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miércoles, 10 de septiembre de 2008

HORI Y LA CONJURA DEL HARÉN (I)




Estas palabras, que yo, Hori, Portaestandarte de Infantería, escribí en los días que siguieron a la muerte del dios, no están destinadas a ser leídas por los hombres; solamente conoce su existencia Ankhiry, mi amada, a la que he pedido que cuando llegue el último día de mi existencia en la tierra deposite este papiro en mi tumba, en una hornacina que luego, ella misma, habrá de ocuparse de tapiar.

Si alguna vez, algún hombre o mujer, egipcio o extranjero, llegara a leerlas sería un signo de que ha sucedido algo que jamás debe suceder: mi cámara funeraria habrá sido profanada por los saqueadores y mi cuerpo divino habrá rodado por los terraplenes de algún escondido camino. ¡Qué no permitan Amón-Ra, el Gran Dios, ni la Pareja Misteriosa, Isis y Osiris, que ello suceda!

Yo, Hori, el más leal de los servidores del dios, cuando escribí estas palabras no buscaba la benevolencia de los dioses, tampoco pretendía satisfacer a los reyes o agradar a los hombres, solamente buscaba apaciguar mi corazón puesto mi pensamiento en el día en que mi espíritu haya de ser juzgado, en presencia del Señor de la Balanza. En ese momento, alzados los brazos al Cielo, habré de contemplar como mi corazón tiene que dar cuenta de mis actos en la tierra ante el Tribunal de la Doble Maat, en el Santuario de Osiris, una vez que mi espíritu haya sido purificado en las tenebrosas regiones de la Duat.


LA MUERTE DEL DIOS
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Todos los hombres del Alto y del Bajo Egipto lloraron aquel día. Todas las mujeres del Alto y del Bajo Egipto lloraron aquel día. Algunos hombres, Hori entre ellos, lloraron también aquella noche.

El Gran Sacerdote del templo de Amón, el Primer Profeta de Tebas, había pronunciado las palabras que nadie hubiera querido escuchar.

Había dicho:

“El dios Usermaatre III Meriamon V Ramsés III, en el trigésimo año de su reinado, cansado de dar la vida y la alegría a los hombres del Doble País, cansado de brindar a los egipcios el aire que respiran en la Tierra Negra, ha decidido ascender al Reino Celeste de Amón-Ra, como Horus divino e inmortal. Ahora, solamente el cuerpo del dios está en la tierra. Su alma, transformada en luz cegadora para los hombres, brilla en la noche junto a Orión, al lado de las Estrellas Imperecederas.

Al escuchar las palabras del Profeta de Amón, sentí que un miedo inmenso corría por mi cuerpo mezclado con la sangre de mis venas. Hori sabía que el dios Ramsés III había sido asesinado. Las palabras del Gran Sacerdote confirmaban lo que Hori había presentido la noche anterior.


LAS INTRIGAS DE TEYE
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Teye, dama egipcia que ostentaba el título de Gran Esposa Real nunca había admitido que en las preferencias del dios Ramsés III fuese otra mujer la que ocupase el primer puesto en su corazón. Esa otra Gran Esposa, que era la primera en el protocolo, era Isis-Merenaset, una princesa que procedente de los países bárbaros había llegado a la Tierra Negra cautivando al rey con su belleza. Con Isis había tenido Ramsés dos hijos y con Teye otros ocho, pero las normas de sucesión eran claras al determinar que la función de Horus de los Vivientes, cuando muriese el faraón, habría de ser desempeñada por el primer Hijo del Cuerpo de Ramsés III y de su esposa principal, Isis. El hijo primogénito de Teye, llamado Pentaur, ocupaba un puesto secundario en el orden sucesorio.

Yo, Hori, sabía que Teye era una mujer de naturaleza intrigante, pero nunca habría pensado que sería capaz de maquinar la conjura en la que pronto yo mismo habría de verme envuelto. Todos en el Harén Real sabían que la segunda esposa del rey era una mujer dominada por la ambición, pero nadie sospechaba que habría de ser la instigadora de los Grandes Crímenes que en su nombre habrían de cometerse.

Supe después que Teye, amiga íntima de un siniestro personaje, Hui, Supervisor del Ganado Real, mantenía continuas conversaciones con él. Una y otra vez solicitaba su ayuda para lograr que a la muerte de su esposo su sucesor fuera –en contra de lo establecido por Maat, diosa de lo que es Justo- su hijo Pentaur. La intriga se fue urdiendo a lo largo de varios años y finalmente, un día aciago, decidieron iniciar la acción.

