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lunes, 16 de agosto de 2010

VIEJAS FAZAÑAS DE CASTILLA LA VIEJA

Ensoñación fotográfica: Antiqva




En aquellos tiempos, allá por el siglo XIII, vivía en un lugar llamado Ciudad Rodrigo un caballero de nombre Álvaro de Sanfelices, que tenía sobrada fama de ser tan feroz guerrero como valiente cazador, de modo que era temido al igual por los lobos de los montes de la Culebra y por los andalusíes de la frontera. Dada la fortaleza de su carácter, todos le llamaban “Micer Mataosos”.

Cierto día, cuando “Micer Mataosos” regresaba de una jornada de montería, enfebrecido su ánimo por el deseo de revolcarse en la siesta con doña Petronila de Ávila, su dulce esposa, se topó con que la mujer estaba holgando en el lecho matrimonial con alguien cuyo nombre eludiremos pronunciar.

En el “Libro de los Fueros de Castilla”, recopilación legal de “fazañas” realizadas en aquellos tiempos lejanos por diversos caballeros, hemos podido encontrar algunas noticias que nos hablan de lo que entonces sucedió:

“Esta es fazaña de un cavallero de Ciubdad Rodrigo que falló yasiendo a otro cavallero con su muger et prisol este cavallero e castró de pixa et de coiones…”

Cuando descubrimos casualmente los papeles de este juicio por “fazaña” envuelto en diversos legajos antiguos no pudimos sino sonreír al vislumbrar como los hombres de Castilla de aquellos tiempos no tenían miramientos a la hora de cortar “la pixa y los coiones” de todos aquellos que aprovechando algún momento de descuido se entregaban a la dulce tarea de folgar con la esposa del prójimo.

Ante tamaña atrocidad cometida por “Micer Mataosos”, los parientes del caballero al que habían sido extirpadas sus partes pudendas elevaron sus protestas al rey. En el “Libro de los Fueros” habría de quedar escrito lo siguiente:

“Et sus parientes querellaron al rey don Fernando, e el rey enbió por el cavallero que castró a otro cavallero et demandol por qué lo fisiera…”

“Micer Mataosos” no tuvo reparos a la hora de responder: “Habíalo fallado yasiendo con la sua muger…”

Fue entonces cuando la Justicia real actuó de acuerdo a las rancias costumbres del derecho consuetudinario de Castilla:

“Et jusgáronle en la corte que devía ser enforcado, pues a la muger non le fiso nada; et enforcáronle…”

La “fazaña” de don Álvaro de Sanfelices terminó así con un caballero castrado y con “Micer Mataosos” colgado en la horca por los hombres del rey. Todo sugiere que en aquellos tiempos no se entendía que el esposo cornudo no hubiera degollado de inmediato a la bella Petronila, la infiel esposa. En la actuación judicial de la “fazaña” quedó escrito que:

“Mas quando atal cosa abiniere que fallar a otro yasiendo con su muger quel ponga cuernos, sil quiere matar deve matar a su muger. Et si la matar, non será enemigo ni pechara omesidio. Et si matare aquel que pone los cuernos, et non matare a ella, debe pechar omesidio et seer enemigo. Et deve el rey justiciar el cuerpo por este fecho…”

En fin, el texto de la “fazaña” nos dice que “Micer Mataosos” habría sido ahorcado por la Justicia no por el crimen de haber cortado “la pixa y los coiones” del caballero adúltero, sino por no haber matado a su amada Petronila. Así eran entonces los hombres adustos de la Castilla guerrera. Lo mismo cazaban osos que degollaban infieles y no tenían miramientos a la hora de dejar “sin pixa” a los amantes ocasionales de sus dulces esposas. Hombres, en suma, bravos y audaces pero escasamente reflexivos a la hora de encauzar sus acciones. ¡Cómo sospechar siquiera que un caballero de tanta valía habría de ser colgado en la horca por no haber pasado a cuchillo a su infiel esposa…!

Nada sabemos, por cierto, de lo que sucedió luego en la vida de doña Petronila. Sostienen algunos que en cierta ocasión alguien, en las honduras umbrosas de una taberna, ahogado en los vahos que desprendía una barrica de vino clarete de Cigales, cuchicheó que la dama podría haber ingresado –alocada por un súbito arrebato de piedad y arrepentida de su crimen- en el Beaterio de Mujeres Arrecogías de Santa María de la Mota, en la cercana Medina del Campo. En todo caso, lo indudable es que la huella de su presencia, una vez que “Micer Mataosos” fue ahorcado, se fue diluyendo en el tiempo en aquella lejana Castilla, tan mística y tan guerrera.

