CUENTO PARA NIÑOS
Aquella tarde, el árbol estaba cansado, así que decidió sentarse en una silla.
-“Uf –dijo- que a gusto estoy aquí, sentado en esta silla, porque estaba cansado, de verdad…”
Pensaba, incluso, el árbol echar una cabezadita, vamos dormir la siesta, cuando alguien, gritando, interrumpió su feliz descanso:
-“Eh, eh, tú… -estaba chillando una niña que se le acercaba-, ¿que haces –le dijo al árbol- sentado en mi silla…?”
-“Bueno -dijo el árbol- es que estaba cansado y como no había nadie. Es que es agotador estar todo el día de pie… Me duelen las raíces una barbaridad. Es que peso mucho, ¿sabes? Y como he visto una silla vacía, pues me he sentado.”
-“Claro -dijo la niña- y que hago yo ahora cuando aparezca el ratón.”
-“¿Qué ratón?” - preguntó el árbol.
-“Pues un ratón que todos los días, cuando está anocheciendo, sale del rinconcito donde vive y corretea un poco por este jardín.”
-“¿Y que pasa con ese ratón juguetón? ¿Qué tiene que ver eso con que me haya sentado en la silla?”
-“Pues que cuando salga el ratón –respondió la niña- y a mi me dé miedo no me voy a poder subir en la silla y no tendré más remedio que ponerme a llorar como una loca, hasta que venga mi mama.”
-“Pues, vaya, eso no lo había pensado yo –dijo el árbol-, pero bueno, verás como eso tiene fácil arreglo –prosiguió-. Escucha, escucha… - le dijo a la niña-“
Un ratito después, cuando comenzó a anochecer, un ratón juguetón que había estado durmiendo como un lirón, salió de su escondite. ¿Os habéis dado cuenta –niños- de cómo les gusta dormir a los ratoncitos durante el día?
Muy alegre, nuestro ratoncito comenzó a corretear por el jardín. Sin embargo, de repente, se paró extrañado. Era la primera vez en su vida que veía a un árbol sentado en una silla.
Pero es que, además, el árbol había bajado una de sus ramas casi hasta la altura de la silla y una niña se había sentado encima de ella.
¡Menuda pareja que hacían el árbol y la niña!
Viendo como el árbol y la niña le miraban, sonrientes, el ratoncito no pudo sino pensar:
-“Que cosas tan raras estoy viendo hoy. Ya solo faltaría que la silla hablase…”
Pero resulta que la silla le había oído, y –claro- habló:
-“Oye tu, ratoncito, ¿Cómo no voy a saber hablar? ¡Claro que sé! Lo que ocurre es que ahora casi no tengo ni fuerzas para hacerlo, como tengo a ese árbol tan gordote sentado encima de mi…”
Para entonces, el árbol y la niña reían como locos. Y al momento la silla también se puso a reír. Y claro, pronto, también, el ratoncito se puso igualmente a reír a carcajada limpia.
Ah –niños- que risa me dio a mi también mientras veía como todos se reían tan felices…
Antiqva,
ResponderEliminareres un escritor de cuentos fantástico, menuda faceta..., es genial, es un cuento precioso, estas narraciones que rayan en lo surrealista porque hablan los personajes que normalmente no hablan y el narrador se confunde o se mezcla con sus personajes...
pues sí señor, un cuento muy bueno.
Un abrazo.
Jajajajajaja ¿PAra niños? ¡Pues a mi me ha encantado! Será cierto eso de que todos somos un poco niños...
ResponderEliminarPor cierto ¿Me dejarás que algún día se lo cuente a mis nenes en la clase?
Saludos.
Me hiciste sentir una niña, bueno, lo soy! jijiji
ResponderEliminarLindo cuento.
Abrazos..
PD. Ya leí el texto, me pareció bueno. Gracias.
¡Jo,Antiqva,qué chulada de cuento!.Te pongas en lo que te pongas te sale.
ResponderEliminarLa sorpresa que se lleva el ratón con la silla, el árbol y la niña!.
Me gstan los cuentos donde los personajes son inverosímiles, donde puede ocurrir de todo y lo más insospechado ocurre.
Con tu permiso, se lo voy a contar a mi niña, que le chiflan los cuentos de hadas, pero también de estos donde hablan las cosas que no lo hacen normalmente.
Te voy a contar algo gracioso:
Mi chiqui, de más pequeña, en lugar de con muñecas, quería jugar con bolas, trozos de queso,paquetes de pañuelos o rotuladores o qué se yo...y esos eran los personajes de nuestras historias.Mi hijo mayor, de pqueño, sólo necesitaba una caja grande para meterse dentro e inventar mil historias...imagínate qué hijos tengo,jejeje!!!
Perdóname mis retahílas.
Besos.
Que bonitoooooo!!
ResponderEliminarme encantó com siempre, es una chulada!!! que bien que seas capaz de escribir cosas así es digno de admirar...
PD: San Lorenzo es el dia que nací el 10 de agosto, pero las fiestas son el en la Virgen de San Lorenzo a primeros de septiembre, a ver si os animais y nos vemos, muchos besos a los dos.
Me gusto mucho, desde la primera vez que leí :P
ResponderEliminarTienes el don, muchos niños serán felices leyendote :)