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martes, 31 de marzo de 2009

CAMPOS DE MUERTE

Imagen: Antiqva




DE FRÍOS Y MUERTES





Fue aquella mañana cuando por primera vez Lino Carmona habría de sentir el intensísimo frío que emana de los cuerpos de los hombres cuando quienes los habitan se topan, de súbito, con su propia muerte.

Lino, jornalero, estaba el 19 de julio de 1936 en el tajo, segando trigo, en una de las fincas de Don Melchor. Alguien que llegó les hizo saber la noticia: El día de antes los militares de África se habían alzado en armas contra la República. Todos los hombres, curtidos en las penalidades de unas vidas de miseria, sintieron que algo atragantaba sus gargantas. Muchos de ellos, en silencio, lloraron. Desde el triunfo del Frente Popular en las pasadas elecciones todos intuían que algunos generales iban a sublevarse. La terrible sospecha flotaba en el ambiente pero todos, con todas sus fuerzas, deseaban que la amenaza no llegara jamás a materializarse.

Poco después, escoltado por un hombre que vestía el uniforme de la Guardia Civil y por tres falangistas, Don Melchor se personó en el tajo. Con palabras vibrantes exhortó a los jornaleros a unirse a la cruzada que habría de liberar a España del dominio rojo. Les dijo que debían incorporarse a las filas de Falange y contribuir con su esfuerzo al éxito del alzamiento militar. Dos de los hombres, anarquistas, afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo, elevaron su voz oponiéndose a las pretensiones del cacique. Ante el estupor de los jornaleros, respondiendo a una señal de Don Melchor, los falangistas, que con sus fusiles los tenían encañonados, dispararon sobre ellos.

Lino Carmona tenía entonces 17 años y sintió que un frío desconocido agarrotaba su columna vertebral cuando durante unos segundos contempló los rostros de los asesinados. Vigilado por los hombres de Don Melchor, Lino Carmona contuvo cualquier gesto que pudiera delatar la mezcla de emoción y miedo. Los jornaleros, dejando a los dos muertos abandonados en el trigal, se pusieron en marcha camino de Villa del Campo, en donde fueron todos afiliados a la sección local de Falange. No se les permitió, siquiera, despedirse de sus familias. Alguien había ordenado que desfilaran, armados, por las calles del pueblo para que no hubiera dudas de que en Villa del Campo había triunfado el alzamiento. Aquella misma noche empezaron los fusilamientos. En los días que siguieron, una vez que el triunfo estuvo consolidado, se fueron creando pequeñas columnas que se desplazaron a los pueblos cercanos. Había que conseguir lo antes posible que todos ellos se fueran incorporando al nuevo orden. España, en poder de los marxistas, tenía que ser, de nuevo, reconquistada.

Así fue como Lino Carmona, jornalero, con 17 años y con las escasas nociones que un cabo de la Guardia Civil les había impartido acerca de cómo usar un mosquetón, fue incorporado a una columna que habría de causar inmensos sufrimientos en los pueblos de la comarca que se habían mantenido fieles a la República. Unos días después, por alguien que llegó huyendo del campo, supo Lino que sus padres, caseros de uno de los cortijos de Don Melchor, y Rosa, su hermana, habían sido asesinados por un grupo de milicianos que recorría los campos fusilando a los familiares de los fascistas. Había sido la hermana de uno de los asesinados por los hombres de Don Melchor quien les había hecho saber que él –compañero de juegos en la niñez- estaba ahora enrolado en las filas rebeldes.


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miércoles, 25 de marzo de 2009

SALTOS DE AGUA


Imágenes: Antiqva



No hace mucho, en otra entrada, hablábamos del encanto que tiene para Antiqva recorrer los cauces secos de los torrentes que atraviesan Sierra Morena y contemplar los efectos que la fiereza del agua han ido produciendo a lo largo de millones de años en las piedras depositadas en estos cauces.

