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miércoles, 5 de agosto de 2009

AHMOSIS EN LA TIERRA DEL HORIZONTE (I)

Imagen: Antiqva



(TEXTOS DE LA TUMBA DE AHMOSIS)


Ofrendas del rey e invocación a Anubis
(Sobre la entrada de la tumba)

Ofrenda que da el rey: que nunca falten en la necrópolis el pan, la espelta y la cerveza, ni ninguna cosa buena, para él, Ahmosis, Capitán de los Arqueros...

Invocación a Anubis (Señor de la Necrópolis): que Ahmosis sea enterrado en la necrópolis del desierto occidental después de haber alcanzado felizmente una avanzada edad como un reverenciado junto al Gran Dios… Que Ahmosis pueda caminar en paz por los sagrados caminos del Occidente hacia el Señor del Cielo, como un espíritu reverenciado…


Alabanza de Ahmosis
(Sobre las paredes de los corredores de acceso a la cámara funeraria)

He llegado hoy de mi ciudad a esta necrópolis. Desde mi casa en la tierra he descendido a esta Mansión de Eternidad que me hice construir…

Yo fue un hombre excelente. Fui un hombre querido por su padre. Fui un hombre alabado por su madre. Fui un hombre amado por todos sus hermanos. Mis hijos lloraron el día en que fui llevado a la necrópolis. Envuelta en el silencio, Ankhiry, mi esposa, aguardaba mi llegada al reino de Occidente. Gilukhipa, mi esclava y mi amada, también lloró el día en que fui llevado a la necrópolis.

Ahmosis fue un hombre excelente que dio pan al hambriento y vestidos al que estaba desnudo. Ahmosis transportó en su barca a todos aquellos que no tenían barca…

Oh, vosotros, vivientes, que vivís sobre la tierra y que pasáis ante esta tumba, hacia el norte o hacia el sur, os pido que digáis:

“Sean concedidos dos mil panes, espelta y cerveza para el señor de esta tumba. Qué ninguna cosa buena falte a su Ka en el reino de Occidente”.

Si lo hacéis, Ahmosis velará por vosotros desde el reino de Occidente, porque Ahmosis es un espíritu excelente y bien equipado, y su Sacerdote Lector sabe que la palabra de Ahmosis es poderosa en magia.

Y con respecto a todo aquel que penetre en esta tumba sin estar purificado, el espíritu de Ahmosis lo atrapará como si fuera un pajarillo y lo entregará al Gran Dios para que sea juzgado y aniquilado. Su nombre será olvidado por toda la eternidad.

Yo, Ahmosis, fui uno que hizo el bien. Yo, Ahmosis, fui uno que dijo el bien. Yo, Ahmosis, fui uno que repitió lo que se deseaba que Ahmosis repitiera. Jamás dije maldad alguna. Jamás incité al poderoso a que actuara injustamente contra un hombre.

Yo, Ahmosis, Capitán de los Arqueros Reales, hice siempre el bien. Yo, Ahmosis, fui un hombre excelente. Yo, Ahmosis, quise estar siempre a bien con el Gran Dios. Yo, Ahmosis, nunca permití que se privara a un hijo de los bienes de su padre…


Capitán de Arqueros
(En la propia cámara funeraria, en la pared norte)

El Capitán de los Arqueros Reales Ahmosis, hijo de Ibana, Justo de Voz, dice:

Ahmosis os habla a vosotros, gente toda, desde mi tumba para hacer que lleguéis a conocer los favores que me acontecieron en mi vida. Fui recompensado tres veces por el rey, a la vista del país entero, con el “Oro del Valor”, así como con multitud de esclavos y esclavas. El rey, agradecido por mi arrojo en el combate, hizo que se me dotase con numerosas tierras. Mi fama de hombre valiente quedará en la memoria de los hombres para siempre. Mi nombre, por toda la eternidad, no desaparecerá de la tierra.

Ibana, mi padre, era arquero del rey; Udimu, el padre de mi padre, había sido arquero real, y Ahmosis, cuando era todavía joven, fue enrolado en los arqueros reales.

A las órdenes de mi padre, Ibana, yo participé en las cinco campañas que el rey ordenó realizar para liberar al Bajo Egipto de la amenaza de los pueblos asiáticos. Ahmosis supo actuar con valentía y sus hazañas corrieron de boca en boca en el Doble País. En esas cinco campañas Ahmosis consiguió las manos de quince enemigos y capturo siete cautivos que fueron entregados al rey.

