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y ellas, en un gesto de disculpa, le dejaron su aroma en la palma de las manos...(ay! perdón! no pude resistirme a continuar este cuento. Prometo más respeto para la próxima vez; es que me gustan tanto!)
Un hombre muy sensible el de la frase, que encantador :)Muy interesante tu relato del post anterior, el de los gatos ... y pensar que nosotros tenemos algo de animales. Las caricias siempre son balsámicas.Un saludo!
Cristina, buena idea esa de continuar el texto mínimo...Sean bienvenidas tus palabras.Y luego, como hundistes las manos en las aguas, todo el río se impregnó del olor de la flor...Ja, ja, ja,Un abrazo, Amiga
Amiga Minerva, gracias por tus palabras. Unamos los relatos: hombres, flores y gatos, unidos todos por olores y caricias...Un saludo en la distancia
Gracias, siempre, por tus palabras...
y ellas, en un gesto de disculpa, le dejaron su aroma en la palma de las manos...
ResponderEliminar(ay! perdón! no pude resistirme a continuar este cuento. Prometo más respeto para la próxima vez; es que me gustan tanto!)
Un hombre muy sensible el de la frase, que encantador :)
ResponderEliminarMuy interesante tu relato del post anterior, el de los gatos ... y pensar que nosotros tenemos algo de animales. Las caricias siempre son balsámicas.
Un saludo!
Cristina, buena idea esa de continuar el texto mínimo...
ResponderEliminarSean bienvenidas tus palabras.
Y luego, como hundistes las manos en las aguas, todo el río se impregnó del olor de la flor...
Ja, ja, ja,
Un abrazo, Amiga
Amiga Minerva, gracias por tus palabras. Unamos los relatos: hombres, flores y gatos, unidos todos por olores y caricias...
ResponderEliminarUn saludo en la distancia