En estos días pasados hemos tenido oportunidad de llevar a cabo, en las inmediaciones de la pequeña población de San Nicolás del Puerto, enclavada en la Sierra Norte de Sevilla, una ruta de senderismo que nos llevó al bosque de galería que por estos parajes atraviesa el río Huéznar, que brinda al viajero magníficas imágenes de los saltos por los que sus aguas se van despeñando. No se trata de un cauce seco sino que aquí el agua está viva y en todo su esplendor.

Antiqva, claro, se volvió loco disparando fotografías a las aguas revueltas, que algo alocadas brincaban entre las rocas empeñadas con infinita paciencia en irlas esculpiendo y modelando a su gusto.

Ah, que magnífica conjunción la del agua y la piedra, sobre todo cuando –como es en esta ocasión- el conjunto está adornado con una lujuriosa vegetación.
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martes, 24 de marzo de 2009

PETITESES

Imagen: Antiqva






I el seu esguard damunt el meu esguard
sóc presoner
que la vull presonera:
aquest matí que una flor m'ha posat
li deia així
baix baixet
a l'orella:
sota els teus ulls, és un bes el que em plau.

Joan Salvat-Papasseit (La rosa als llavis – 1923)

(Espero, amiga Petitesa, que nos brindes la traducción de este poema porque Antiqva, castellano viejo, ya no está para aprender nuevas lenguas…

¿Quién le iba a decir a Antiqva que algún día habría de tener amigas catalanoparlantes, o mejicanas, o ecuatorianas, o, simplemente, de Madrid…?

Petitesa: quedamos a la espera de tus palabras, ahora en la lengua de aquel imperio caduco, que es la única que este torpe Antiqva medio comprende...
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lunes, 23 de marzo de 2009

ROSAS

Imagen:Antiqva



Campanero es mi novio
y a su campana,
porque Rosa me llamo,
Rosa la llama…

Antonio Machado (Caminos del Alto Duero)




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domingo, 22 de marzo de 2009

LOS PUEBLOS Y LA HISTORIA

Imagen: Antiqva



En el verano de 1936 el odio sembrado en los campos de España a lo largo de muchos siglos de intolerancia había, repentinamente, florecido.

En la madrugada del 16 de agosto, en el cementerio de Medina del Río, un grupo airado de milicianos fieles a la República fusiló a Juan Matas, párroco del pueblo.

-¿Por qué me vais a matar? –dicen que preguntó él.

-No matamos a don Juan Matas, que para nosotros merece nuestro aprecio por su buen comportamiento –respondió alguien-. Matamos al cura.

El día de antes, por la mañana, una avioneta fascista había arrojado dos bombas sobre el pueblo causando la muerte de Felisa Márquez y Antonia de la Torre, dos mujeres que nunca habían podido sospechar que sus cuerpos habrían de ser un día objetivo militar del ejército de su propio país, alzado en armas.

El mismo 15 de agosto, en Sevilla, el cardenal Ilundaín había recibido en un ambiente de fervor, bajo palio, al responsable de la sublevación militar. El cardenal no había dudado en saludar con la mano alzada al modo fascista al general Franco. Horas después Queipo de Llano habría de lanzar a través de la radio sus amenazantes mensajes cotidianos. Solo como ejemplo, unos días antes, el 23 de julio, desde Radio Sevilla, el general había proclamado dirigiéndose a sus partidarios:

“Yo os autorizo, bajo mi responsabilidad, a matar como a un perro a cualquiera que se atreva a ejercer coacción sobre vosotros; que si lo hiciereis, quedaréis exentos de toda responsabilidad… ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando sepulturas!... Al Arahal fue enviada una columna formada por elementos del Tercio y de Regulares, que han hecho allí una razia espantosa… Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombre. De paso, también a las mujeres de los rojos, que ahora, por fin, han conocido a hombres de verdad, y no castrados milicianos…”

En el fatídico amanecer del 16 de agosto junto con Juan Matas, el párroco de Medina del Río, habrían de ser fusiladas por los milicianos otras 33 personas. Otras 10 más habrían de ser asesinadas en los días siguientes, entre ellas –el día 20- Marisa de Pablos, presidenta de Acción Católica, a la que torturaron antes de matarla.

