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miércoles, 10 de marzo de 2010

"SABEMOS QUE NUESTRO PADRE ESTÁ AQUÍ..."

Un pasado con nubes
Ensoñación fotográfica: Antiqva



Aquella noche hubo “saca de presos”… Vicente, cuando le obligaron a subir al camión que habría de llevarle al paredón donde iba a ser fusilado, sintió que un miedo lacerante paralizaba su corazón… Dicen que chillaba proclamando a los aires su inocencia… Su aparato circulatorio no resistió el envite del terror y se rompió en la muerte como una bombilla que explota. La parada cardiaca impidió que llegara a sentir el impacto de las balas atravesando su cuerpo. Corría el mes de julio de 1937. Las tropas nacionales habían entrado en Málaga el 8 de febrero de ese año.

Todo había comenzado tres meses antes. Vicente, zapatero de oficio, había piropeado a una mujer que había entrado en el local de la calle Dos Aceras de Málaga:

“Qué rubia más guapa” –había exclamado nuestro hombre admirando la belleza de la desconocida.

Al poco, ese mismo día, las gentes del orden acudieron al lugar y se lo llevaron. El hecho causó extrañeza en el barrio, ya que nadie sabía que nuestro hombre perteneciera a algún partido político o sindicato. Parece que la ira de la rubia motivó el desastre… Era, quizás, la esposa de alguien importante y parece que se quejó de inmediato a ese alguien de la conducta del zapatero.

El 30 de julio de 1937, Josefa –esposa de Vicente- acompañada de su hija Francisca, acudieron a la prisión a llevarle algo de comida. La niña tenía entonces cinco años. Tardaron en explicarles los motivos por los que Vicente “no salía”. Al fin alguien les hizo saber que estaba muerto… Su cadáver había sido enterrado en el cementerio de San Rafael.

Ha pasado, desde entonces, mucho tiempo… En estos últimos años un equipo de arqueólogos ha venido trabajando para aflorar los restos de las más de 4.300 personas que fueron enterradas en fosas comunes del cementerio de la ciudad. Parece que ya tienen catalogados 2.840 muertos. De ellos, solamente de uno se conoce su identidad, se trata de Vicente, el zapatero.

-“Sabemos que nuestro padre está enterrado aquí” –habían hecho saber a los arqueólogos sus hijas Francisca y Pilar señalando un espacio concreto del rincón donde iban a excavar. Las palabras de las ancianas tuvieron pronta confirmación. En ese lugar, al poco, solitarios, aparecieron los restos de un hombre.

Las mujeres dijeron que cuando el camión, con su padre ya muerto, llegó a las tapias del cementerio, tras ser fusilados los demás detenidos, el cuerpo de Vicente fue mezclado con los otros cadáveres. Fue entonces cuando uno de los sepultureros, amigo de la familia, reconoció su cuerpo y lo colocó aparte de los demás:

-“Te lo he puesto aquí…” –le diría luego el hombre a una de las tías de Francisca y Pilar.

Así fue como durante décadas la familia del zapatero, todos los años, pudo llevar flores a aquel olvidado rincón del cementerio. Sabían que Vicente estaba allí enterrado. Francisca ha explicado alguna vez que cuando era niña su madre le daba las flores para que ella las colocara. Parece que la mujer no tenía valor para hacerlo por si misma. Poseída por el miedo se limitaba a contemplar, desde lejos, llorando, como su hija las depositaba en la tierra.

Pasados los años, otra mujer, también llamada Francisca, una de las nietas de Vicente, seguía llevando flores a la fosa de los fusilados. Había pasado mucho tiempo, pero el miedo seguía latiendo:

-“La gente se nos quedaba mirando y algunos, incluso, nos escupían”, habría de decir Francisca en tiempos recientes, para luego añadir: “Nunca nos criaron con rencor, al revés, nos contaban la historia de nuestro abuelo como un cuento…”


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12 comentarios:

  1. Buenas tardes estimado amigo.

    Con gran placer retomo las lecturas de tu blog.
    Me encuentro con este ultimo que sabemos es una realidad,este tiene nombre y apellido,otros casi antónimos ya descansan aun cuando sus partidas claman justicia.

    Un fuerte abrazo.

