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jueves, 3 de enero de 2008

EL OCRE Y LA MUERTE EN LA PREHISTORIA

Ocre - Cerro del Hierro, Sevilla

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Una vez que todas las ceremonias concluyeron, se cavaron tres profundas fosas y en ellas se depositaron los cuerpos de Espiga en Verano, Álamo Temblón y, en medio de los dos, el de la mujer que había dormido con uno de los dos hombres y soñado con el otro durante tantos soles.

Entonces sacaron los hechiceros de sus bolsas de cuero grandes piedras de ocre rojo, que machacaron hasta convertir en polvo. Lo arrojaron luego sobre los cadáveres hasta cubrirlos con una fina capa encarnada que dejaba traslucir sus rasgos, y el chamán principal dijo:

-Con este almagre que es la sangre petrificada de la tierra os devolvemos el rubor de la vida, para que vuestro corazón vuelva a latir en la nueva existencia hacia la que os encamináis.

Entonces empezaron a rellenar de tierra las fosas y los rostros de los fallecidos fueron poco a poco desapareciendo. Cuando terminaron de hacerlo, y antes de irse de aquel lugar, el viejo chamán volvió a hablar…

…la única manera que se conoce de formar parte del Pueblo Eterno después de la muerte es que el ocre sagrado le devuelva a la carne el color de la vida…

Juan Luis Arsuaga (Al otro lado de la niebla – Gata)

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