14 comentarios:

  1. Debe saberse que este texto no es sino uno de esos cuentos alocados que surgen de manera ocasional de la mente de Antiqva... Los nombres son inventados y los personajes y la mayor parte de los detalles tambien.

    Sin embargo, lo esencial del cuento procede de una de esas antiguas "Fazañas" de la Castilla medieval, que fueron recogidas en el "Libro de los Fueros". Se trata de los fragmentos entrecomillados, escritos en castellano antiguo...

    Bueno, en fin, con respecto al "Cuento Egipcio" que había anunciado, tendrá que esperar un poco... Este de la Vieja Castilla se le ha anticipado... ¿Quien sabe de donde habrá salido...?

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  2. ... Por cierto, la imagen de los higos "ensoñados" se la tengo que agradecer, de algún modo, a nuestra querida Petita Petitesa, que ultimamente anda tirando fotos de sandias y otras frutas y que me brindó la inspiración...

    Recomiendo que no os perdais sus imagenes... Siempre son espectaculares...

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  3. no sé por qué, pero se me hizo que la señora se fue a comer berenjenas con miel...


    besos*

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  4. Espectacular el relato... confieso que se me hizo un tanto difícil seguir el castellano antiguo, lo tuve que leer dos veces... pero me reí mucho... y ya sé de dónde vienen algunas palabras que acá se usan.... jaja así que era castellano antiguo... mirá vos... si lo leyaran mis hijos tendrían excusa de usar algunas palabras... jaja

    Increíble que el tipo haya sido colgado por no matar a su esposa.... jaja

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  5. Que arte tienes Antiqva, me ha encantado leer ese castellano antiguo, aunque he de reconocer que me ha costado un poco entenderlo.
    Pues hasta el final he pensado que se trataba de un hecho real. Se me ha venido a la cabeza algo que se dice mucho por aquí: "después de "joío", "apaleao"". Pobre.

    Un abrazo

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  6. Mi querido Antiqva, realmente me encanto, me llevaste de la mano a esos postreros años, cuando el castellano era una mezcla de español y portugues, o eso me parecio, tienes una imaginacion portentosa, eso de encontrar a la mujer con el amante y sin mas miramientos dejarlo eunuco al adultero fue magistral, cosas que seguramente ocurrian en esos dias...

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  7. Recuerden, vuesas mercedes, que el trasfondo del cuento es totalmente real... Un tipo que pilla a su mujer con otro, castra al adultero y él es ahorcado por no haber matado a la esposa...

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  8. Hola Antiqva, en primer lugar, decirte que me alegro estés bien tras lo ocurrido en Córdoba. -lluvias-.

    Reflexionando sobre el final de este cuento... Se me ocurre pensar: ¿Sabrán de este cuento, los maltratadores que matan a su mujer primero y después se suicidan? (Siglo XXI)

    Un abrazo

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  9. Qué cosas... me pareció tan real que no esperaba que fuese un cuento.

    Aunque, cierto es, que la vida da para escribir mil y una hazañas.

    Me había quedado "esperando" en Egipto, sin acordarme del camino a Córdoba.

    I´m sorry.

    Besos dobles y más.

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  10. Muy interesante esa historia. Ahora ya sé qué hacer con mi mujer en caso de que... jajajajjajaja

    Un fuerte abrazo.

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  11. ja ja ja

    vaya vaya...

    Qué interesante enterarse de ciertas 'costumbres' de antaño je je

    besos miles amigo mío... Espero que todo esté bien.. por lo de las lluvias y eso..

    Un abrazo inmeeeenso para ti y para María... deseándoles siempre lo mejor..

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  12. Me ha encantado el cuento con un desarrollo totalmente fiel al uso de la época. Como soy más mayor no me ha costado nada entender el castellano antiguo :)
    Por mi blog también anda un cuento egipcio de mi propia cosecha, por si te interesa aunque no tengo dotes literarias por lo menos lo intenté. Es lo único que he escrito en mi vida, jeje.
    Un abz.

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  13. Un recreación muy buena amigo,basado en hechos reales y en un contexto para nosotros difícil de entender,la mezcla literaria nos trae un buen rato de atención.
    Se respira esmero es esta entrada.

    Un abrazo.

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  14. Pues... no ha cambiado tanto la cosa.
    La puñetera sociología, que es más lenta que el caballo del malo.
    En fin...

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Gracias, siempre, por tus palabras...

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