Imágenes. Antiqva
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En estos días pasados se han producido diversos acontecimientos, todos ellos de índole menor, que han producido la “feliz” consecuencia de que Antiqva se haya sentido algo más “feliz” de lo que sería usual en él.
De un lado, el almendro ha llegado a su momento de máximo esplendor. Se ha producido la eclosión floral anual y con el aumento de la temperatura un pequeño grupo de abejas ha acudido a polinizar, sin darse ellas cuenta siquiera, el árbol. ¡Ah, que inmenso placer contemplar un almendro en el que las flores se exhiben de una manera plenamente lujuriosa…!
De otro lado, han aparecido de nuevo los dos hijos blancos de la gata Natacha, a los que hacía tiempo que no veíamos, por lo que pensábamos que podía haber ocurrido alguna desgracia. ¡Que alegría ver de nuevo a la madre y sus tres hijos, pegándose cabezadas unos contra otros, de manera tan cordial como delicada…!
En esas estábamos, amig@s, cuando se ha producido otro acontecimiento “menor” que ha contribuido igualmente a alegrar el ánimo de Antiqva: la gata Natacha, al fin, ha restregado su cuerpo de manera delicada, eso si, contra los pantalones de uno… Vamos, que al fin el entrañable animal le ha brindado a uno un gesto de cariño… ¡Ah, que momento tan feliz el vivido cuando reparé en que la gata me estaba rondando y “como quien no quiere” se restregaba con evidente disimulo contra uno…! Esto demuestra, claro está, que Natacha, que es la madre de los otros tres gatos, sigue siendo la “líder” del grupo, la “mandamás”, ya que el Rubito (el tan imponente como seductor gato negro), recostado a nuestro lado, miraba con indolencia y sin manifestar ningún interés en restregarse, como su madre, contra las piernas de Antiqva.
Finalmente, poco después, cuando Antiqva estaba paseando por el campo tomando fotografías a diversas florecillas silvestres ha encontrado en el suelo, como si hubiera sido colocada allí expresamente por alguna hada bondadosa, una lasca de sílex con señales que anuncian que pudiera haber sido utilizada por el hombre en los tiempos del Musteriense, cuando los Neandertales poblaban las inmediaciones del Guadalquivir. Es una lasca sencilla pero muestra indicios de haber sido retocada y luego, con el paso de los milenios, ha ido quedando recubierta por una bella –al menos para Antiqva- pátina de color acaramelado.
¡Ay, que sugerente conjunción de los reinos animal (los gatos), vegetal (el almendro) y mineral (la lasca de sílex) se ha acumulado en las vivencias de Antiqva en un solo día…!
Por si todo esto fuera poco, en estos días Antiqva ha terminado un nuevo “Cuento Egipcio” que tiene intención de publicar en tres entregas en estos próximos días. Se titula “La maldición de Ra” y en él, amig@s, Antiqva os contará algunas cosas relacionadas con las creencias que tenían los antiguos egipcios acerca de como había sido creado el mundo. Hablaremos, también, de algunos dioses: Ra, Nut, Geb, Thot, Osiris, Isis, Horus… y de la Luna, y de los benéficos efectos del Aire sobre la nariz de los hombres, y del modo en que los egipcios medían el tiempo, y de la “Gran Inundación” que cada año producían las aguas del Nilo…
Como en ocasiones anteriores, y dado que el trasfondo del cuento nos introducirá en cuestiones ciertamente complejas de las que posiblemente algun@s no tengáis conocimientos, si tenéis alguna duda no tengáis reparos en preguntar, que Antiqva –si puede- os brindará la respuesta.
Amig@s, ya mismo empezamos… En estos momentos estoy ojeando mis libros buscando las imágenes con las que ilustraré este nuevo cuento.
En estos días pasados se han producido diversos acontecimientos, todos ellos de índole menor, que han producido la “feliz” consecuencia de que Antiqva se haya sentido algo más “feliz” de lo que sería usual en él.
De un lado, el almendro ha llegado a su momento de máximo esplendor. Se ha producido la eclosión floral anual y con el aumento de la temperatura un pequeño grupo de abejas ha acudido a polinizar, sin darse ellas cuenta siquiera, el árbol. ¡Ah, que inmenso placer contemplar un almendro en el que las flores se exhiben de una manera plenamente lujuriosa…!
