La mujer había soñado que alguien llegaba en la noche y la besaba delicadamente en la boca. Un día, se armó de valor y se lo contó a su esposo.
El hombre la besó tan dulcemente como pudo, pero no estuvo a la altura de las circunstancias.
El hombre la besó tan dulcemente como pudo, pero no estuvo a la altura de las circunstancias.
ufff vaya aprieto...seguir soñando será suficiente?
ResponderEliminarSea lo que sea por un beso.
Abrazos.
Amiga Clarice: es que resulta muy complicado competir con un sueño, verdad..
ResponderEliminarUn abrazo en la distancia
Nunca se ha de pretender estar a la altura de un sueño. Ese fue el error del hombre, que no respetó aquel momento de ella y quiso igualarse a lo imposible. Creo que para amar hay que saber (hablando de estar a la altura) a qué distancia se encuentra uno del suelo. El amor es algo real, por más que lo vistamos de ficciones. Creo que sólo el amor de a pie sobrevive a los estragos de todas las acechantes erosiones que lo rodean.
ResponderEliminarUn abrazo, Antiqva.
¡Madre Santa!...y ¿acaso él no le dijo que a besar nadie nos enseña? que es de vivir en sueños que nos perdemos las mejores cosas de la vida?? que con los ojos abiertos se besa mejor??
ResponderEliminarvaya! supongo que esa es otra historia. En todo caso, es un cuento mínimo que me ha conmovido.
Saludos de lunes amaneciente por aca.
Amigo Dedalus
ResponderEliminar¡Quien podría llevarte la contraria!
Estoy plenamente de acuerdo en que solamente el amor real, el cotidiano, es el que es capaz de superar tantas y tantas erosiones cotidianas.
El amor "a bombo y platillo" es otra cosa, muchisimo mas vulnerable.
La frase "el amor es algo real, por mas que lo vistamos de ficciones" daría para escribir un libro. Da mucho que pensar...
Un abrazo, amigo
Querida Cristina: tenemos que dejar a la mujer que sueñe. ¡Cuantos años llevara de besos reiterativos y monotonos!.
ResponderEliminarDemos un poco de "mano libre" a los personajes.
Cristina, ahora mismo me estoy riendo...
Me reitero en todo lo que antes he indicado a Dedalus... Claro que hay que besar despiertos.
Pero, insisto, un poco de "carnaval" tampoco viene mal de vez en cuando...
Un abrazo, cuando aqui ya ha anochecido.
que hermosa y corta historia! es verdad que nadie compite con los sueños...¡los lográ!, tal vez de ese beso dulce y apacionado se vea el futuro de la joven!!
ResponderEliminarel hombre no se equivoco, ninguno de los dos lo hizo, pero eso demuestra que el hombre no aguantaría si perdiera a su mujer...e intento lo innecesario para conservarla de la manera menos egoíasta!!
saludos de una lectora amiga de Argentina!!!
Se bienvenida, amiga lectora de Argentina y te agradezco tus palabras sobre lo que no fue "sino un sueño".
ResponderEliminarUn saludo en la distancia, desde Andalucia.