Páginas

jueves, 9 de octubre de 2008

MAAT-KA-RE, HIJA DE AMÓN (I)

Representación moderna, estereotipada, de una mujer egipcia (con atributos de diosa)






Ahmosis, “Esposa Real”
--------------------------------

Esta historia fue escrita desde su comienzo hasta su final conforme a lo que Ameny, hijo de Ptahhotep, escriba ágil de dedos, -¡que viva, que sea próspero y tenga salud! – encontró esculpido en las paredes de la “Casa de Millones de Años”, que había ordenado construir su majestad el Horus “Poderosa en Kas”, las dos Señoras “Afortunada en años”, el Horus de oro “Divina en apariciones”, el rey de Egipto Maat-Ka-Re, imagen sagrada de Amón, a quién Él asignó la herencia de las Dos Tierras, la realeza del Alto y del Bajo Egipto.

Dice lo que el escriba Ameny encontró escrito y él ha copiado en este papiro:

En tiempos del rey Tutmosis I vivía en Tebas una mujer llamada Ahmosis de la que todos afirmaban que había sido favorecida con una belleza que superaba los límites de la condición humana. El rey, que tuvo conocimiento de las cualidades que adornaban a la mujer, sintió que su corazón, ardientemente, deseaba conocerla, de modo que decidió que su palabra ordenara a los hombres que fuese traída a su presencia. Inmediatamente, el visir se ocupó de que tres hombres hicieran saber a Ahmosis que el faraón deseaba que ella fuera conducida ante los ojos de su majestad.

Cuando Tutmosis I contempló a la bellísima Ahmosis deseó de inmediato conocerla carnalmente y aquel mismo día la sangre del rey se mezcló con la sangre de la mujer. Pronto Ahmosis habría de convertirse en “Esposa Real” y pronto, también, pasaría a ser “Madre Real” de los hijos del “Cuerpo” del rey.

En aquellos tiempos los hombres del Alto y del Bajo Egipto vivían alegres. Su rey era el señor de un imperio que se extendía desde la Alta Nubia hasta el Eúfrates. Nada se oponía al poder del faraón y todos sabían que Tutmosis I, el “Horus de los Vivientes”, de quien venía el soplo de la vida, bendecido por Amón, era feliz con la compañía de Ahmosis, la mujer a la que deseaba tan ardientemente. Las inscripciones que se esculpieron entonces en uno de los pilonos del templo de Amón nos hablan de ese momento de felicidad para los hombres de la Tierra Negra:

“Dice el rey: El Valle y el Desierto están bajo mi autoridad, y yo estoy satisfecho con las victorias que tú me has concedido sobre los enemigos de Egipto. Todas las tierras extranjeras rebeldes han sido sometidas por mis sandalias y todos los pueblos que nos rodean pagan sus tributos a Egipto. Tú, Amón, has fortalecido mi majestuosidad y mi fama recorre sus tierras. Sus cuerpos temblaron cuando fueron derrotados gracias a la victoria que tú habías decretado. Ahora actúan como siervos según tú ordenaste. Los jefes de todas las tierras extranjeras están ahora con sus cabezas inclinadas delante de mí. Sus tributos son recaudados en honor de tu templo… Y yo, acompañado de Ahmosis, mi “Esposa Real” soy feliz contemplando como los hombres del Alto y del Bajo Egipto son felices..."

.

(Continuará…)

.

17 comentarios:

  1. Desde los milenios la voz habla, los escribas copian si error los mandatos de los dioses vivos, sus faraones y, entre deseos y pasinones, nada se les resite a los que están bendecisos.
    Me han gustado mucho: ... "su palabra ordenara a los hombres" (como si la palabra fuera el verbo; el cuerpo actuando o como si la voz fuera un oráculo)

    "la sangre del rey se mezcló con la sangre de la mujer" (pasión consumada)

    "...han sido sometidas por mis sandalias"
    El poder y el dominio es tan grande que sólo requieren su sandalia que es su paso,un elemento mágico de poder,como si caminara levitando.
    Inuits

    ResponderEliminar
  2. Comencé a ver el post y me impactó la imagen. La sentí con vida propia.

    Y luego el relato, minucioso, detallista, intrigante y misterioso que invita a una espera que no sea prolongada para saber cómo continuará.

    Las apreciaciones de Inuit sin duda, son impecables. Yo tuve que volver a leerlo para darme cuenta del poder de las sandalias...

    Que bien que hace venir aquí!!!, cuánto voy aprendiendo.

    abrazotes amigo, maestro!!!!

    ResponderEliminar
  3. Amiga Inuit, los egipcios pensaban que el mundo habia sido creado gracias al poder creador de la palabra del Dios Primigenio. Como existia una relacion "de simpatia" entre lo que esta arriba (el cosmos) y lo que esta abajo (Egipto) pensaban que el faraon tambien poseia la magia de la palabra. De modo que cuando el corazon del faraon deseaba algo, bastaba que su palabra lo pronunciara para que ese algo se materializara. Eso es lo que he querido reflejar en el cuento. Logicamente, los que "corrian como locos" para que se materializara el deseo eran los hombres, los servidores del faraon, comandados por el Visir.