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  2. Sabes Antiqva, me entra una rabia terrible cuando escucho hablar a la gente de genocidios y barbaries que presuntamente, “Según ellos”, se comenten en países por civilizar, se me encoge el corazón cuando veo como aplauden y hablan de, “Ya era hora”, cuando equipos de forenses van a otros países a desenterrar fosas comunes…aquí tenemos un montón de cunetas llenas de muertos, de ciudadanos que nunca pudieron decir adiós a sus seres queridos, de ancianos a los que se les arrebato la memoria, el pasado presente y futuro, y nos pasamos los días discutiendo estupideces sobre la memoria histórica, parecemos niños pequeños.
    Solo vemos lo ajeno, ¿Cuándo dejaremos de mirarnos el ombligo y reconoceremos nuestra propia y terrible historia?

    Un beso, muy, muy agradecido por historias como esta, que desentierran fantasmas.

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  3. Cuantas historias semejantes han vivido nuestros padres y abuelos, cada una con un tinte personal pero todas con el mismo denominador común.

    Tu escrito me ha puesto los pelos de punta, tanto por lo que en él detallas, como por los recuerdos contados por mis antecesores, que hicieron de mí desde pequeña una víctima más de aquella guerra que ellos vivieron.

    Un abrazo

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  4. Estas historias duelen, pero me queda ese sabor con lo que escribes, que lo contaban como un cuento.

    Abrazos.

    PD. Muchas gracias por los envíos de las fotos. Lindas.

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  5. Es una pensa sentir la injusticia de las vidas sesgadas por un piropo o por cualquier otra nimiedad... y pensar que fue realmente así, a capricho ...

    A veces el ser humano deja sin palabras lo que el corazón quisiera explicar con lágrimas.

    Ahora bien ... miedo nunca más.

    Un abrazo emotivo.

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  6. Vicente también se llamaba mi abuelo; en una fosa, también , aunque sin conocer el lugar exacto. Inocente, también.
    Gracias también, por esta entrada.
    Una sonrisa

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  7. Esa epocas funestas de dictadura y anarquia, cuantos de estas pobres almas clamaran justicia desde el mas alla, tambien en mi pais existen historias como la que nos narras amigo Antiqva, cuantas fosas comunes de personas desaparecidas en los tiempos de la dictadura, es un cuento terrible de recordar, tampoco me criaron con rencor, pero en mi memoria esta las terribles afrentas a la dignidad,.... buen post como siempre mi querido amigo...

    Besitos miles
    Janeth

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  8. es una historia repetida en mil rincones, pero no por ello menos triste
    es la cruel realidad.
    si al menos nos sirve para no volver a caer en ello.!!

    un saludo!

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  9. Ah... Los niños son capaces de entender la vida misma como un cuento. Por eso, cuando crecemos, nuestro niño interior nos dice incesantemente que no nos tomemos tan en serio y que volvamos a entender.... Pero a veces es muy tarde, porque hemos olvidado de que todo es un cuento... la vida, la muerte...

    Tal vez sea por eso que los niños superan más fácilmente las pérdidas que los adultos..

    Amigo... me he quedado colgada de la cola de un pensamiento fugaz ;)

    Con respecto a la historia, me ha encantado... Y me ha recordado la importancia de NO OLVIDAR.. para que gente inocente no vuelva a morir por inconciencias colectivas...

    besos miles querido Antiqva

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  10. Tristes historias de un tiempo triste y lamentable.

    Me alegra que, al fin, muchas familias puedan recuperar los restos de sus seres queridos tanto tiempo sepultados en el olvido.

    Un abrazo entrañable, Antiqva.

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  11. Crónicas tristes y duras que han tenido que vivir tantos Vicentes que cuando una lo recuerda tambien se le paraliza el corazón.

    Se han cometido tantas fechorias a costa de gentes inocentes que a veces una preferiría creer que esa realidad pertenece a un mundo imaginario,,, pero No.

    Abrazo fuerte amigo.

    P.D. tus fotos una delicia, casi, casi, un consuelo

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  12. Siento la tristeza en el relato, no sólo por lo sucedido al zapatero y otros más, sino porq sigue sucediendo.
    Se aplicará de diferentes modos pero se sigue anuquilando gente en el mundo por una causa o por otra.
    La justicia de los hombres no funciona, nos queda la esperanza que la Justicia Divina sea la que de una vez por todas nos enseñe la lección y la aprendamos para siempre.
    Temblores, terremotos, inundaciones......¿será señal de eso?

    Beso y abrazo, amigo Antiqva y que termines muy bien este domingo

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Gracias, siempre, por tus palabras...