Cuando los asiáticos fueron aniquilados, nuestro Señor, alegre por la valentía de Ahmosis, le concedió el “Oro del Valor” y ordenó que fuese nombrado capitán de su cuerpo de arqueros. Fue en ese tiempo cuando Ahmosis desposó con su amada Ankhiry.



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7 comentarios:

  1. Una parte de este cuento la publicamos hace meses en el Blog de los Cuentos de nuestra amiga Natacha.

    Ahora pretendemos publicar el cuento integro, lo que haremos en tres partes.

    Hemos simulado que su contenido nos ha sido transmitido en las inscripciones funerarias de la tumba de su protagonista.

    Hemos de indicar, ante todo, que Ahmosis es un personaje ficticio, a pesar de lo cual los contenidos del cuento se basan en buena parte en los textos de diversas tumbas egipcias que hemos venido manejando. Nos hemos inspirado, en concreto, en las inscripciones de las tumbas de:

    -Herkhuf, príncipe de Elefantina en tiempos de la dinastía VI.

    -Ahmosis, capitán de marinos en tiempos de la dinastía XVIII.

    -Ankhtyfy, canciller del rey en los tiempos del Primer Periodo Intermedio.

    -Indi, canciller del rey en los tiempos del Primer Periodo Intermedio.


    En el caso de la carta que el rey, en el cuento, envía a Ahmosis nos hemos basado en una carta auténtica, cuyo contenido ordenó Herkhuf, príncipe de Elefantina, reproducir en una de las paredes de su tumba.

    La tierra de Yam, que se menciona en el cuento, ha sido situada por algunos investigadores en el Dongola, en el Valle del Nilo a la altura de la 3ª y 4ª catarata. Otros prefieren ubicarla más difusamente hacia el sur-occidente del Valle del Nilo.

    La tierra de los Habitantes del Horizonte, por su parte, nos remitiría a las regiones más profundas del interior de África.

    Espero, amig@s, que este "Cuento Egipcio" os sirva de distraccion en estos dias de verano...

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  2. Realmente precioso, ya decia yo que no podian ser falsas aquellas palabras tan bellas que Ahmosis pone en su tumba, deben de ser de algun valiente egipcio, ellos acostumbraban escoger frases muy bellas para halagar a los dioses para su entrada a la muerte, y asegurar su reencarnacion.

    Espero la segunda parte,...

    Besitos siempre
    Janeth

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  3. La forma en que se unen la realidad y la ficción...

    Es como re-escribir la historia. La imaginación es tremendamente poderosa ;)

    ¿Dónde estarán tooodos aquellos personajes que aún no te has inventado??? ¿Dónde estarán sucediendo todos los relatos que aún no escribes??

    Por ahí.. en algún lugar 'invisible' seguramente ;)

    De tu prodigiosa mente, claro ;)

    Me he sentido como en una obra de teatro al leer tu cuento magnífico. Tal es tu talento para crear imágenes con palabras. Es un lujo leerte y ya te lo he dicho, pero nunca me canso jeje...

    Un abrazo de tu amiga 'imaginaria' ;)

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  4. Lo que me quedó en claro es que Ahmosis de MODESTO no tenía nada, jejeje.
    Saludos, Antiqva, como siempre un placer leerte.

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  5. Antiqva, estoy enredada en un libro sobre TUTANKAMÓN,del cual he leido ya varios.Uno leí hace poco de Holving, y ahora de Yacq,que es mi egiptólogo favorito.
    Me apasionan esos misterios que rodean aquellos periodos,donde cualquier ritual se rodeaba de magia,de misterio,de plegarias eternas,que grabadas ya no podían desaparecer y proporcionaban paz y tranquilidad a los seres preparados para tomar la barca...
    Leeré encantada este relato,ya lo sabes.
    Es un placer siempre leer tus cosas,pero estas en especial,me pierden.
    Besos,maestro.

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  6. Otra vez deleitándome con tus relatos.
    Ahmosis debería resucitar y enseñarnos tantas cosas, quizás aprendiéramos a vivir mejor.

    Abrazos amigo

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  7. El año pasado estuve justo allí, en el templo de Debod y tuve la suerte de entrar y verlo. Es precioso, por no hablar de la historia que tiene. Me encanta ese rinconcito de Madrid.

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Gracias, siempre, por tus palabras...