Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad de camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.
Gloria Fuertes (Nota biográfica)
pero me detuvieron a mitad de camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.
Gloria Fuertes (Nota biográfica)
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Me gustó. Muy fresco lo que escribió.
ResponderEliminarAbrazos.
¿Y la fotografía de la rosa? Si hasta parece que puedo olerla...
ResponderEliminarQué maravilla de foto.
Maravillosa, peculiar, y divertida poetisa... les leí muchas de sus poesías a mis hijos cuando eran chicos... el pequeño se tronchaba con una de una telaraña... claro que yo también parecía una payasa contándoselas.
ResponderEliminarUn besito.
Natacha
Esta entrada, y la siguiente de la oficinista, estan dedicadas a Gloria Fuertes, mujer a la que cuesta trabajo imaginar como oficinista...
ResponderEliminarSea para ella esa rosa "olorosa", que es de la que cuida Maria.
Quizas hasta sea mas bella que las que le daban a Peman...
Y la foto es de ayer mismo. La pena es que la vida de las flores sea tan efimera.
Un abrazo
Leo el texto recordando la voz inconfundible de Gloria Fuertes. A ella le tengo un cariño especial pues, siempre me trae recuerdos de mis hijos cuando eran pequeños y, de noche, metidos en sus camas, me escuchaban con máximo interés leerles los poemas de esta singular poetísa que, para mi, que nunca quiso dejar de ser niña. Casi que recuerdo los primeros versos de una poesía que mi hija aprendió de memoria con solo dos años: "El hada acaramelada, de pequeña atolondrada pues soñaba con ser hada de cucurucho y varita. Su madre, Doña Rosita..."
ResponderEliminarSaludos
Amiga Fermina, Gloria Fuertes -sin duda- era un ser especialmente angelical...
ResponderEliminarEra encantador cuando ella misma leia sus poemas en la Tv, destinados a un publico infantil.
Un abrazo, y me encanta que esta entrada te haya hecho recordar bellos momentos.