Pocos días después, el 27 de agosto, por la carretera de los robles, las fuerzas franquistas entraron en el pueblo. De un automóvil bajó Don Pablo, significado terrateniente. Cuentan que los soldados y falangistas recorrieron las calles haciendo saber a gritos que todas las personas de orden debían acudir a la plaza donde se les daría un salvoconducto. Se presentaron más de 300 personas que fueron introducidas en un corralón en el que estaban emplazadas las ametralladoras. Solo algunos afortunados salvaron su vida. En aquellos momentos los terratenientes tuvieron en sus manos ese poder sobre la vida de los hombres que solo Dios debería poseer. Unos pocos solamente fueron rescatados en el último momento. Se cuenta todavía que Don Pablo, lleno de odio, en medio de las súplicas, repetía una y otra vez: “¡No conozco a nadie! ¡No conozco a nadie!”. Las ametralladoras, mientras tanto, seguían disparando.

Estos acontecimientos, que se vivieron en aquellos años terribles en todas las ciudades y pueblos de España, no deberían jamás ser relegados al olvido. Los historiadores son conscientes de que una amenaza fatídica recae sobre la Historia: “Los pueblos que olvidan su propia Historia están condenados a volver a vivirla”.

¡Ojala nunca sean regadas de nuevo las margaritas de nuestros campos con la sangre de los hombres!


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jueves, 19 de marzo de 2009

ALAMEDAS DE LIBERTAD

Imagen: Antiqva



Corría entonces el año 1971. En aquellos tiempos estaba matriculado en el curso Preuniversitario en el Instituto José Zorrilla, en el turno de noche. Los alumnos simultaneábamos el estudio con el trabajo. Eran los tiempos postreros del franquismo y entre clase y clase los compañeros más concienciados políticamente hablaban con frecuencia de ciertos acontecimientos que en esos momentos se estaban viviendo en Chile. Me refiero a lo que se llamó entonces “Vía chilena al socialismo”, novedosa experiencia surgida de la llegada a la presidencia de ese país de un médico cirujano, Salvador Allende, que declarado marxista estaba arropado por un conglomerado de partidos de izquierda estructurados en torno a aquello que se había dado en llamar “Unidad Popular”.

Recuerdo que entonces, entre clases, algunos hablaban de esas pretensiones de Salvador Allende de nacionalizar la minería del cobre, y de las amenazas de la CIA y de la ITT (multinacional norteamericana), que veían peligrar sus privilegios. No cabe duda de que el conocimiento que aquellos jóvenes teníamos de los problemas chilenos era ciertamente nulo, pero lo cierto es que en el entorno del franquismo en el que nos habíamos criado, sin libertades, una experiencia socialista democrática se nos manifestaba, al menos a primera vista, como algo francamente ilusionante. Y es que como Miguel de Unamuno dejó escrito alguna vez: “Quien a los veinte años no ha sido socialista, es que no tiene corazón…”

Fue pasando el tiempo, y lo cierto es que la utopía chilena no marchó bien. Algunos años después, en 1973, el ejército de ese país, al parecer tradicionalmente democrático, cometió un acto de infamia despiadada alzándose en armas contra el gobierno legítimamente constituido.

Desde entonces, la fecha del 11 de septiembre quedó grabada en mi memoria de manera indeleble. Es sabido que cercado por los militares en el palacio presidencial, Salvador Allende, a las 10:15 de la mañana, dirigió a los chilenos a través de Radio Magallanes su último discurso político. Incluía una frase que cuando la escuche entonces en la radio me produjo una sensación inmensa de pena:

“…Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor...”

