Estudio número uno
Ensoñación fotográfica: Antiqva
Estudio número dos
Ensoñacion fotográfica: Antiqva
Siempre pensé que Carlitos Calderón podía ser un hombre lobo, ya que doña Melquiada, hace años, me había hecho saber sus sospechas, pero el miedo comenzó a obsesionarme en los últimos meses cuando supe que la gente de la aldea comentaba la extraña ausencia de gatos y perros en las callejas.
Hace unas semanas, en la noche, entre gritos, alguien nos dijo que en el corralón del Cristo habían acorralado a una bestia peluda a la que habían sorprendido cuando con sus colmillos de sangre estaba degollando al perro de Aixa, la morisca de la Mancebía. Todos los hombres, armados de hachas y hoces, acudimos al corralón.
Antes de ser colgado, Carlitos habló:
-Desde hace años mi alma no me pertenece… Suplico la vida de mi cuerpo… Respetadla y os concederé un deseo… Mi pacto con Satán permite que pueda hacerlo realidad. Solo pido conservar la vida… Nunca volveréis a verme.
Los hombres, sin dejar de blandir las hachas, cruzamos nuestras miradas. En los ojos de todos relucía un inesperado fulgor… Los que estaban forzando la soga aflojaron la presión. Al poco, todos iniciamos el regreso a nuestras casas mientras la fiera se alejaba en la oscuridad.
Fue así como desde aquella noche en los cuerpos de nuestras mujeres se instaló de nuevo el deseo que acosa a las vírgenes.
he pasado un monton de veces de puntillas por aqui..
ResponderEliminarme gustan sus imagenes, me gustan sus palabras, sus cuentos y sus latidos...
puedo quedarme??
prometo no romper nada.
un saludo,
Leyendo tus cuentos me transporto, imagino cada escena, vivo el momento narrado amigo, y esta ves le diste un giro a la historia tradicional del hombre lobo, ahora concede deseos, y los hombres no pierden la oportunidad de caer en las redes del deseo....
ResponderEliminarUffff, escalofriante. Fíjate la de veces que harán pasado cosas semejantes y silencios comunitarios en lugares donde lo ancestral todavía está presente y se teme. Si ahora estamos por lo terrorífico qué pasará en "jalouin"? Bueno, ya responde yo. No pasará naaaa de naaaa porque el terror americano no tiene ni un ápice de lo oscuro de las leyendas españolas de antaño. Besos.
ResponderEliminarQué miedo. Pactos col diablo.Qué bien contado.
ResponderEliminarUn abrazo.
col... es una palabra asturiana, que significa 'con el', es lo que quise decir: con el diablo. Se me escapó la 'llingua'.
ResponderEliminarNo sé que tienen de poderío esos pactos entre lobos y diablos, pero lo cierto es que suelen ser de lo más tentadores.
ResponderEliminarTan así es, que me quedé pensando un rato, sin llegar a descifrar, cuales podrían ser los deseos de las vírgenes,,,
Un fuerte abrazo amigo
Un solo deseo...
ResponderEliminar¡Y lo supieron usar!!! ;)
preciosa ensoñación fotográfica...
un abrazo inmenso, amigo
Bueno, pidieron y se les fue concedido... Los chicos, siempre tan prácticos, jaja.
ResponderEliminarUn beso querido amigo.
Natacha
Creo que no vendería mi alma al diablo tan barata.
Muy inspiradas tus letras y ese cierre suena muy sugestivo.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Saludos.
Hay pactos que siempre subyugan, de cuyos lazos no podemos desatarnos.
ResponderEliminarUna hermosa superposición de imágenes y palabras.
Una sonrisa
Las historias de hombres Lobo siempre me han atraído. Hace años conocí la del Hombre Lobo alaricano una leyenda gallega que habla de un tal Romasanta que sembró el pánico por las aldeas de Orense.
ResponderEliminarMe parecen unos personajes que, como los vampiros inspiran un montón de leyendas muy curiosas.
Un abrazo, amigo Antiqva.
Bueno fue solo un deseo que concedieron para que les reportase beneficio...
ResponderEliminarDe gallina se me ha puesto la piel con el relato.
Besos.
Era de esperarse ese deseo... jaja
ResponderEliminarMuy bueno...!!!