Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.
Teresa de Calcuta
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.
Teresa de Calcuta
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Ese es el papel de los progenitores. Enseñar y, sobre todo, no cargar a los hijos con los propios deseos. Besitos.
ResponderEliminarNo podemos, ni queremos vivir la vida de nadie.
ResponderEliminarAquello de que nadie escarmienta en cabeza ajena... qué gran verdad.
Un beso, amigo mío.
Natacha.
Hace unos días me hablaban de un libro de Teresa de Calcuta en el que se explicaba que había estado más de vente años sin creer en Dios y me dejó muy sorprendida.Después pensé, que lo había entendido mal y que quería decir, sin encontrar a Dios.En cualquier caso era una noche oscura demasiado larga. Tendré que volver a preguntar sobre el tema.
ResponderEliminarSiento que con cada cosa que hacemos,sólo, por como nos definimos...,enseñamos y regalamos esa enseñanza a los otros.
Tenemos tanta responsabilidad que si me paro a pensarlo me sobrecoge.
Auroras entre dudas
huellas
ResponderEliminarde caminos
para caminar
hacia nuestros euños soñados.
Linda foto!
ResponderEliminarAbrazos.
Son muy lindas las palabras de la Madre Teresa y muy ciertas...
ResponderEliminarSaludos
Chau
Totalmente de acuerdo con esas frases de una mujer sabia y pacifista, altruista y maravillosa como fue la Madre Teresa.
ResponderEliminarLos padres inculcamos nuestras propias experiencias a los hijos, nuestras visiones e ideas, nuestros sueños...pero jamás podemos pretender que sean "nosotros" y eso se ha de ampliar al resto de personas. Cada cual es libre de tomar su propio rumbo, aunque alguien haya dejado su huella en el.
Besos.
En el rostro de Teresa de Calcuta, con tantos surcos del paso del tiempo, vi siempre la huella de todo lo que amó, y siempre me pareció que ese rostro envejecido tenía una expresión muy entrañable y hermosa...y esto a propoósito de haber leído su poema también muy hermoso.
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