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martes, 6 de marzo de 2012

Meriamon en el Reino de Tartessos

Imagen de Internet


El Capitán de Marinos Meriamon, hijo de Ahmosis, Justo de Voz, dice: Os hablo a vosotros, gente toda, para hacer que conozcáis los favores que me fueron concedidos cuando vivía en la tierra. Yo fui recompensado por mi Señor, a la vista de todo el país, con el Oro del Valor y se me brindaron esclavos y esclavas, siendo dotado con mi Casa de la Eternidad. Yo, Meriamon había hecho todo aquello que el Príncipe había deseado que hiciera y la memoria de un hombre valiente es perpetuada por toda la eternidad. Yo fui un hombre que hice que aquello que mi Señor deseaba en su corazón se hiciera realidad. Lo que Meriamon hizo nunca será olvidado por los hombres.

Yo, el Capitán de Marinos Meriamon, fui un hombre que navegué por los mares del Reino del Ocaso. Fui un hombre justo. Fui un hombre clemente con aquel que me decía lo que había en su corazón. Fui un hombre preciso, igual que una balanza verdaderamente recta, como Thot. Fui silencioso con el irascible. Fui uno que se mezcló con el ignorante a fin de reprimir el enojo en el mundo.

En relación a esta capilla funeraria, mi Señor ordenó que fuera construida en este desierto de Abidos porque esta es la tierra santificada de los muertos. Es este un lugar glorioso desde los tiempos de Osiris, cuando Horus lo consagró a la memoria de sus antepasados, aquellos dioses que en otros tiempos, antes que los hombres, habían reinado en Egipto. Desde esta tumba, en este lugar sagrado, mi espíritu habrá de volar al cielo y se unirá, victorioso, al Pueblo del Sol.

¡Oh vosotros, hombres que vivís sobre la tierra y vosotros que todavía no habéis siquiera nacido, vosotros que vendréis a este desierto, que veréis esta tumba y pasaréis ante ella: venid. Yo, Meriamon, os conduciré al camino de la vida en el más allá, de modo que podáis navegar con buen viento, sin que quedéis varados, para que podáis alcanzar la morada de las generaciones, sin llegar a la aflicción.

Yo, el Capitán de Marinos Meriamon, soy un difunto excelente. No cometí faltas. Si escucháis mis palabras, encontraréis su excelencia. El buen camino es servir a Amón. Bendito aquel cuyo corazón le conduce a ello. Deseando servir a Amón y a mi Señor yo, Meriamon, navegué por mares lejanos por los que nunca antes habían navegado los hombres del valle del Nilo. Fue así como yo arribé a las tierras lejanas del Reino del Ocaso, allí donde está el océano en el que mueren los mares. Siguiendo los deseos del Príncipe, mis pies pisaron la tierra de ese Reino del Fin del Mundo que los marinos asiáticos llaman Tartessos.

Cuando mi Señor me llamó a su palacio ningún faraón reinaba en Egipto. Los asiáticos, que habían ocupado una parte del país, habían sido expulsados y las tierras habían sido repartidas en doce regiones que eran regidas por otros tantos príncipes. Mi Señor, Psamético, era el Príncipe de Sais. Había sido Sethos, un sacerdote del templo de Ptah, quien había conseguido liberar las tierras ocupadas, expulsando de ellas a los impíos asirios. Sethos, cuyo ejército era inferior al de los asiáticos, los había vencido usando sus conocimientos mágicos. Gracias a oscuros sortilegios consiguió que la noche que precedió a la batalla una oleada de ratas ocupase el campamento enemigo. Las ratas royeron los carcajes, las cuerdas de los arcos y las correas de los escudos, de modo que cuando amaneció los asiáticos se sintieron indefensos ante los soldados del mago. Desprovistos de sus armas, emprendieron la huida y fueron muchos los que murieron acuchillados.

