El 5 de septiembre de 1936 las fuerzas franquistas dirigidas por el general Varela lanzaron desde Córdoba una ofensiva sobre la cercana sierra con la intención de alejar a las milicias republicanas que en esos momentos amenazaban la ciudad. En ese contexto, una columna integrada por marroquíes, el Tabor de Regulares de Melilla, se situó en la población de Alcolea, a unos 10 kms. de Córdoba, para avanzar luego a través de la sierra en dirección a la cercana aldea de Cerro Muriano.
Ese mismo día, Robert Capa, su novia Gerda Taro y otros periodistas y fotógrafos habían llegado también a Cerro Muriano. Al parecer se les había informado de que las tropas republicanas iban a lanzar un ataque contra Córdoba pero al llegar al improvisado frente se habían encontrado con que sucedía todo lo contrario: por las quebradas situadas al este de Cerro Muriano, en el entorno del Cerro de la Coja, iban subiendo penosamente los moros, mientras la población civil de la aldea, invadida por el miedo, huía del lugar escuchando el estallido cercano de las bombas y los disparos de los combatientes.
En aquellos momentos, en este frente improvisado estaba presente una columna de milicianos de Alcoy que habían acudido en defensa de la legalidad republicana. Habían sido alojados en el antiguo cuartel de la Guardia Civil, junto al Cerro de la Coja, de modo que cuando se supo del avance de los moros salieron a hacerles frente de manera precipitada. Fue en ese momento, cuando los milicianos de Alcoy se lanzaban al combate, cuando Robert Capa habría de inmortalizar el instante preciso en que uno de ellos, Federico Borrell García, conocido como “Taino”, caía bajo el fuego enemigo. “Taino” y otros cincuenta alcoyanos habían llegado a Cerro Muriano esa misma mañana.
Poco antes, Robert Capa había tomado imágenes de un grupo de milicianos que mostraban los fusiles en alto, entre ellos estaba “Taino”. Algo después tomaría otras fotografías de milicianos parapetados en la sierra y de grupos de civiles que huían de Cerro Muriano. Esa misma tarde el grupo de periodistas regresaría a Pozoblanco para emprender luego viaje a Madrid.
Todo sugiere que Capa no llegó a saber nada del hombre cuya muerte había inmortalizado. No habría tenido tiempo. Parece que se limitó a enviar el material fotográfico a la revista francesa “Vu” que lo publicaría en su edición del día 23 de ese mismo mes. Hacía nacido así uno de los más destacados iconos de la Guerra Civil española.
La labor de identificación del miliciano de la imagen de Capa habría de ser realizada mucho tiempo después, en 1995, por Mario Brotóns Jordá, que había luchado en el frente de Cerro Muriano integrado en esa columna de milicianos levantinos. Brotóns se percató de que el correaje y las cartucheras que portaba el hombre de la imagen eran iguales a las que utilizaban los integrantes de la columna de Alcoy. Habría de ser luego una mujer, María Segura Bicher, cuñada de “Taino”, quién confirmaría que la imagen del miliciano era la del hermano de su esposo, que para entonces también había fallecido. Parece que el profesor Ricard Bañó había sido el primero en reparar que el miliciano de Capa y “Taino” podían ser la misma persona y Brontóns, advertido por él, lo consultó a la cuñada. En todo caso, los testimonios de diversos alcoyanos coinciden igualmente en que “Taino” murió en Cerro Muriano en esa tarde del 5 de septiembre. Francisco Moreno, la persona que más ha estudiado la Guerra Civil en Córdoba, ha hecho saber en diversas oportunidades que todos los datos apuntan a que esa identificación es correcta.
Quizás no sería mala cosa, a estas alturas, que algún día las autoridades de Córdoba decidieran alzar en el Cerro de la Coja algún sencillo monumento que recuerde aquellos acontecimientos de nuestra Historia. Hoy día son muchos los amantes de la naturaleza que hacen senderismo por este bello paraje de la Sierra de Córdoba pero, sin duda, son pocos los que saben que la mítica imagen de Robert Capa fue tomada en ese cerro. Antiqva, que tampoco lo sabía, tomó conciencia de ello una mañana en que conversaba con alguien en el cercano Museo del Cobre de Cerro Muriano. Fue después cuando atraído por la curiosidad decidió leer algún que otro libro.
Ese mismo día, Robert Capa, su novia Gerda Taro y otros periodistas y fotógrafos habían llegado también a Cerro Muriano. Al parecer se les había informado de que las tropas republicanas iban a lanzar un ataque contra Córdoba pero al llegar al improvisado frente se habían encontrado con que sucedía todo lo contrario: por las quebradas situadas al este de Cerro Muriano, en el entorno del Cerro de la Coja, iban subiendo penosamente los moros, mientras la población civil de la aldea, invadida por el miedo, huía del lugar escuchando el estallido cercano de las bombas y los disparos de los combatientes.
En aquellos momentos, en este frente improvisado estaba presente una columna de milicianos de Alcoy que habían acudido en defensa de la legalidad republicana. Habían sido alojados en el antiguo cuartel de la Guardia Civil, junto al Cerro de la Coja, de modo que cuando se supo del avance de los moros salieron a hacerles frente de manera precipitada. Fue en ese momento, cuando los milicianos de Alcoy se lanzaban al combate, cuando Robert Capa habría de inmortalizar el instante preciso en que uno de ellos, Federico Borrell García, conocido como “Taino”, caía bajo el fuego enemigo. “Taino” y otros cincuenta alcoyanos habían llegado a Cerro Muriano esa misma mañana.
