo que tiene de ciclopeas las murallas?
ResponderEliminaracaso no hay mas que una sola salida??
cuentame antiqva...cuentame
Ante ese paisaje, se doblegan incluso los gigantes...
ResponderEliminarUna sonrisa
Y esos gigantes nos dejaron huellas de su tiempo, rastros para perdernos en un pasado muy lejano...
ResponderEliminarNo sé si quepa preguntarnos por las huellas que dejará esta humanidad, en esta Tierra que ha visto eones de historia...
Pues a mí siempre me resultó sospechosa la idea de que seamos el culmen de la civilización y ni con nuestra mejor tecnología lograríamos prodigiosas obras como las pirámides egipcias..
¿Qué fotografiará nuestro 'Antiqva' del futuro???
;)
Un precioso paseo por el tiempo y el espacio, como siempre, amigo...
mi inmenso cariño para ti, viajante del tiempo ;)
Y luego habrá quien pasee por esos parajes, sin reparar lo más mínimo en toda la historia que albergan.. Ojos como los tuyos deberíamos tener todos, querido.
ResponderEliminarUn beso, cielo.
Natacha.
Muy bella e interesante la información que nos ofreces, Antiqva.
ResponderEliminarLo bueno de visitarte es que siempre aprendo algo nuevo.
Un abrazo.
Qué gusto volver a encontrarte ... hacía tiempo que no te seguía, lo haré ahora! Muacc
ResponderEliminarAqui en mi tierra se dice que esas grandes cumbres, cerranias, inmensas son los gigantes de la antiguedad y abrigan al hombre.
ResponderEliminarBasicamente existe una relación filial entre los aymaras y los achachilas (espíritus protectores), son seres sobrenaturales de extrema importancia que sólo son superados por la Pachamama., puesto que éstos son los espíritus de sus antepasados lejanos , que siguen permanentemente habitando cerca de su comunidad, supervigilando a los suyos, compartiendo sus sufrimientos y dándoles sus bendiciones.
Precioso texto!...Todo lo haces posible,quizás fue así gigantes que vivían en un entrono hermoso.
ResponderEliminarEs a través de tus ojos que podemos ver mas allá.
Un abrazo.
Hola Antiqua: Mi nombre es Lorenzo y soy habitante del pueblo de Peñaflor (Sevilla) donde pertenece tus bellas fotos de "El Higuerón" a los pies de los restos de la antigua Celti romana. Se cree que fue un embarcadero muy importante de origen anteriro al romano, turdetano, y que desde él se exportaba aceite hasta Sevilla y de allí hasta el mar y hasta la mismísima Roma en ánforas que hoy pueden encontrarse en el "monte Testacio" en Italia. La verdad es que su sola visión es inspiradora y muchas leyendas rodean tan rico patrimonio. Te inivitio a visitarlos en persona. Un abrazo.
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