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viernes, 9 de noviembre de 2007

TRATOS


Delatada por los gemidos que emitía su acompañante, la hermana M. fue sorprendida cuando mantenía tratos con el diablo.

2 comentarios:

  1. Quede hecha un ovillo como una gatica silvestre !

    Abrazos

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  2. Luli, te agradezco tu visita y te felicito por tu blog, que visito desde hace un tiempo (lo conoci a través de nuestra común amiga Cristina).

    La expresión que has utilizado "quede hecha un ovillo..." es tan ocurrente como afortunada... Algún día escribiré algo sobre los gatos asilvestrados, ya que los fines de semana -en el campo- tenemos algunos que acuden a que les demos algo de comer... Hace unos dias, aprovechando que tenia protegidas las manos con guantes de trabajo y que uno de los gatos estaba distraido comiendo unas salchichas, pude acaricarle la espalda, y el animal -totalmente sorprendido- lanzo un relincho y el rabo se le puso tieso como un garrote.

    ¿Que sentiria aquel animal salvaje cuando fue acariciado por primera vez en su vida?. Algún día escribiré algo sobre ese asunto.

    Por eso, me ha hecho gracia tu expresión...

    Lo terrible de este "cuento mínimo" sobre la hermana M. es que me inspiré en un caso real de allá por los siglos XVII-XVIII. Me refiero a la hermana Magdalena de la Cruz, de un convento de Córdoba. La Inquisición la acusó de tener relaciones sexuales con el propio diablo y salvo la vida por poco, pero sufrió el castigo indicado...

    Es decir, no todo lo indicado es pura fantasia, sino que me baso en un caso tan real como terrible.

    ¡Tiempos aquellos!...

    Gracias de nuevo

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Gracias, siempre, por tus palabras...