Vengo de un blog de una amiga común sorprendido por tu colección de candiles y lucernas. No, yo no los colecciono pero veo que tenemos gustos similares, vamos que me encantaría coleccionarlos. Será que somos paisanos...
La verdad, Goathemala, es que ya tengo una coleccion bastante curiosa de replicas de lucernas y candiles, y como decia en aquel lugar, cada una de ellas permite evocar algun viaje o visita a algun museo.
Por cierto, no estoy tan seguro de que la egipcia volviera...
El egipcio se ha seguido lamentando una y otra vez...
¡¡¡¿Quien dices que ha osado abandonarte?!!!!
ResponderEliminarUn beso,
Natacha.
Natacha, tranquilidad... No pasa nada.
ResponderEliminarEl "Cuento Minimo" se inspira en un tema recurrente en la poesia amorosa del antiguo Egipto.
El enamorado agradece a Hathor (divinidad, entre otras cosas, del Amor) las bondades de la persona a la que ama.
Suelen ser poemas de alabanza a la amada que, sorprendente, en la estrofa final, se rompe todo el encanto, de manera brusca, diciendo eso de:
"Hace hoy tantos dias que me abandono"...
No es algo personal, a Dios gracias
Ja, ja, ja...
Estos egipcios eran muy especiales, hasta en sus cantos de amor.
Un abrazo, Natacha
¡Recorcholis!! :$
ResponderEliminarun cuento mínimo algo amargo...
Es que, Amiga Cristina, las mujeres egipcias eran un poco perfidas...
ResponderEliminar¡Fijate, traian locos a los egipcios!
Ja, ja, ja...
A disfrutar del fin de semana, igualmente, Cristina
Volverá, volverá...
ResponderEliminarVengo de un blog de una amiga común sorprendido por tu colección de candiles y lucernas. No, yo no los colecciono pero veo que tenemos gustos similares, vamos que me encantaría coleccionarlos. Será que somos paisanos...
Abrazos.
La verdad, Goathemala, es que ya tengo una coleccion bastante curiosa de replicas de lucernas y candiles, y como decia en aquel lugar, cada una de ellas permite evocar algun viaje o visita a algun museo.
ResponderEliminarPor cierto, no estoy tan seguro de que la egipcia volviera...
El egipcio se ha seguido lamentando una y otra vez...
Un saludo, amigo