    La frase "tal y cual pueblos extranjeros han sido sometidos por mis sandalias" es frecuente en los textos de alabanza a los faraones.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Amiga Susuru, la imagen es muy digamos topica, pero lo cierto es que resulta, al menos para uno, tan bella como sugerente. Los cuernos son un simbolo de Hathor, diosa que simbolizaba, entre otras cosas, el Amor.

    Aparte de la mirada "felina" de la mujer, me llama la atencion el pectoral, con el escarabajo (simbolo de la vida eterna) y la digamos "melena de leona" y es que aqui la diosa mas que del Amor, lo es de la Guerra... Es el sugerente dualismo de lo egipcio.

    Y es que menuda las liaba Hathor cuando se enfadaba...

    Un abrazo, amiga

    ResponderEliminar
  5. La imagen es impresionantemente bella. Muy a la altura del post, amigo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Promete, promete la historia. Además se nota que tus conocimientos sobre Egipto son muy sólidos. Estaré muy pendiente a la siguiente entrega.


    --
    Saludos, Goathe.

    ResponderEliminar
  7. Entre la lectura y las notas aclaratorias que nos escribes aquí y un poco que repasemos, mastro antiqva,...
    gracias, por estos cuentos

    ResponderEliminar
  8. Y tiene amor esa mujer hacia a su esposo? espero que sí.

    Seguimos...


    Abrazos

    ResponderEliminar
  9. He venido he leído y quedo a la espera de la continuación. De momento promete, antiqva, promete la historia.
    Un beso, cielo
    Natacha

    ResponderEliminar
  10. Pues he quedado prendada del comienzo de la historia y tal parece que seguirá igual de enigmática que al inicio... un gusto leerte y seguiré por acá porque quiero aprender(te), te tomaré como un guía en eso del mudo egipcio :), claro si aceptas una pupila jeje.
    Un abrazo amigo.
    Haydeé

    ResponderEliminar
  11. Hay que ver cuánta fuerza tiene la belleza. Sin embargo, estoy segura de que la reina supo hacerse amar por encima de su propia belleza. Besos.

    ResponderEliminar
  12. Gracias por compartir esta historia, sigo a la espera del siguiente capítulo, y la imagen muy bella.

    Un beso y feliz tarde.

    ResponderEliminar
  13. Hola Antiqva, pasaba a saludarte, pasaré con más calma a disfrutar de tus relatos egipcios, ¡no me los puedo perder!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Espero que Ahmosis sintiera lo mismo que Tutmosis I, porque en un rato mezclar las sangres, ¿o fue un flechazo arrebatador?, ¿o los preliminares fueron terriblemente cortos? (¿Por qué se llaman casi igual, los dos acabados en mosis?)

    Me parece, que con la excusa de que los dioses hablaban por boca de los grandes reyes, todos sus deseos por mínimos que fueran se veían rápidamente cumplidos y eso, me resulta terriblemente familiar.

    Espero con gran expectación la continuación de la historia, y espero que Ahmosis, tenga bastantes cosas que contar.

    Besos

    ResponderEliminar
  15. Oye niño, qué facilidad para escribir y saber de estas cosas, yo sería incapaz!!! hay que tener conocimiento de ello, valoro más aún esto por ello, eres genial pucelanito!!!

    Muy interesante seguiré a la espera...

    Muchos besitos por esa parte.

    ResponderEliminar
  16. Gracias, amig@s, por vuestras palabras... En estos momentos acabo de lanzar la segunda parte, es decir, que esto va avanzando.

    Esta claro que si al faraon se le digamos apetecia una mujer, poco se podia hacer para llevarle la contraria...

    Pensar, no obstante, que ese flechazo del faraon es simplemente un cuento, un mero recurso para justificar lo que pasara mas adelante.

    Con respecto a la pregunta de PetitaPetitesa,

    - Tutmosis es un nombre de varios faraones de los mas importantes de Egipto. Vendria a ser algo asi como "Amado de Thot".

    -Ahmosis, vendria a ser algo asi como: "Amada de Amon".

    A veces, se encuentre escrito Tutmose, Tutmes...

    Y Ahmose, Ahmes...

    Pero en fin la forma mas usual de nombre a esta faraon y a la reina es Tutmosis y Ahmosis.

    Un abrazo, amig@os

    ResponderEliminar
  17. Y la palabra del Rey era deseo cumplido y así se hace constar.Porque él era el dios terrenal, el que poseía la magia y el poder.Era el mediador de los dioses en la tierra y sus hazañas debían plasmarse con rigurosa exactitud y su felicidad y su dicha también.
    Así, hasta su unión sanguínea para satisfacción carnal,era un momento de dicha que debía reflejarse en ese lenguaje característico que poseían y que embellece cualquier gesto.
    Besos.

    ResponderEliminar

Gracias, siempre, por tus palabras...

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.