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jueves, 10 de enero de 2008

ANGUSTIA


Al hombre le angustiaba la fugacidad de las flores.

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4 comentarios:

  1. y ellas, en un gesto de disculpa, le dejaron su aroma en la palma de las manos...

    (ay! perdón! no pude resistirme a continuar este cuento. Prometo más respeto para la próxima vez; es que me gustan tanto!)

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  2. Un hombre muy sensible el de la frase, que encantador :)

    Muy interesante tu relato del post anterior, el de los gatos ... y pensar que nosotros tenemos algo de animales. Las caricias siempre son balsámicas.

    Un saludo!

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  3. Cristina, buena idea esa de continuar el texto mínimo...

    Sean bienvenidas tus palabras.

    Y luego, como hundistes las manos en las aguas, todo el río se impregnó del olor de la flor...

    Ja, ja, ja,

    Un abrazo, Amiga

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  4. Amiga Minerva, gracias por tus palabras. Unamos los relatos: hombres, flores y gatos, unidos todos por olores y caricias...

    Un saludo en la distancia

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Gracias, siempre, por tus palabras...

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