De otro lado, han aparecido de nuevo los dos hijos blancos de la gata Natacha, a los que hacía tiempo que no veíamos, por lo que pensábamos que podía haber ocurrido alguna desgracia. ¡Que alegría ver de nuevo a la madre y sus tres hijos, pegándose cabezadas unos contra otros, de manera tan cordial como delicada…!
En esas estábamos, amig@s, cuando se ha producido otro acontecimiento “menor” que ha contribuido igualmente a alegrar el ánimo de Antiqva: la gata Natacha, al fin, ha restregado su cuerpo de manera delicada, eso si, contra los pantalones de uno… Vamos, que al fin el entrañable animal le ha brindado a uno un gesto de cariño… ¡Ah, que momento tan feliz el vivido cuando reparé en que la gata me estaba rondando y “como quien no quiere” se restregaba con evidente disimulo contra uno…! Esto demuestra, claro está, que Natacha, que es la madre de los otros tres gatos, sigue siendo la “líder” del grupo, la “mandamás”, ya que el Rubito (el tan imponente como seductor gato negro), recostado a nuestro lado, miraba con indolencia y sin manifestar ningún interés en restregarse, como su madre, contra las piernas de Antiqva.
Finalmente, poco después, cuando Antiqva estaba paseando por el campo tomando fotografías a diversas florecillas silvestres ha encontrado en el suelo, como si hubiera sido colocada allí expresamente por alguna hada bondadosa, una lasca de sílex con señales que anuncian que pudiera haber sido utilizada por el hombre en los tiempos del Musteriense, cuando los Neandertales poblaban las inmediaciones del Guadalquivir. Es una lasca sencilla pero muestra indicios de haber sido retocada y luego, con el paso de los milenios, ha ido quedando recubierta por una bella –al menos para Antiqva- pátina de color acaramelado.
¡Ay, que sugerente conjunción de los reinos animal (los gatos), vegetal (el almendro) y mineral (la lasca de sílex) se ha acumulado en las vivencias de Antiqva en un solo día…!
Por si todo esto fuera poco, en estos días Antiqva ha terminado un nuevo “Cuento Egipcio” que tiene intención de publicar en tres entregas en estos próximos días. Se titula “La maldición de Ra” y en él, amig@s, Antiqva os contará algunas cosas relacionadas con las creencias que tenían los antiguos egipcios acerca de como había sido creado el mundo. Hablaremos, también, de algunos dioses: Ra, Nut, Geb, Thot, Osiris, Isis, Horus… y de la Luna, y de los benéficos efectos del Aire sobre la nariz de los hombres, y del modo en que los egipcios medían el tiempo, y de la “Gran Inundación” que cada año producían las aguas del Nilo…
Como en ocasiones anteriores, y dado que el trasfondo del cuento nos introducirá en cuestiones ciertamente complejas de las que posiblemente algun@s no tengáis conocimientos, si tenéis alguna duda no tengáis reparos en preguntar, que Antiqva –si puede- os brindará la respuesta.
Amig@s, ya mismo empezamos… En estos momentos estoy ojeando mis libros buscando las imágenes con las que ilustraré este nuevo cuento.
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Tres muy buenos motivos para arrancarte una sonrisa, sobre todo el de la gatita que te de esa muestra de cariño..
ResponderEliminarYa tengo ganas de empezar a leer el cuento egipcio,seguro que me encantará..
besos
Todo se ha conjugado para ti, para que tu inspiración sobrevuele el pasado egipcio trayéndote ideas esplendorosas, que pugnan por salir al encuentro de ávidos ojos, que absorveran con deleite esa nueva entrega de cuentos nacidos de tu mano,de tu mente...
ResponderEliminarY sin embargo; inpirados por ese algo misterioso que ha salido a tu paso ahora y viene de aquel pasado remoto tan lleno de esplendor y magia.
Besos,escriba Antiqva.
Hola amigo!
ResponderEliminarAy! los tres reinos, a través de su fusión se conoce la vida y los componentes de esta vida.
