Páginas

miércoles, 29 de abril de 2009

EL HOMBRE Y EL CORAZÓN


Psicostasia - Juicio de los muertos
Ante Isis y Neftis, el corazón del difunto está siendo pesado.
En el otro platillo de la balanza se ha colocado una estatuilla coronada por una pluma que representa a la diosa Maat.





Sigue los dictados de tu corazón durante el tiempo de tu existencia,
no cometas excesos en relación con lo que está prescrito,
no abrevies el tiempo de seguir los dictados de tu corazón.
Desperdiciar el momento de acción del corazón es la abominación de la Ka.
No desvíes tu acción cotidiana
de manera excesiva en el mantenimiento de tu casa.
Las cosas advienen, sigue al corazón.
Las cosas no aprovecharán al negligente.

Ptahhotep (Libro de enseñanzas)


Comentarios
------------------------------

Ptahhotep fue visir de Djedkare-Isesi, faraón de la V dinastía (mediados del tercer milenio a.C.).

Los egipcios pensaban que el corazón era el órgano en el que residía la conciencia del hombre. De algún modo, pensaban que el corazón era un vaso capaz de recoger las experiencias de lo sagrado. A través del corazón, el hombre entraba en contacto con lo espiritual. Ese es el motivo de que Ptahhotep nos aconseje que durante los días de nuestra existencia sigamos los dictados de nuestro corazón. El hombre que actúa de acuerdo con su corazón camina hacia lo sagrado, hacia lo espiritual.

A veces, en ciertos momentos, lo sagrado está especialmente cerca de los hombres. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se realizan determinados rituales. Entonces, la conciencia está muy cercana a lo sagrado y el corazón del hombre está “en su momento de acción”. Si el hombre no es consciente de ello y desperdicia ese momento ello supondrá “la abominación de la ka”, es decir desaprovechar la energía inmensa que se encierra en el ka de los hombres.

Nos dice luego Ptahhotep que el hombre que busca lo sagrado no debe desperdiciar su tiempo en el excesivo cuidado de las cosas puramente materiales. No se debe, nos dice, desperdiciar la energía en el excesivo mantenimiento de la casa. Ahora bien, ello no implica tampoco que se debe ser negligente en relación con las cosas materiales: ni pereza, ni agitación, cualquiera que sea el caso, el exceso es siempre una traba. Quien deje abandonadas sus tareas materiales será igualmente indigno de ser un sabio, pues sucumbiría bajo el peso de las tareas no cumplidas por su negligencia.

7 comentarios:

  1. Yo creo mucho en esto del corazón ;)

    Se debe procurar ser fiel a uno mismo... lo cual no siempre es fácil, pues el conocimiento de 'uno mismo' es ardua tarea..

    Sin embargo, es la tarea más digna de emprender. Y la más necesaria.. tal vez la única vocación genuina que tiene el ser humano es esa... a través de cualquier camino..

    Y el camino a elegirse, debe ser el camino que tenga corazón, como dicen los nagual... Un camino con corazón...

    Creo, amigo, que otro camino es una pérdida de tiempo ;)

    Me ha encantado la ilustración...

    Habremos de visitar nuestra morada interior, escuchar a nuestro corazón que nos habla en el silencio, para saber si hay algún peso muerto del que debemos deshacernos ;)

    Me ha encantado lo que dices acerca de lo sagrado y su cercanía... si cada día de nuestra vida fuera un ritual; si viviéramos de tal forma que cada acto y cada pensamiento fueran una veneración a lo sagrado, con esa claridad de conciencia y esa disciplina mental, nuestra voluntad no tendría igual. Y nuestro camino sería mucho más fácil..

    Hay momentos y momentos... Hemos de aprovechar los momentos de claridad para salir airados de las noches negras del alma jeje..

    Un placer inmenso leerte, como siempre, mi queridísimo Antiqva, heredero de los siglos ;)

    besos!!!!

    ResponderEliminar
  2. "Donde el corazón te lleve", como el título de Susana Tamaro.
    Besicos.

    ResponderEliminar
  3. Hola profesor!
    Desconocía esta información completamente, y el hecho de poder disfrutarla me produce agrado.
    Ese Antiqva es un sabio de los que ya no quedan.

    Abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Busca en el corazón y ahí hallaras la mágica luz del alma
    Así es....será.....y fue siempre
    En el corazón vive la magia, que procede de la Luz del alma...
    Cuando escuchamos a nuestro corazón.... sabemos
    Cuando nos dejamos guiar por nuestro corazón, nos encontramos
    Cuando El es quien se expresa siempre hay Magia
    Si le dejamos estar Vivo en nosotros, la felicidad nos acompaña y la derramamos a manos llenas.... como un Hada
    Que la Magia del corazón sea nuestro mejor guía siempre.

    Besos siempre
    Janeth

    ResponderEliminar
  5. Seguir las pulsiones o latidos del corazón, para este mundo tan mental y racional, es a veces tan complicado o tan difícil o somos tan analfabetismos que perdimos esas capacidad de entender y comprender con corazón...pero yo creo que, en la parte más íntima de nosotros, nos queda una insatisfacción rara y difícil de nombrar que pienso que obedece más a la llamada del corazón no escuchado.
    Inuits
    ¿Qué bonita la entrada!

    ResponderEliminar
  6. Los egipcios eran estrictos hasta la médula en estos temas del cuidado de la "casa" y de su corazón.
    Y esa creencia de que la conciencia habitaba este órgano, es preciosa.
    Sin embargo, tampoco podía regirse siempre por sus directrices...
    Siempre me ha encantado de manera especial de la vida egipcia, la diversidad de utensilios que manejaban para llevar a cabo sus rituales cargados de espiritualidad y magia.
    Es bueno seguir los dictados del sabio corazón,sin duda.
    Nos hace mejores, más felices probablemente,pero no siempre es posible dejarse llevar.Aunque yo creo que el mío palpita siempre desbocado y me arrastra,jajaja
    Bonito texto.
    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Me fascinó esta creencia de los egipcios... precioso corazón el tuyo, amigo... pesará lo justo en su momento, estoy segura.
    Un beso, cielo.
    Natacha.

    ResponderEliminar

Gracias, siempre, por tus palabras...