Imagen: Antiqva
¡Eh, compañero! ¿Buscas
al Cristo?, gritó alzándose el mendigo
predicador en su hacienda de andrajos
del banco donde duerme,
a espaldas del benéfico Caballero de Gracia.
Tuve miedo en la noche, por si fuera
el Cristo mismo, ebrio, quien me hablara,
y lo negue tres veces.
Pablo García Baena
.
Tenemos miedo a afrontarnos a nuestros propios misterios...o a lo que creemos creer.
ResponderEliminarun abrazo
Eso de negarlo tres veces me suena mucho...
ResponderEliminarCómo no tenrer miedo a esa magnitud de creencia ciega,que siempre trata de abrirse paso?
Magnífico.
Más besos.