Imagen: Antiqva
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El claustro del monasterio de San Juan de Duero, emplazado a pocos metros de este río tras haber salido de Soria por el puente medieval, es un espacio que se brinda al visitante envuelto en la magia y la irrealidad.
El monasterio, de estilo románico, fue fundado en el siglo XII por los caballeros hospitalarios de San Juan de Acre. Las arquerías entrelazadas de su claustro, dotadas de estremecedora belleza y que acusan la influencia de los alarifes del Islam, se alzan desnudas a los cielos casi gritando en el silencio de Castilla. Las envuelve un entorno mágico que no es sino lo que los sorianos denominaron el Monte de las Ánimas.
Aquí, en este paraje sobrecogedor, habría de ambientar Gustavo Adolfo Bécquer una de sus más populares leyendas. En otros tiempos, nos dejó escrito, este monte fue el escenario donde se desarrolló una sangrienta batalla entre los Templarios, que tenían su convento en el cercano monasterio de San Polo, y los nobles sorianos. Fue un enfrentamiento despiadado entre dos grupos de cristianos que tenían intereses contrapuestos. Desde entonces, como Alonso habría de decir a su prima Beatriz, todos sabían del peligro que entrañaba acercarse al Monte de las Ánimas en la noche de Todos los Santos, cuando los fantasmas de los muertos volvían a cabalgar con sus espadas ensangrentadas. Bécquer, en su narración, recreaba como Alonso habría de encontrar la muerte en una noche de terror cuando intentaba complacer una desafortunada petición de su prima.
Por un camino que transcurre en paralelo al río, que nace en San Juan de Duero y que tras dejar atrás San Polo conduce a la cercana ermita de San Saturio, gustaba de pasear Antonio Machado, de la mano de Leonor, la niña esposa, en sus felices años sorianos…
El monasterio, de estilo románico, fue fundado en el siglo XII por los caballeros hospitalarios de San Juan de Acre. Las arquerías entrelazadas de su claustro, dotadas de estremecedora belleza y que acusan la influencia de los alarifes del Islam, se alzan desnudas a los cielos casi gritando en el silencio de Castilla. Las envuelve un entorno mágico que no es sino lo que los sorianos denominaron el Monte de las Ánimas.
Aquí, en este paraje sobrecogedor, habría de ambientar Gustavo Adolfo Bécquer una de sus más populares leyendas. En otros tiempos, nos dejó escrito, este monte fue el escenario donde se desarrolló una sangrienta batalla entre los Templarios, que tenían su convento en el cercano monasterio de San Polo, y los nobles sorianos. Fue un enfrentamiento despiadado entre dos grupos de cristianos que tenían intereses contrapuestos. Desde entonces, como Alonso habría de decir a su prima Beatriz, todos sabían del peligro que entrañaba acercarse al Monte de las Ánimas en la noche de Todos los Santos, cuando los fantasmas de los muertos volvían a cabalgar con sus espadas ensangrentadas. Bécquer, en su narración, recreaba como Alonso habría de encontrar la muerte en una noche de terror cuando intentaba complacer una desafortunada petición de su prima.
Por un camino que transcurre en paralelo al río, que nace en San Juan de Duero y que tras dejar atrás San Polo conduce a la cercana ermita de San Saturio, gustaba de pasear Antonio Machado, de la mano de Leonor, la niña esposa, en sus felices años sorianos…
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¡Cuánto me excita leerte Antiqva!
ResponderEliminarSiempre, siempre, siempre...
Felíz Año. Que sigas conservando esa mente tan prodigiosa que ha logrado comerse a la mía...
Un Besote Muac!
Paso a desearte que el 2010 les traiga a vos y a los tuyos todo lo mejor!!!
ResponderEliminarSaludosss desde Argentina!!
Es un espacio muy adecuado para las leyendas, de Bécquer o de otro.
ResponderEliminaraprovecho para desearte un Feliz Año 2010, felicidad y salud, y demás añadidos que desees para ti y los tuyos.
Un abrazo.
Antiqva!!!!!!! Esto es poesía! me he bebido este post!,esta descrito el lugar maravillosamente,un lugar de inspiración tal como no lo dejas ver.Cuanta historia y leyenda de la mano.
ResponderEliminarEsperando el 2010 un abrazo enormee!
Sencillamente hermoso amigo, me has dejado pasear de tu mano por esos bellisimos sitios que antaño andara Machado enamorado,jeje
ResponderEliminarEs prodigiosa esa tu habilidad que tienes para describir con tanta naturalidad hechos que bien pudieron darse en aquellos bellos lugares, me encanta tanto leer tus reseñas, es una alegria estar aqui
Saludos y besitos
Janeth
Hay mucha magia en los viejos monasterios...
ResponderEliminarUn besico.
Cuánta historia convertida en ruinas...
ResponderEliminarEl tiempo las sobrevive y llegan a nosotros las imágenes de siglos pasados.
Claro, gracias a la cámara y pluma de mi querido amigo Antiqva ;)
besos miles amigo!!
Me encanta eso de niña esposa...¡qué bonito!
ResponderEliminarY cuánto la amó,¿verdad?
Y todo lo demás me gusta igualmente,ya lo sabes.
Eres mi profesor de historia y de fotografía favorito,también lo sabes,¿no?
Si no ya te lo digo yo,hala.
Feliz Año Nuevo,querido Antiqva,para ti y los tuyos de todo corazón.
Besos miles.
Amigo Antiqva:
ResponderEliminarYa vá quedando poco para que finalice el año, por eso mismo, quiero brindar la finalización de éste año y el comienzo del nuevo con un brindis de amistad.
Que en el nuevo año se cumplan todos tus deseos, y esté lleno de mucha paz, amor y felicidad.
¡¡¡¡¡¡FELIZ AÑO 2010!!!!!
Un beso.
Me gusta imaginar todo lo que sucedió en ese entorno que muestra la fotografía...
ResponderEliminarMachado y Bécquer, muy cercanos en mi vida, me trasladan a Soria con la imagen de tu palabra...
Gracias...
Por cierto... no temo a las ánimas.
Feliz todo mi amigo.
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ResponderEliminarTus imágenes siempre son inspiradoras, amigo.
ResponderEliminarQuiero dejarte mi saludo especial para este nuevo año que comienza.
(no me he olvidado de mis amigos, sólo estoy un poco alejada, pero ya volveré con más bríos).
Un abrazo fuerte para vos y tu familia, querido Antiqva!!!
Querido Antiqva, que el nuevo año llegue cargado de imágenes, cuentos y poesía, porque no hay mejor antídoto para todos los males, que las risas y las sonrisas, y tú, eres un maravilloso doctor.
ResponderEliminarBesos para ti y para Maria
Que lugar con tanto encanto. No me extraña que bécquer se inspirara para escribir El Monte de las Animas, ni Machado paseara soñando con su amor-niña.
ResponderEliminarPreciosas las fotos.
Un abrazo