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jueves, 26 de junio de 2008

MÁS ALLÁ DE LA NIEBLA




En el estado actual de conocimiento de la Prehistoria no se puede afirmar o denegar que los hombres del Paleolítico Medio (los Neandertales) tuvieran algún tipo de creencia acerca de la supervivencia del hombre en el más allá, tras la muerte.

Los Neandertales, creadores de lo que llamamos “cultura Musteriense”, poblaron ciertas partes de nuestro planeta en el periodo comprendido, aproximadamente, entre 100.000 y 30.000 años. En aquellos tiempos, ningún “hombre” había puesto todavía sus pies en América. Algunos milenios después, los Cromañones (es decir, nosotros), habrían de llegar al norte de ese continente atravesando las estepas heladas del norte de Rusia.

Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en grutas de ese momento de la Prehistoria no han sido capaces de concretar, de una manera contundente, si los Neandertales practicaban o no algún tipo de rito funerario que permitiera afirmar que creían en una posible vida en el más allá. Hasta ahora existen diversas opiniones al respecto, algunas de ellas claramente contradictorias.

La respuesta a este enigma, que quedaría desvelada tan pronto como se identificaran tumbas Musterienses con señales evidentes de ajuares funerarios, podría venir –pensamos- a través del mundo de los sueños.

En efecto, las grandes preguntas serían: ¿Tenían los Neandertales la capacidad de soñar?, y si es así: ¿Tenían estos hombres sueños similares a los nuestros?

Si la respuesta a estas cuestiones es positiva es posible que los Neandertales, al igual que nosotros, hubieran desarrollado concepciones más o menos complejas sobre una supervivencia del hombre tras la muerte.

En efecto, si los Neandertales, en sus sueños, tenían visiones de personas queridas que habían muerto, parece apropiado pensar que llegaran a creer que esos seres, tras la muerte, seguían viviendo en otro lugar.

Esos sueños podrían ser naturales o inducidos por la ingestión, por ejemplo, de hongos alucinógenos, algo usual en los chamanes que todavía siguen existiendo en los pueblos primitivos.

Pensamos, en suma, que el mundo de los sueños nos puede brindar interesantes soluciones a esta cuestión de si los hombres de Neandertal creían o no en la supervivencia tras la muerte. El hombre que es capaz de soñar con los muertos debe pensar que esos muertos siguen viviendo en algún otro lugar, “más allá de la niebla”.



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5 comentarios:

  1. Tal vez solo sean sueños, Antiqva.
    Me hace pensar también que tal vez, por efecto de alimentos alucinógenos, pudo quedar grabado en nuestra memoria histórica la creencia de un más allá... Solo fruto, en fin, de un sueño, sin más...
    Un beso, amigo
    Natacha.

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  2. Si soñamos con los muertos es porque su ausencia vive en sueños y hasta en éstos, nuestro dolor se manifiesta.
    Otra cosa sería verlos por causa de sustancias o focos alterados de cerebro o enfermedades .Verlos sin ninguna patología, sería, percibir estados sutiles de conciencia. Aspectos intangibles de la misma realidad,suponiendo que la realidad exista.
    Auroras

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  3. A mí, este tema me resulta apasionante.He leido libros que hablan de que a través de la hipnosis; las personas se retrotraen a vidas anteriores.Osea, que a saber si "más allá de la niebla" haya muchas más vidas esperándonos.
    Y repito lo que en mí es una tonadilla:¿quién sabe si todo lo vivido no es más que un sueño y despertamos al morir, por ejemplo?.
    Anda que ya me vale!!!
    Besos.

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  4. Se sigue investigando, pero todo parece indicar que no eran tan diferentes a nosotros.

    Un abrazo.

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  5. Interesante texto.
    Me hiciste recordar a la mayorìa de los mexicanos que le hacen culto a los muertos.

    Abrazos.

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Gracias, siempre, por tus palabras...