Imagen: Antiqva
De las abundantes uniones sexuales de una madre y su hijo, de Gea y Urano, de la Tierra y el Cielo, habrían de nacer, primero, el Océano, de remolinos profundos, y más adelante el taimado Cronos y la primera generación de dioses. Cronos, uno de los titanes, doce en total, seis varones y seis hembras, fue el más terrible de los hijos del Cielo y de él decían las ninfas que siempre sintió un odio floreciente hacia su padre. También parió Gea a los Cíclopes, semejantes a dioses pero con un solo ojo en la frente, que fueron arrojados al Tártaro por su padre, Urano, que temía que le arrebatasen su poder. De allí habrían de ser liberados más adelante por Cronos y los Titanes, sus hermanos.
A medida que Gea iba pariendo los hijos que sus frecuentes relaciones con Urano producían este en vez de dejar que salieran a la luz, los encerraba en el seno de la Tierra, gozándose en su mala obra, lo que motivó una creciente aflicción de Gea que, henchida de ellos, suspiraba interiormente y al fin ideó una pérfida y engañosa trama. Según las ninfas contaron al hombre, Gea habría construido una gran hoz de afilado acero y la habría mostrado a sus hijos, a los que con el corazón apesadumbrado les habría dicho:
-¡Hijos míos y de un padre malvado! Si quisierais obedecerme vengaríamos el ultraje inicuo que nos infirió vuestro padre. Él fue el primero en maquinar acciones indignas.
Así se habría expresado Gea y todos se sintieron poseídos por el miedo. Ninguno osaba hablar. Habría de ser el taimado Cronos quien cobrando ánimos habría de responder a su madre veneranda:
-¡Madre! Yo prometo ejecutar esta obra, pues nada me importa nuestro padre de aborrecido nombre. Como tu bien dices, él fue el primero en maquinar acciones indignas.
Tal dijo; y el corazón se le llenó de alegría a la vasta Tierra, la cual ocultó a Cronos, poniéndolo en acecho con la aguda hoz en la mano, y le refirió íntegramente la dolosa trama. Vino luego el gran Cielo, seguido de la Noche; y deseoso de amar, se acercó a la Tierra extendiéndose por todas partes. Entonces el hijo, desde el lugar en que se hallaba apostado, echó la mano izquierda a su padre; y, asiendo con la diestra la grande hoz le cortó en un instante las partes verendas y las tiró hacia atrás. No en balde salieron de su mano: las gotas de la sangre derramada las recibió la Tierra, la cual parió en el transcurso de los años a las tres Furias (Alecto, Tisífone y Megera), divinidades infernales que desde entonces habrían de perseguir sin descanso a los criminales causándoles una eterna angustia; habría también de parir a los enormes Gigantes, que vestían lustrosas armaduras y manejaban ingentes lanzas, y a las Ninfas llamadas Melias en la tierra inmensa......
Las partes verendas de Urano, que habían sido cortadas por su hijo Cronos, fueron arrojadas luego al undoso Ponto, donde durante mucho tiempo fueron llevadas de acá para allá en el piélago. Mucho tiempo después, de esas desgajadas porciones de la carne de Urano, que habían terminado siendo cubiertas por la blanca espuma del mar, habría de nacer una bellísima diosa, que sería conocida por todos como Afrodita y que se encaminó a la isla sagrada de Citera, entre Creta y el Peloponeso, cerca de las costas de Laconia. Desde entonces esa isla habría de verse reflejada en la literatura como un lugar maravilloso consagrado al amor y los placeres. Más tarde la diosa, si hemos de creer a las ninfas, se habría dirigido a Chipre:
“Al salir del mar la veneranda hermosa deidad, brotaba la hierba doquier que ponía sus tiernas plantas. Dioses y hombres la llaman Afrodita, porque se nutrió en la espuma; Citerea, la de hermosa diadema, porque se dirigió a Citera; Ciprogénea, porque nació en Chipre, la isla azotada por las olas; y Filomédea, porque brotó de las partes verendas. Acompañábala Eros y la seguía el hermoso Deseo, cuando, poco después de nacer, se presentó por vez primera en el concilio de los dioses. Tal honra tuvo Afrodita desde un principio y le cupiéron en suerte, entre los hombres y los inmortales dioses, los paliques de las doncellas, las risas, los engaños, los dulces placeres, el amor y las ternezas”.
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De las abundantes uniones sexuales de una madre y su hijo, de Gea y Urano, de la Tierra y el Cielo, habrían de nacer, primero, el Océano, de remolinos profundos, y más adelante el taimado Cronos y la primera generación de dioses. Cronos, uno de los titanes, doce en total, seis varones y seis hembras, fue el más terrible de los hijos del Cielo y de él decían las ninfas que siempre sintió un odio floreciente hacia su padre. También parió Gea a los Cíclopes, semejantes a dioses pero con un solo ojo en la frente, que fueron arrojados al Tártaro por su padre, Urano, que temía que le arrebatasen su poder. De allí habrían de ser liberados más adelante por Cronos y los Titanes, sus hermanos.
