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martes, 1 de julio de 2008

EL CHOCOLATE DEL LORO





El animal nunca entendió que la señora Marquesa, en su pretensión de reducir los gastos que estaban arruinando la hacienda, hubiera ordenado que le dejaran de dar las gotitas de chocolate, de las sobras, que cada tarde le ofrecían en la merienda.
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5 comentarios:

  1. ¡Pobre animal! ni las sobras le dejaban.
    Es cierto que cuando hay que ahorrar, hay que ahorrar con lo más insignificante, ¡¡pero empezar por las sobras que se le dan al loro!!
    Ya se sabe, cosas de marquesa.

    un abrazo

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  2. El guacamayo pensó:
    "Es que los amos son tan ingratos.Media vida aguantándolos y te pagan con esto.Ojalá pierda la dentadura postiza y se le caiga la peluca en publico."
    Inuits

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  3. Dices bien, realismo mágico puro!!

    y me da un pesar el lorito :(

    jajaja

    felices vacaciones Amigo!!

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  4. HEeeeee ahorrar asi no hombre!!! que luego para otras cosas si que si jejejee

    Besitos

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  5. El loro tiene mis mismas debilidades por el chocolate. Tendrè que ir a defenderlo que no le den las sobras.

    Abrazos.

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Gracias, siempre, por tus palabras...