Poco después de pronunciar estas palabras, a las 10:30 horas, los carros de combate sublevados comenzaron a bombardear el palacio. Después se uniría la aviación…

Han pasado muchos años desde aquel día desgraciado, sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, cuando paseo por alguna de las grandes avenidas de mi ciudad, sobre todo cuando lo hago por la Avenida del Gran Capitán, en alguno de esos días soleados de primavera, gozando al fondo con las vistas de la cercana Sierra Morena, no puedo sino pensar: “¡Que razón tenía aquel hombre!”

Y es que ahora, pasado tantos años de oscuridad, chilenos y españoles podemos pasear –sintiéndonos algo más libres, sin duda- por esas grandes alamedas que profetizó aquel soñador.
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martes, 17 de marzo de 2009

COSAS QUE PASAN


A veces, después de la cena, se sentía invadir por la melancolía de las cosas que nunca habían sucedido.
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domingo, 15 de marzo de 2009

LA SANGRE DE LA TIERRA

Imagen: Antiqva



Este sábado, cuando recorríamos el yacimiento minero sevillano del “Cerro del Hierro”, tuvimos oportunidad de acceder a la denominada “Cueva del Ocre”. Allí, en una inmensa oquedad que penetra en el ocre de la tierra, pudimos sentir el pálpito del agua que se filtraba por las paredes chapoteando en unos charcos que nunca llegan a secarse. Alguien nos habló entonces de lo que el ocre significó en los tiempos remotos del Paleolítico, cuando los chamanes, quizás, pensaron que este mineral férrico venía a ser “la sangre petrificada de la tierra”. Gracias al ocre el rubor de la vida parecía retornar a los cuerpos de los fallecidos. No podemos sino recordar las palabras que Juan Luis Arsuaga (que dirige el equipo arqueológico de Atapuerca) pone en boca de un brujo del Paleolítico en su novela “Más allá de la niebla”:

“…la única manera que se conoce de formar parte del Pueblo Eterno después de la muerte es que el ocre sagrado le devuelva a la carne el color de la vida…”
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martes, 10 de marzo de 2009

VENTANAS EN EL TIEMPO



Imagen: Antiqva




“NÚCLEO APOCALÍPTICO”
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“Con el título, rubricado en rojo, “Núcleo Apocalíptico” da comienzo un documento que ha sido descubierto recientemente en el curso de un trabajo de investigación y catalogación de fondos que se ha desarrollado en el Centro de Documentación de Planetas V.I.E (Vida Inteligente Extinguida). Se trata de un texto que nos brinda una información valiosa acerca del modo en que hace milenios se habría extinguido la vida en el planeta XP109R, llamado Tierra, en su día, por los seres que lo habitaron.

Modernos métodos de análisis han permitido que esta crónica sea fechada en el año 585.300 de nuestro calendario (Alfa Centauro), con un error de +/- 1.000 años, datación que vendría a corresponder con el año 2850 (+/- 5 años) del calendario que marcaba la vida de los terrícolas. En el documento, que ha sido sometido a rigurosos controles para verificar su autenticidad técnica, se ha podido contrastar que el tipo de soporte está en consonancia con su supuesta cronología. En él se nos habla de unos acontecimientos que se habrían desarrollado algunos cientos de años antes, en torno al 2050 de los humanos.

Todo parece sugerir que quienes confeccionaron este informe, que en el documento se declaran procedentes de Sirio, habrían tenido acceso a una información “de primera mano” acerca de las circunstancias que habrían motivado la extinción de la vida en XP109R. Parece que esa documentación la habrían encontrado en el interior de un submarino nuclear terrícola que estaba encallado en una de las escasas zonas de ese planeta que en aquel entonces emergían sobre las aguas de sus inmensos mares, en concreto el hallazgo se habría producido en una de las laderas de lo que los humanos llamaron Himalaya. Citado submarino ten …”