Fue así como trazaron su plan: Hui utilizaría los poderes de la magia para asesinar al faraón y a todos aquellos que se opusieran a sus pretensiones. Previamente, gracias a esa misma magia, habrían dominado las voluntades de todas aquellas personas cuya ayuda precisaran. Simultáneamente, se contrataría a un nutrido grupo de malvados que con falsas palabras causarían alborotos en las calles de las ciudades, predisponiendo a las gentes del Doble País contra su propio Señor.

Si sus planes triunfaban, muerto el rey y dominadas las calles por los alborotadores, sería fácil conseguir que Pentaur fuese nombrado su sucesor en el trono. Sería entonces el momento en que Hui y todos los conjurados habrían de ver recompensados los servicios prestados a la causa de Teye. Las mujeres del harén, que gozaban de gran libertad de movimientos, serían las que habrían de actuar como enlaces entre los diversos grupos de conspiradores.

Una vez que Teye hubo tomado la decisión de actuar, el harén se transformó en un centro criminal en el que la conjura fue tomando vida. Fue así como se pasó de lo que habían sido meras palabras a la más terrible de las realidades. Muy pronto, los hombres, desde Egipto hasta Etiopia, habrían de verse incitados a alzarse contra el dios que les daba la vida, y muchos personajes que ostentaban altos cargos en la administración y en el ejército real habrían de adherirse a las pretensiones de aquella mujer malvada.



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(continuará...)
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12 comentarios:

  1. Cuánto me gusta esto que acabo de leer, además me encanta la forma en que está escrito.
    No sabía que Isis procedía de las tierras bárbaras..., pero a qué tierras llamaban bárbaras los egipcios, ¿a las del norte?
    Suponiendo que esta Isis sea la diosa Isis...
    cuánto te agradezco que nos dejes esta cultura aquí...
    Gracias.

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  2. Amiga Alfaro: gracias por tus palabras. Se trata de un cuento que pretendo "lanzar" en cuatro digamos fases.

    Se inspira en hechos reales que ocurrieron en los tiempos de Ramses III.

    Isis era la Gran Esposa Real de Ramses y era una princesa no egipcia. Cualquier no egipcio era barbaro, ya fuese asiatico o africano.

    Es suma, amiga, es un cuento que se inspira en hechos reales y que he pretendido narrar "al modo egipcio".

    Un abrazo, amiga

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  3. Hola! Precios cuento, que me deja con ganas de más.. regreso pronto....

    Te dejo un abrazo y un beso.

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  4. Hayyyyyyyyy que chulooo!!! jajaja, y que bicho de mujer por dios!! esa de ángel nada jajaja

    Me gustó mucho, esperaré a lo siguiente...

    Muchos besos por ahí...

    (mereció la pena la ausencia)

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  5. Antiqva,
    gracias por la aclaración...
    a esperar los siguientes
    un abrazo.

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  6. Era necesaria esta aclaración porque en estos momento te has convertido en hombre egipcio,faraón de tus palabras y escriba de tus letras.
    Esperamos con gusto las siguientes entregas faraónicas.
    Inuits

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  7. esto es una invitación a viajar con los 5 sentidos.
    ¡qué bien escribes y cuán creíbles haces estas historias.
    Me voy acercando a Egipto de tu mano.
    Abrazos!!!

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  8. Pero Antiqva, que mala, mala, malísima es esa mujer.
    Pero me encanta, soy una fan de las malas, y la tuya lo es.
    Estoy deseando continuar leyendo la historia, porque tú, también eres malo, malo, malísimo, nos pones un dulce en la boca, para arrebatárnoslo en el mejor momento.

    Besos (te confieso que también me encanta la intriga)

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  9. Quedamos, claro a la espera de la siguiente entrega....
    Cuántas veces he paseado por ese templo de Debod... ahora recordaré esta historia cuando pise sus piedras.
    Un beso, precioso
    Natacha.

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  10. Leerte siempre es un verdadero placer, y con esta historia de Hori debo seguir su continuación, estaré a la espera del siguiente capítulo.

    Un beso.

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  11. Siempre me ha llamado la atención ese mundo egipcio y me encanta leer, admito que lo que mas me gusta son los cuentos o historias alrededor de los reyes y piramides.... en fin.. muy bueno tu escrito dejas con ganas de leer ams..así que te espero! :)

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  12. Antiqva, va a ser un placer seguirte.
    Al final he buscado el autor y resulta que eres tu. Qué sorpresa más grata.

    Un abrazo

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Gracias, siempre, por tus palabras...