A medida que Gea iba pariendo los hijos que sus frecuentes relaciones con Urano producían este en vez de dejar que salieran a la luz, los encerraba en el seno de la Tierra, gozándose en su mala obra, lo que motivó una creciente aflicción de Gea que, henchida de ellos, suspiraba interiormente y al fin ideó una pérfida y engañosa trama. Según las ninfas contaron al hombre, Gea habría construido una gran hoz de afilado acero y la habría mostrado a sus hijos, a los que con el corazón apesadumbrado les habría dicho:
-¡Hijos míos y de un padre malvado! Si quisierais obedecerme vengaríamos el ultraje inicuo que nos infirió vuestro padre. Él fue el primero en maquinar acciones indignas.
Así se habría expresado Gea y todos se sintieron poseídos por el miedo. Ninguno osaba hablar. Habría de ser el taimado Cronos quien cobrando ánimos habría de responder a su madre veneranda:
-¡Madre! Yo prometo ejecutar esta obra, pues nada me importa nuestro padre de aborrecido nombre. Como tu bien dices, él fue el primero en maquinar acciones indignas.
Tal dijo; y el corazón se le llenó de alegría a la vasta Tierra, la cual ocultó a Cronos, poniéndolo en acecho con la aguda hoz en la mano, y le refirió íntegramente la dolosa trama. Vino luego el gran Cielo, seguido de la Noche; y deseoso de amar, se acercó a la Tierra extendiéndose por todas partes. Entonces el hijo, desde el lugar en que se hallaba apostado, echó la mano izquierda a su padre; y, asiendo con la diestra la grande hoz le cortó en un instante las partes verendas y las tiró hacia atrás. No en balde salieron de su mano: las gotas de la sangre derramada las recibió la Tierra, la cual parió en el transcurso de los años a las tres Furias (Alecto, Tisífone y Megera), divinidades infernales que desde entonces habrían de perseguir sin descanso a los criminales causándoles una eterna angustia; habría también de parir a los enormes Gigantes, que vestían lustrosas armaduras y manejaban ingentes lanzas, y a las Ninfas llamadas Melias en la tierra inmensa......
Las partes verendas de Urano, que habían sido cortadas por su hijo Cronos, fueron arrojadas luego al undoso Ponto, donde durante mucho tiempo fueron llevadas de acá para allá en el piélago. Mucho tiempo después, de esas desgajadas porciones de la carne de Urano, que habían terminado siendo cubiertas por la blanca espuma del mar, habría de nacer una bellísima diosa, que sería conocida por todos como Afrodita y que se encaminó a la isla sagrada de Citera, entre Creta y el Peloponeso, cerca de las costas de Laconia. Desde entonces esa isla habría de verse reflejada en la literatura como un lugar maravilloso consagrado al amor y los placeres. Más tarde la diosa, si hemos de creer a las ninfas, se habría dirigido a Chipre:
“Al salir del mar la veneranda hermosa deidad, brotaba la hierba doquier que ponía sus tiernas plantas. Dioses y hombres la llaman Afrodita, porque se nutrió en la espuma; Citerea, la de hermosa diadema, porque se dirigió a Citera; Ciprogénea, porque nació en Chipre, la isla azotada por las olas; y Filomédea, porque brotó de las partes verendas. Acompañábala Eros y la seguía el hermoso Deseo, cuando, poco después de nacer, se presentó por vez primera en el concilio de los dioses. Tal honra tuvo Afrodita desde un principio y le cupiéron en suerte, entre los hombres y los inmortales dioses, los paliques de las doncellas, las risas, los engaños, los dulces placeres, el amor y las ternezas”.
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Me gustan los nombres que tienen: Gea, Cronos, Tártaro...
ResponderEliminarPero qué mente más previlegiada, poder escribir sobre esto, si no sabes nada, no puedes...
Y luego contarlo de un modo ameno...
te felicito.
Esto sí que es escribir.
Un abrazo.
Ay, amiga Alfaro, si todo el mérito es de aquel tipo llamado Hesiodo... Tenia una imaginación truculenta... Antiqva actua como un mero "Escriba agil de dedos"...
ResponderEliminarJe,je,je
Un abrazo, amiga
Lo has contado tal cual sucedió ;)
ResponderEliminarY qué maravillosa imagen, de la cuna de la diosa...
besos miles amigo
Es un cuento precioso, y eres un buen contador, me encanto, que bien escrito esta, amigo una ves mas; no me cansare de agradecerte el inmenso placer que me da leerte, gran narrador de cuentos...
ResponderEliminarBesitos siempre
Janeth
No se puede negar que la Mitología griega y romana son, junto a la Biblia, algunos de los relatos más bellos y fecundos sobre la naturaleza humana.
ResponderEliminarViene muy bien de vez en cuando recordarlos.
Un abrazo.
Amiga Isis
ResponderEliminarEs que la imagen es del Mediterraneo, querida amiga, y en ese mar es donde la diosa habria nacido...
Ah, que mar tan bello y tan cargado de historia.
