Antiqva Photo
Poco después, agobiado por la máscara, sintiéndose tironeado cada vez más por los hilos invisibles de una marioneta que empezaba a no controlar, estuvo tentado de descubrir su juego. Pero el trato que la viuda le dispensaba era tan dulce y cariñoso que de pronto sintió pena de los tres, de ella y de Faneca y de sí mismo, y se levantó y se despidió.
Pero en vez de meterse en casa tomó el ascensor y bajó hasta la planta baja, dirigiéndose a la cafetería del edificio. Se instaló en la barra y pidió un vino, y luego otro y luego dos más. Estuvo allí hasta que cerraron el bar, solo, probando suerte en una máquina tragaperras que emitía una música fantasmagórica, una tonadilla artificiosa y sideral. Se sintió inesperadamente reconfortado, conformado a la propia falacia y al artificio electrónico y musical que manejaba, mientras una mano invisible palmeaba amistosamente su espalda, animándole: Si te conviertes en otro sin dejar de ser tú, ya nunca te sentirás solo.
Juan Marse, El amante bilingüe
Lo esencial carnavalesco no es ponerse careta, sino quitarse la cara.
Antonio Machado
Antonio Machado
Poco después, agobiado por la máscara, sintiéndose tironeado cada vez más por los hilos invisibles de una marioneta que empezaba a no controlar, estuvo tentado de descubrir su juego. Pero el trato que la viuda le dispensaba era tan dulce y cariñoso que de pronto sintió pena de los tres, de ella y de Faneca y de sí mismo, y se levantó y se despidió.
Pero en vez de meterse en casa tomó el ascensor y bajó hasta la planta baja, dirigiéndose a la cafetería del edificio. Se instaló en la barra y pidió un vino, y luego otro y luego dos más. Estuvo allí hasta que cerraron el bar, solo, probando suerte en una máquina tragaperras que emitía una música fantasmagórica, una tonadilla artificiosa y sideral. Se sintió inesperadamente reconfortado, conformado a la propia falacia y al artificio electrónico y musical que manejaba, mientras una mano invisible palmeaba amistosamente su espalda, animándole: Si te conviertes en otro sin dejar de ser tú, ya nunca te sentirás solo.
Juan Marse, El amante bilingüe
Ooooohhhhh qué bonita macro :)
ResponderEliminarY el fragmento de Marsé muy bueno...
abrazos ¡artista!
Tal vez, parece que nos hemos convertido en otro; pero, se trata simplemente de la magia de crecer, amontonando idas y vueltas de aprendizaje y convicciones limadas, algunas con espinas, otras sin ellas, todas hermanadas como en esta foto. Esencialmente el tronco y la raíz son únicos.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Me encanta Juan Marsé.
ResponderEliminarAfina un montón en la construcción de sus personajes.
Un abrazo, Antiqva.
Ser otro que no eres tu para no estar solo es triste, muy triste. Y llevar siempre máscara es aburrido.
ResponderEliminarBesos.
A me gusta estar sola, así aprecio mas la buena compañía, pero en la vida hay momentos para todo; pero yo no dejaría de ser yo, por tener compañía. Lo de la mascara menos, quien no me quiera, eso se pierde.
ResponderEliminarBesos desenmascarado.
Elegiste un texto excelente. A veces la máscara se hace carne, no?
ResponderEliminarBesos
Es muy triste tener que convertirse en alguien más para no estar solo... :(
ResponderEliminarHizo lo que realmente tenía ganas de hacer, no es que se quitara la careta, se quitó las cadenas.
ResponderEliminarPerfecta entrada.
Muchos besos.
¡Vaya foto más preciosa y original!, a mí también me gusta mucho observar esas formas tan "carnavalescas" de la naturaleza, son tremendas. Gracias por compartirla.
Más besos.
¡Complicado lo veo yo! Ya cuesta en ocasiones vivir la propia vida como para inventarse otra..., y vivir con mascara tiene que ser agobiante.
ResponderEliminarBesitos.
Sin dejar de ser uno hay que ser tantos como se pueda ser..
ResponderEliminary múltiples y diferentes...y cambiantes.
y siempre en evolución..
me ha gustado..
Un beso querido amigo.
Si, para no sentirse solo, uno tiene que transformarse en lo que es.
ResponderEliminarQué foto, me ha encantado.
Besos.
Dificil arte de desdoblarse. Ya casi lo consigo (aún no).
ResponderEliminarLa línea de Machado es excelente.