Antiqva, una piedra sobre otra piedra y sobre las piedras un ramo..., no sé porqué pienso en lo acabado, en lo extinguido y enterrado y por eso hay una piedra sobre piedra y sobre ellas una rama, eso sí, verde llena de vida.
Por un momento pensé que esa planta fue el latido que nos regalaste,sí. Ya intuía yo que las piedras, en su solidez, materializan en cada uno de sus granos, que las compone, un efímero acto de amor. Inuits
Las piedras me llaman. No puedo evitar tocarlas, sentir su superficie contra mi mano. Cómo lo inanimado puede tener tanta fuerza, tanta vida? Un besico.
Memoria dulce.
ResponderEliminarHermosa foto.
Por aquí ando, te leo.
Un abrazo querido Amigo.
Para las piedras todo sigue igual, inmutable...
ResponderEliminarAfortunadamente nosotros olvidamos,
Un beso, amigo
Natacha.
Querido Antiqva, hay amores efímeros que conservan su llama durante mucho tiempo.
ResponderEliminarLas piedras son unas espectadoras privilegiadas.
Besos (por cierto, unas LECHUGAS bellísimas)
Lo que quiere decir: un amor indestructible.
ResponderEliminarUn abrazo
Hasta las piedras tienen memoria! Y es que quién puede olvidar una caricia llena de amor...
ResponderEliminarUn abrazo.
Conchi.
(Ve pensando en un cuento sobre los números, jaja)
Antiqva,
ResponderEliminaruna piedra sobre otra piedra y sobre las piedras un ramo..., no sé porqué pienso en lo acabado, en lo extinguido y enterrado y por eso hay una piedra sobre piedra y sobre ellas una rama, eso sí, verde llena de vida.
Me encantó nuevamente la foto. Y las palabras que lo acompañan también. Me gustó mucho.
ResponderEliminarTe felicito.
Abrazos.
Por un momento pensé que esa planta fue el latido que nos regalaste,sí.
ResponderEliminarYa intuía yo que las piedras, en su solidez, materializan en cada uno de sus granos, que las compone, un efímero acto de amor.
Inuits
Las piedras me llaman. No puedo evitar tocarlas, sentir su superficie contra mi mano. Cómo lo inanimado puede tener tanta fuerza, tanta vida?
ResponderEliminarUn besico.