Poco antes, Robert Capa había tomado imágenes de un grupo de milicianos que mostraban los fusiles en alto, entre ellos estaba “Taino”. Algo después tomaría otras fotografías de milicianos parapetados en la sierra y de grupos de civiles que huían de Cerro Muriano. Esa misma tarde el grupo de periodistas regresaría a Pozoblanco para emprender luego viaje a Madrid.
Todo sugiere que Capa no llegó a saber nada del hombre cuya muerte había inmortalizado. No habría tenido tiempo. Parece que se limitó a enviar el material fotográfico a la revista francesa “Vu” que lo publicaría en su edición del día 23 de ese mismo mes. Hacía nacido así uno de los más destacados iconos de la Guerra Civil española.
La labor de identificación del miliciano de la imagen de Capa habría de ser realizada mucho tiempo después, en 1995, por Mario Brotóns Jordá, que había luchado en el frente de Cerro Muriano integrado en esa columna de milicianos levantinos. Brotóns se percató de que el correaje y las cartucheras que portaba el hombre de la imagen eran iguales a las que utilizaban los integrantes de la columna de Alcoy. Habría de ser luego una mujer, María Segura Bicher, cuñada de “Taino”, quién confirmaría que la imagen del miliciano era la del hermano de su esposo, que para entonces también había fallecido. Parece que el profesor Ricard Bañó había sido el primero en reparar que el miliciano de Capa y “Taino” podían ser la misma persona y Brontóns, advertido por él, lo consultó a la cuñada. En todo caso, los testimonios de diversos alcoyanos coinciden igualmente en que “Taino” murió en Cerro Muriano en esa tarde del 5 de septiembre. Francisco Moreno, la persona que más ha estudiado la Guerra Civil en Córdoba, ha hecho saber en diversas oportunidades que todos los datos apuntan a que esa identificación es correcta.
Quizás no sería mala cosa, a estas alturas, que algún día las autoridades de Córdoba decidieran alzar en el Cerro de la Coja algún sencillo monumento que recuerde aquellos acontecimientos de nuestra Historia. Hoy día son muchos los amantes de la naturaleza que hacen senderismo por este bello paraje de la Sierra de Córdoba pero, sin duda, son pocos los que saben que la mítica imagen de Robert Capa fue tomada en ese cerro. Antiqva, que tampoco lo sabía, tomó conciencia de ello una mañana en que conversaba con alguien en el cercano Museo del Cobre de Cerro Muriano. Fue después cuando atraído por la curiosidad decidió leer algún que otro libro.
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He oído alguna controversia sobre esta foto. Sea cual sea la verdad, es como tú muy bien dices un icono de esa Guerra Civil.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amiga Alfaro, se que algunos dicen que la imagen pudo ser un montaje... Es posible...
ResponderEliminarPero no es esa la opinion de Francisco Moreno.
Y te puedo asegurar que ese hombre es el que ha estudiado con mas profundidad que nadie la guerra civil en Cordoba. Nadie se le puede comparar en sus conocimientos: movimientos de tropas, estudio de archivos...
Y cuando ese hombre defiende que la foto es real, yo creo lo que dice.
Entre otras cosas porque si hubiera sido un montaje Capa se hubiera aprovechado mas de ella, y todo sugiere que no presto a la imagen especial atencion. Ni siquiera se intereso por saber quien era el miliciano.
Entre otras cosas porque los moros estaban subiendo por el cerro y no habia tiempo ni para montajes ni para tomar datos.
Aquello sucedio de manera muy repentina y Capa al poco salio en estampida de alli... Los moros avanzaban a tiro limpio.
Un abrazo, Alfaro
Es importante conservar la memoria para que no suceda nunca más.
ResponderEliminarabrazos otoñales, más bien invernales.
Sin duda fue una guerra cruel como tantas otras, y alli quedo la imagen de un hombre, plasmada e inmortalizada.
ResponderEliminarBesitos miles
Janeth
Todo un icono de esa guerra entre hermanos.
ResponderEliminarY desde luego, tienes razón en que deberían dejar algún rastro de lo que allí aconteció.
Pobre Taino,que murió sin saber que sería la imagen de un horror.
Cada vez que escucho Cerro Muriano, me entran escalofríos al recordar las vueltas que dió el autobús que nos subió hasta allí.
Yo, cobarde para tantas cosas, ni me atrevía a mirar los precipicios,pues me daban ganas de voverme a casa,de no ser por las ganas terribles de ver a mi hermano querido.
¡Cobarde que es una!
Muy interesante,Antiqva.
Besos.
Deberíamos poder quitarnos la guerra de la mente como un abrigo cuando hace calor. Pero nunca aprenderemos.
ResponderEliminarBesicos.
Son impresionantes las fotos, la del "caído" y la de las madres huyendo con sus hijos en brazos.
ResponderEliminarIgual de impresionante es tu amor por la historia y tu hambre de estudio, muy gratificante..
mjm, tal vez soné muy formal, pero es igual que siempre con mucho cariño :)
un abrazo Amigo!
Muy buena crónica, Antiqva. Ayer vi en la televisión más fotografías de este señor y todas son impresionantes.
ResponderEliminarLas imágenes pueden hacer que la memoria siga viva.
Un abrazo
Conchi