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domingo, 24 de febrero de 2008

STELLA: HOFFMANN Y EL AMOR






¡Que emoción cuando, al fin, llegó el momento esperado…! El viernes por la noche se representó en el Gran Teatro de Córdoba “Los Cuentos de Hoffmann”. Dos palabras me permiten evocar ahora lo que tuve la fortuna de ver y escuchar: “maravillosa delicia”. Pienso que si usara, solamente, una de esas dos palabras mi descripción, pobre, no sería adecuadamente justa.

Obviamente, en algunos momentos la magia de la representación alcanzó niveles de especial intensidad:

El primero, quizás, fue “La leyenda cómica del enano Kleinzach”, entonada por el propio Hoffman en el Preludio, rodeado de un público alborotado que bebe, canta y ríe con él en la taberna de Luther.

Del Acto Primero, me enloqueció (y también al público, que aplaudió de manera estrepitosa) el aria de “Los pájaros en la enramada”, cantada por Olympia, la muñeca mecánica (autómata) de la que Hoffmann se ha enamorado. Con su bellísima voz y con sus gestos maquinales Olympia conquistó a todos los asistentes. En mi opinión fue la gran estrella de la noche.

Del Segundo Acto, que se desarrolla en Munich y nos habla de los amores de Hoffmann y Antonia, me impresionó la escena en que la mujer, confusa ante las indicaciones del doctor Miracle, que toca frenéticamente su violín, y animada por el espíritu de su madre fallecida, canta y canta hasta que –cumpliendo una anunciada maldición- cae al suelo, moribunda, agotada por su pasión.

Ambientado en Venecia, del Tercer Acto me cautivó, sobre todo, la barcarola que en un ambiente de fiesta de máscaras es cantada por Nicklaus y la cortesana Giuletta, el tercer amor de Hoffmann.

En el epílogo la acción retorna de nueva a la taberna de Luther y nos sitúa en el momento en que Hoffmann espera la llegada de Stela, su último amor. El poeta, entre copas de vino, ha narrado los tres cuentos y alguien anuncia la próxima llegada de Stella, que no es sino la nueva encarnación de Olympia, Antonia y Giulietta, los tres amores perdidos de Hoffmann. Me fascinó el momento en que llega la mujer, espléndida, y atraída por Nickaus se aleja de Hoffmann que, borracho, ni siquiera ha escuchado su llamada de amor.

En fin, que la obra en su conjunto, constituyó una “maravillosa delicia” para los sentidos. Los aplausos del público, cuando terminó la representación, lo confirmaron.

Ah, y la actuación de mi ser querido, igualmente bellísima...

Espléndida noche la de este viernes, que será una de esas que nunca se olvidan.

10 comentarios:

  1. Haces un resumen muy apasionado de la obra de Hoffmann ( a m� tambi�n me gusta much�simo) y, al llegar al final, descubro que alguien que tienes en el corazoncito estaba tambi�n en el escenario. Te felicito doblemente, porque al placer de ver una obra bien cantada y representada, se une el derivado del �xito de quien amas. Saludos cordiales.

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  2. Me alegro de que el esperado espectáculo haya superado con creces tus espectativas, Qué bien
    Un beso.
    Natacha.

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  3. Gracias por tu visita, siempre eres bienvenida.

    Me ha encantado el relato de tu noche de viernes, la emoción me ha llegado a través de tus palabras.
    Que bonita es la magia cuando llega a nuestras emociones en la forma y modo que sea.
    Un besazo

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  4. Amigo, ahora soy yo la que "te ve enloquecido" y con razón, todo lo que narras se lee hermoso; que bien que lo disfrutaste.

    Te acepto el café y los churros con cajeta por favor ;)
    (en México si los comemos, y también nos gustan con leche nestle)
    Un abrazo!

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  5. Preciosa descripción. Y una gran alegría que disfrutases tanto.
    Ojalá la magia nunca muera, y podamos seguir disfrutando de estos bellos momentos.
    Mil besos.

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  6. Qué suerte. Me alegro de que lo pasaras bien. Ahora tendré que rescatar alguno de esos discos de vinilo y volver a escucharlos.

    Un abrazo.

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  7. Felicidades por la actuación, belliísima, de esa persona querida. Es extraordinario algo doblemente bello.

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  8. Amigos, gracias a todos por vuestras palabras.

    La verdad es que esa noche "disfrute como un enano" -en palabras coloquiales y facilmente entendibles.

    A la belleza de la representacion se unio el hecho de que en el escenario estaba una persona tremendamente querida.

    ¿Que mas decir?

    Un fuerte abrazo a todos

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  9. Que fin de semana tan emocionante el que habeis vivido, como me hubiera gustado estar para ver a mi querida sobrina actuar en los cuentos de Hoffman.
    Espero encontrarme en primera fila la próxima vez que actue.
    Muchos besos para todos de tu "tata".

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  10. Ah, benditas palabras...

    Un abrazo muy fuerte y ya va quedando menos para vernos.

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Gracias, siempre, por tus palabras...