De los hombres, el alma,
con sus misterios,
a través de los versos,
a la Luz, llama.
En el secreto de las sombras
cuando el sol ha huído,
temeroso de la noche,
nos refugiamos los hombres en los versos,
en tus versos,
en nuestros versos,
y vivimos nuestros sueños.
Custodiamos los hombres,
en los versos,
los secretos de las noches;
los hombres,
con los versos,
nos unimos,
nos conocemos.
Con ellos, accedemos
a espacios deliciosos,
lugares del amor;
también al misterio,
a mundos de angustia
y dolor.
Son de nuestras almas
cómplices los versos;
en ellos, del hombre,
se guardan los secretos.
con sus misterios,
a través de los versos,
a la Luz, llama.
En el secreto de las sombras
cuando el sol ha huído,
temeroso de la noche,
nos refugiamos los hombres en los versos,
en tus versos,
en nuestros versos,
y vivimos nuestros sueños.
Custodiamos los hombres,
en los versos,
los secretos de las noches;
los hombres,
con los versos,
nos unimos,
nos conocemos.
Con ellos, accedemos
a espacios deliciosos,
lugares del amor;
también al misterio,
a mundos de angustia
y dolor.
Son de nuestras almas
cómplices los versos;
en ellos, del hombre,
se guardan los secretos.
Que razón tiene, Amigo, al decir:
ResponderEliminarlos hombres,
con los versos,
nos unimos,
nos conocemos.
y es que en los versos ponemos el sentimiento en su forma más natural.
Me atrevo a decir que ya nos vamos conociendo, es grato y amable conorle.
Hermosa imagen!
Saludos desde mi tierra!
Amiga Cristina
ResponderEliminarLa magia de internet permite cosas como aquellas de las que nos hablaba Becquer:
¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros;
pero sé que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco!
Claro que es grato, muy grato, conocer los sentimientos de otros...
Un abrazo