Un abrazo, amiga
Amiga Janeth
ResponderEliminarGracias por tus palabras... ¿Quien le iba a decir a uno que algun día iba a escribir cuentos...?
Recibe un abrazo, Janeth
Amiga Cristal
ResponderEliminarClaro que si, amiga, en los mitos clasicos está -sin duda- uno de los orígenes de la cultura occidental, lo que pasa es que luego -con el paso de los siglos- el interes por los mitos se perdió... Los mitos clasicos cayeron en el olvido, y ahora las gentes están "algo chifladas" con otros mitos muy distintos, los propios del mundo moderno.
Un abrazo, amiga
Una estupenda correlación de imagen y leyenda escalofriante, uff
ResponderEliminartierra, cielo, aire, fuego, agua,,,, sangre, parece ser que así comenzó todo.
Los conflictos generacionales por el poder siempre han existido, pero a veces me he preguntado si todos esos avatares de vida, aventuras y desventuras de heroes y dioses mitológicos son (mejor dicho, fueron) alegóricos, simbólicos o reales??,,,, a saber
Un abrazo
Amiga Entreluces
ResponderEliminarSiempre me llamó la atención que en los mitos occidentales en los momentos de los inicios siempre se habla de "luchas" entre la Tierra y el Cielo... Entre las gentes de la tierra y las gentes del cielo... Es tambien frecuente ver que los primeros reyes civilizadores hayan tenido un origen celeste...
Son cosas que dan mucho que pensar.
Los mitos mas viejos, en los que arranca el saber occidental, los que fueron anteriores al nacimiento de la Filosofia, yo creo que tiene que existir alguna base de tipo real. Algo tuvo que pasar que los mitos mas antiguos recogen y narran de modos similares.
Luego, con el paso de los siglos, los mitos se convirtieron en Literatura y la cosa ya fue muy distinta.
En suma, los mitos antiguos creo que tienen poca relación con los mitos de tiempos mas recientes.
Ah, aquellos tiempos lejanos en que, por ejemplo, en el antiguo Egipto, los dioses gobernaron el pais... Luego, ya se sabe, un buen dia decidieron -algo cansados de los hombres- retornar al cielo...
Un abrazo, amiga
No sabes lo encantada que estoy leyéndote con los mitos griegos ;)
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Haydeé : )
Amiga Aheo
ResponderEliminarPues no sabes lo "encantado" que queda uno, sabiendo que te encantó este cuento de la Creación, según los viejisimos mitos griegos.
Un abrazo, amiga
Eres un contador infatigable,ameno y fructífero,querido Antiqva.
ResponderEliminarUn maestro en el arte de escribir como Hesiodo,estaría infinitamente orgulloso de un apostol tan eficiente...
Un placer leer esta fantástica historia de los habitantes sobrehumanos de este mundo, que nos dejó un gran inventor y nos recuerda un gran escriba de las divinidades.
¡Hala, y me he quedado tan ancha regalándote palabras!
Será porque las mereces!
Y porque soy así deplasta,jajaja
Encantada me voy,como siempre :)
Besos,amigo maestro.
Por cierto, me encanta esa imagen marina.
Nunca dejas de sorprenderme...
ResponderEliminarUn besico.
Amiga Marinel
ResponderEliminarBueno, si... Es magnifico que a uno le llamen "cuentista"... Y si encima te gustó la imagen de "la mar" ¿que más podríamos pedir...?
Gracias, amiga, por tus palabras. Te envio un abrazo
Amiga Sara
ResponderEliminarBendita cosa es que conservemos todos la capacidad de asombrarnos...
Bendito sea, querida amiga
Un abrazo
Ay que me da escalofríos.
ResponderEliminarBeso.
Amiga Clarice
ResponderEliminarEs que los dioses griegos, tan humanos y tan pasionales, producen sin duda escalofrios...
Es normal, con esas gentes tan apasionadas...
La cosa tiene sus tintes terribles: Un hijo que sujeta a su padre -donde más duele- y que en la otra mano tiene una hoz afiladisima....
¡Vaya con los griegos...!
Un abrazo, amiga
Antiqva,
ResponderEliminarTodo el mérito es del espíritu que te habita, que se mueve y se inspira de lo que bebe.
Por lo tanto, Antiqva recibe de los dioses el siguiente mandato:
Hacer lo posible y lo imposible para que sus texto creados des del orden clásico se vean reconocidos en los papeles impresos.
Podrías contactar con editoriales e incluso publicar en internet. Juanan el del alféizar(:http://el-alfeizar-de-dedalus.blogspot.com/) ha publicado por internet y sus libros se pueden conseguir a través de una red de librerías.
Infórmate y no lo dejes, no lo dejes, tus escritos son un género muy poco utilizado y puede tener su interés, no lo dejes.
Inuits
Amiga Inuit
ResponderEliminarAlgún día pondré en papel un libro de CUENTOS EGIPCIOS... Entonces, te enviaré una copia en formato PDF...
Lo haré, seguro.
Recibe un abrazo fuerte, amiga