¡Santo Dios!, ¿qué estará pensando la Gata Perona?
Un acto de felonía, cometido en mi niñez, cuando le robaba los garbanzos, con mis deditos insidiosos, a aquel felino hambriento, me ha sido recompensado por LA COCINA DE MIS SUEÑOS con la concesión del Premio “Las seis virtudes”.
Natacha, amiga, llamada también Manuela y “La Coletis”, ¿qué estará pensando la Perona, allá donde esté, de todo esto…?
Reproduzcamos la motivación de tan inmerecido premio:
“A Antiqva "Imágenes y palabras" porque se pone tan serio que parece distante, pero luego se tira al suelo y chupa el cacharro de la comida de su gato, aynnsssss. Siempre me acompaña”
Amiga, yo encantado, pero la gata se tiene que estar tirando de los pelos…
Un acto de felonía, cometido en mi niñez, cuando le robaba los garbanzos, con mis deditos insidiosos, a aquel felino hambriento, me ha sido recompensado por LA COCINA DE MIS SUEÑOS con la concesión del Premio “Las seis virtudes”.
Natacha, amiga, llamada también Manuela y “La Coletis”, ¿qué estará pensando la Perona, allá donde esté, de todo esto…?
Reproduzcamos la motivación de tan inmerecido premio:
“A Antiqva "Imágenes y palabras" porque se pone tan serio que parece distante, pero luego se tira al suelo y chupa el cacharro de la comida de su gato, aynnsssss. Siempre me acompaña”
Amiga, yo encantado, pero la gata se tiene que estar tirando de los pelos…
.
jajajaja, querido, no has entendido nada. Aquella transmisión de fluídos con la gata perona, hizo que ella te tomara como un cachorro.
ResponderEliminarLe provocaste tal ternura que no te destrozó la carita de un zarpazo. Has de saber que los gatos hambrientos, es muy dificil (por no decir imposible) que cedan su comida, y menos a un cachorro de otra especie.
Mira, tengo dos gatas en casa. La primera (clarita) es toda negra y llevaba un año con nosotros cuando llegó (Emilia) una persa azul pequeñita, como una bola.
Cuando se produjo en encuentro, yo creí morir... se bufaron, amagaron y Emilia se deslizó bajo un escabel del salón.
Al rato, cuando sintió hambre se acercó al cacharro del pienso... despacio con el cuerpo pegado al suelo, como un soldado en plena inspección al campo enemigo...
Cuando Clara la vio (nosotros mirábamos tensos para salir corriendo y evitar el asesinato) Emilia se acercó a la comida y comenzó, tímidamente a comer, Clarita le miraba... y consintió.
El veterinario me explicó que no teníamos de qué preocuparnos. Clarita había adoptado a Emilia. Si compartía con ella su comida, jamás le haría daño.
La gata perona, te adoptó, te amó en aquel momento. Ten por seguro que tendría hambre... pero los animales también saben ser generosos... es su grandeza.
Por eso tienes el premio, por ser capaz de tocar el corazón de un gato, lindo ignorante.
¿Lo entendiste ahora?
Es una bella razón, creo yo.
Ya me dirás.
Un beso, guapo
Natacha.
Que servicio de té tan encantadorrrr..., está para hacer ¡ñam, ñam!
ResponderEliminarSaludos
Qué lindo detalle por parte de Natacha!
ResponderEliminarUn abrazote...