Yo hace como cinco años encontré por casualidad un día de aceituna de estos fríos fríos una punta de lanza, estaba cubierta de arcilla y tenía una tonalidad rojiza aunque se podía observar al desacer esta arcilla el bronce con el que habá sido fabricada. Ahora la conservo como un bien muy preciado, pues me dijeron que era de la época romana y como se eteren que la poseo m la pueden retirar como un "objeto-histórico-patrimonio-nacional"
Espero ese cuento, ya que me gusta mucho la mitología y me inquieta el saber de otras culturas.
Abrazos!
Ya sabes que de todo... lo que más me emociona es ese cariño. ¡te la ganaste, amigo! ella no podía resistirse a este ser maravilloso que eres.... Los animales os reconocen, siempre.
ResponderEliminarUn beso, querido amigo. Tal vez ahora sabrás del placer del amor de estas bellas bestias libres. Te ha regalado lo que un gato salvaje no hace, salvo en situaciones muy especiales y con personas muy especiales. Sumisión.
Enhorabuena, corazón.
Natacha.
Ese gatito tan precioso..,
ResponderEliminary su madre ya te acepta como parte de su territorio...,
y la flor del almendro,
ya está ahí la primavera...
nos falta por leer el cuento de Antiqva.
Cuánto bueno nos ofrece el paso del tiempo.
Un abrazo.
Tienes una felicidad contagiante Antiqva, se le contagia a tus fotografías, a los gatos, a las piedras del camino…y a lo que escribes.
ResponderEliminarY finalmente a mí, cuando paso por tu casa.
Un beso
Antes de leer el post, déjame decirte que estoy emocionadísima y que me han encantado esas fotos!!!!!!
ResponderEliminar... Ya regreso en breve, después de leerlo jeje..
EH!!!!!! ya quiero empezar a leerlo!!!!
ResponderEliminarME ALEGRA TANTO QUE ESTÉS ALEGRE, AMIGO!!... ¿Ves??? a esas cosas llamo yo milagros: el esplendor de las flores, ciertamente, lujuriosas, que se brindan a tus ojos como un generoso regalo de la diosa naturaleza...
Y esa preciosura blanca que te ha dicho, más o menos: "no seas tonto que sí te quiero pero, como deberás comprender, soy una gata sensual y coqueta que se da su lugar... no me puedes pedir que te muestre mi afecto a cada momento!!! si lo hiciera, este pequeño roce no sería una bellísima forma de alegrarte el día ¿no???... Así que me voy a seguir sintiéndome orgullosa de mí misma...y a seguirte queriendo en silencio hasta que algún día se me antoje demostrártelo..."
Ay amigo.. así son las mujeres, digo, las gatas de vanidositas, como la rosa del Principito ;)
Y lo del sílex!! yo de pequeña coleccionaba esos "tesoros" que encontraba por ahí (bueno, bueno, hasta ahora lo hago jeje). ¿Te das cuenta? son como mensajeros del tiempo, ¡quién sabe desde cuándo viajó para encontrarte!! o para que lo encuentres... quién sabe qué mismo jeje..
Me has contagiado tu entusiasmo ;) Y espero que tengas más días como estos mi querido amigo... cada día puede ser uno de estos días ;) solo que a veces estamos más atentos ;)
Te mando un inmenso, inmenso abrazo...
espero leer muy pronto aquel cuento que ya ha empezado a hacerme fantasear!!
besos, amigo...
El hombre bueno y sencillo se alegra y conmueve con las pequeñas cosas, las trasciende y las convierte en lo que son, tesoros.
ResponderEliminarInuits por tu gozo.
me reí mucho, amigo con tus anécdotas, especialmente la de los gatos y toda la historia de ese material de silex que encontraste...
ResponderEliminarAhora me has dejado con ataque de ansiedad por el cuento egipcio.
Conoceremos más acerca de Isis y me interesa eso que mencionas del Aire, tiene mucho que ver conmigo...jajajaja
No te hagas desear demasiado.
Abrazos y besos
No me extraña que con esa conjunción de elementos despida la energia que tiene las imágenes y esas palabras.
ResponderEliminarun beso a la carrear , porque salgo pitando.
Otro
Son las cosas pequeñas las que nos traen las mas grandes sonrisas.
ResponderEliminarSaludos
Se te lee tan feliz que se contagia, estaré atenta para no perderme este cuento.
ResponderEliminarsaludos casi primaverales :)
Lindas fotos, pero la segunda te quedó al instante. Hermosa.
ResponderEliminarBeso.