Me gusta esa imagen de alguien (la fotógrafa) que, cámara en ristre, con el pelo aún húmedo de una saludable ducha, sale de buena mañana a cazar instantáneas, a capturar una larga jornada, llena de secuencias para la meditación y el recuerdo... ¿Lo has hecho con su consentimiento, Antiqva? Apuesto a que no, pero apuesto a que la conoces... y bien.
Amigos, lo cierto es que cuando dispare la imagen no era consciente de la presencia (en medio del tumulto) de la muchacha, a la que no conozco en absoluto.
Yo intentaba captar al joven del botafumeiro, pero como soy algo torpe...
Despues, me di cuenta de que la protagonista era la muchacha, sin duda, con "su pelo todavia mojado"
Me gusta esa imagen de alguien (la fotógrafa) que, cámara en ristre, con el pelo aún húmedo de una saludable ducha, sale de buena mañana a cazar instantáneas, a capturar una larga jornada, llena de secuencias para la meditación y el recuerdo...
ResponderEliminar¿Lo has hecho con su consentimiento, Antiqva? Apuesto a que no, pero apuesto a que la conoces... y bien.
Un abrazo y que disfrutes de tu bella ciudad.
Tanto ella como tú pretendíais la misma foto. La tuya resultó bien distinta...
ResponderEliminarUn beso, amigo
Natacha.
El cazador cazado. Un abrazo amigo. Vamos a ver si poco a poco regreso a la normalidad. Gracias por pasarte por mis espacios.
ResponderEliminarAbrazos.
Amigos, lo cierto es que cuando dispare la imagen no era consciente de la presencia (en medio del tumulto) de la muchacha, a la que no conozco en absoluto.
ResponderEliminarYo intentaba captar al joven del botafumeiro, pero como soy algo torpe...
Despues, me di cuenta de que la protagonista era la muchacha, sin duda, con "su pelo todavia mojado"
Es la magia de la fotografia..
Un abrazo, amigos
La magia va con tus letras.
ResponderEliminarBeso.
Amiga Clarice, no sabes lo magico que resulta que digas que mis letras tienen algo de magia...
ResponderEliminarA soñar...
Un abrazo, Clarice