Fue después, cuando las tierras liberadas se repartieron entre los doce principales príncipes, cuando mi Señor, Psamético de Sais, me hizo llamar. Me dijo:

-Quiero, Meriamon que hagas lo que voy a ordenarte. Mi corazón desea que viajes al Reino del Ocaso, más allá de los mares, y retornes trayendo un casco de bronce que haya sido fabricado con los más puros minerales de cobre y de estaño que nunca hayan sido vistos por los ojos de los hombres. Se que en las montañas de Tartessos existen espléndidas minas de cobre y que las gentes que pueblan aquel lejano país intercambian ese cobre y el estaño que compran en una isla llamada Albión, situada en el mar Hiperbóreo, con los marinos fenicios que navegan hasta aquellas tierras para comerciar...


NOTAS

-Doy comienzo ahora a la publicación de un nuevo “Cuento Egipcio”, que en esta ocasión he titulado “Meriamon en el Reino de Tartessos”. Está ambientado en los tiempos de Psamético I (664-610 a.C.), faraón con el que arranca la dinastía XXVI y en él pretendemos recrear el periplo de un navío fenicio que partiendo del Delta del Nilo habrá de navegar hasta las aguas del Océano Atlántico en busca de Tartessos, el legendario Reino del Fin del Mundo.

Tengo intención de publicar el relato en un total de cinco entregas, que iré subiendo al blog en las próximas semanas.

Conscientemente el texto está escrito como si se nos hubiera transmitido en un documento egipcio antiguo (supuestamente sería la biografía de Meriamon, escrita en las paredes de la cámara funeraria de su tumba). Si no entendéis algún detalle o tenéis alguna duda, decirlo en vuestros comentarios. Yo haré todo lo posible por resolverlas.

Espero que os guste…

27 comentarios:

  1. Por mí no hay problema: me gusta
    Creo que ya te he dicho en más de una ocasión como me gusta esa forma de expresarse, esos rituales y esa magia que se desprende de aquella época de faraones.
    Un abrazo.

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  2. Esto promete muuucho, sigue, sigue.

    Escribes como los escribas, con caña sobre papiro mirando el vuelo del fénix o el canto de la grulla. Al capitán Meriamon hijo de Ahmosis, le digo, cuidado guerrero, conductor de hombres, en los platillos de la balanza; la pluma y tu corazón que se envanece demasiado pronto, antes del juicio de Thot aquel que escribe el resultado de tu conducta ante el señor del viaje,
    Osiris. Espero atenta, similar a la niña de oro que guarda, las manos extendidas, la doble caja en la que yace el cuerpo de mi amado joven esposo,Neb-jeperu-Ra Tut-anj-Amón.

    Antiqva, ya me tienes prendada, besito y a los dioses del Nilo.

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  3. ¡YUPPI, YUPPI otro cuento! me encantó y estaré atenta a la continuación.

    Besos, Antiqva

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  4. ahh un preguntita: Los asiáticos a los que te refieres son los Hiscos, ¿no? ¿o me estoy confundiendo?

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  5. Marinel, creo que tu eres una de las poquitas personas que han leido todos mis cuentos egipcios... No me extraña que no tengas preguntas... Ya sacastes matricula de honor hace tiempo... Je,je,je...

    Un abrazo

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  6. Efectivamente, Natalia, la ilustración es una figurita de un armario funerario de la tumba de Tutankamon... Sabes latin, amiga...

    Je,je,je...

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  7. Myriam, en este caso concreto las referencias a los asiaticos remiten a los asirios.

    Los hicsos tambien eran considerados asiaticos pero son de un momento histórico mas antiguo.

    En relato está ambientado en tiempos mas recientes, cuando los asirios habian sido expulsados de Egipto y se acercaba el reinado de Psamético.

    Un abrazo, amiga

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  8. Meriamon nos propone una historia maravillosa, secretos, intrigas... y nos promete placer en cinco entregas. Enhorabuena por este trabajo tuyo, querido Amigo, te seguimos letra a letra! (excelente el estilo documento antiguo!)
    Un abrazo y hasta la próxima!

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  9. Qué chispa:'os hablo a vosotros, gente' ¡Soy gente!
    Me ha encantado. y no es un chiste, será porque los ritos siempre tienen algo de encantamiento.
    Un abrazo.

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  10. Pues encantada y deseando que empieces tu cuento, seguro que será maravilloso y sin ningún tipo de errores ya que creo firmemente que tú has estado allí.

    Besitos.

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  11. querido amigo, sos un maestro del relato histórico!

    aguardo los otros capítulos
    abrazos*

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  12. Me encanta la egiptología, así que, ya estoy enganchada!

    Besos,

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  13. ¡ajjjjj claro!, Hicsos dinstías XV y XVI, más o menos 800 años antes de tu época, que torpe yo... Me gustan estas historias tuyas que me hacen repasar la antiguedad egipcia que un montonazo que no releo...

    Gracias, Antiqva

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  14. Amigo querido.. uff..pareces Profesor de Historia y sabes, a mi en las clases de historia me da mucho sueño ups...igual estaré pasando a leerte..

    Besitos.

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  15. Me captaron tus imagenes pero e temo que va a ver más

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  16. Pues me ha gustado, y mucho¡¡¡
    Ha sido como si de verdad hubiera hablado el mismo Meriamon.
    Ya estoy esperando más ....

    Abrazos, amigo Antiqva

    Ío

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  17. Ío, cuando escribo "Cuentos Egipcios", lo suelo hacer en primera persona. El motivo es que la mayor parte de los textos egipcios que se han conservado son autobiografias que se han transmitido en las camaras funerarias de las tumbas...

    Son biografias en las que se exaltan, por motivos obvios, las virtudes del difunto.

    Un abrazo, amiga

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  18. Mi pasión por todo lo relacionado con Egipto hace que me interese todo lo que se relacione con su pasado.

    Magnífica foto, amigo Antiqva.

    Un abrazo.

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  19. Querido amigo promete ser un cuento muy interesante, este Meriamon navegando por esos mares misteriosos hacia el fin del mundo, en busca de un yelmo de bronce,... estoy segura que me va a gustar, porque presiento desde ahora, una gran inquietud por el misterio que encierra...

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  20. De nuevo por tu casa amigo.

    Saludos y un abrazo.

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  21. Bellissima foto ma quella della intestazione è meravigliosa!
    Complimenti, ciao e buon weekend! Cri : )

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  22. Hola, amigo.
    Donde estás, y no me digas que indagando esta hermosa e interesante historia.
    Realmente aquí podemos disfrutar de la antigüa historia del mundo, gracias por compartir.
    Espero seguir este precioso cuento.
    Un abrazo.
    Avelina

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  23. Esta muy interesante todo esto. Estaba paseando por estos lados y sin querer me he tropezado con tan Magnifico blog, Gracias por compartir, Con gusto te sigo, bendiciones!!!

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  24. Está muy claro, hasta ahora... cualquier duda preguntaremos... pero escribes con mucha claridad, así que no creo que sea necesario... ;)
    Quedamos a la espera del próximo capítulo.... :)
    Un beso grande

    Hermosa la imagen de Isis...!!! bellísima...!!!!

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  25. Me encantan tus historias,pues en ellas me veo trasladada a esas épocas que tú describes,me traslado a ellas casi viendo a los personajes...
    Te seguiré...
    Un abrazo.

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  26. Me gusta tanto esa expresion!. Fui un hombre justo...Cuantos pueden decir lo mismo....

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  27. Pues me han llegado cinco entradas seguidas, así que Blogger ha debido enterarse que tu cuento venía "por entregas"...

    ¡me encantan tus historias! y me maravilla tus conocimientos sobre el tema :)

    un abrazo

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Gracias, siempre, por tus palabras...