NOTA MARGINAL AL DOCUMENTO
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“El documento que hemos reproducido con el título de “Núcleo Apocalíptico”, que se muestra claramente incompleto, está archivado actualmente en la sección de “EXTRAÑOS” de nuestra “Biblioteca de Antiguos Códices Espaciales”. De su análisis se deduce que quienes lo redactaron no pudieron –por algún motivo que desconocemos- terminarlo, de modo que la crónica que habían escrito los viajeros de Sirio acerca del modo en que se extinguió la vida en el planeta Tierra se ha perdido. Es posible que quienes se ocuparon del estudio del documento fueran becarios poco cuidadosos con su trabajo (quizás no se les renovó siquiera su contrato de investigación), de modo que todo sugiere que el valioso documento, el de los seres de Sirio, que los becarios manejaron, posiblemente se haya perdido para siempre.

Parece, en suma, que nunca llegaremos a conocer las causas por las que la vida se extinguió en ese planeta que los humanos llamaron Tierra, algo que a estas alturas, obviamente, tampoco reviste ningún interés especial. No obstante, siempre queda la posibilidad de que alguno de esos becarios, antes de irse del centro de estudio, hubiera decidido robar el documento base, en cuyo caso es posible que algún día pueda de nuevo surgir a la luz.”


AUTORÍA DEL INFORME
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“Nota final para indicar que este informe ha sido confeccionado por XLH2007XXD, Robot Escriba de Segundo Nivel de la sección de “EXTRAÑOS” de la “Biblioteca de Antiguos Códices Espaciales” de Alfa Centauro, en el año 680.300 de nuestro Sistema Solar. No sabemos a que año de los humanos podría corresponder, ya que en estos tiempos modernos ese tipo de conocimiento se ha perdido.”

(En el original figuran varios sellos y algo que simula una firma digital)


NOTA FINAL DEL RECOPILADOR
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Este conjunto de documentos, tan apasionantes como escasamente despejadores de dudas, fueron encontrados por ANTIQVA, un humano que en enero de 2009 (año de la Tierra) los encontró expuestos en un tenderete del “Rastro” de Madrid.

Interesado en su adquisición, cuando expuso las más que razonables dudas sobre la veracidad de los documentos, el vendedor, un hombre “de bronce”, de aspecto agitanado, insistió una y otra vez en que se lo había comprado, junto con otros papeles y objetos, a un tipo de aspecto extraño –literalmente: “un poco verdoso”- al que habría tenido oportunidad de conocer en una tantas “juergas nocturnas”. El tipo, tras haber tomado con evidente delectación varias copas de brandy, habría insistido una y otra vez en que procedía de Ganímedes, lugar que según el gitano broncíneo podría ser, quizás, uno de esos nuevos barrios de Madrid que nadie sabe muy bien donde están situados.

Cuando el que suscribe la presente nota le preguntó a ese tal ANTIQVA como podía explicarse que unos documentos elaborados aparentemente en unos tiempos muy alejados del futuro hubiesen terminado expuestos en un tenderete de gitanos, el tipo lo único que fue capaz de decir fue: “Ay, ya quisiera yo saberlo… Son, sin duda, cosas del futuro y de los gitanos, claro…”

(Sigue una firma ilegible)


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domingo, 8 de marzo de 2009

ANIMALIA

Imagen: Antiqva



Estudios recientes realizados en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Manchester han demostrado que los gatos también creen en los fantasmas.
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viernes, 6 de marzo de 2009

DE AGUAS Y PIEDRAS




Imágenes: Antiqva
(Arroyo Guadalora - Sierra Morena)



Cuando llega el buen tiempo a Antiqva le encanta pasear por el cauce seco de los ríos que atraviesan Sierra Morena, ya que entonces puede contemplar los resultados del intenso trabajo que a lo largo de millones de años ha ido ejecutando el agua sobre las piedras.

A veces, contemplando los resultados de la erosión fluvial uno pensaría estar en un yacimiento arqueológico en el que los restos de frisos y columnas de antiquísimos templos yacen desparramados por el suelo.

También me sorprende observar como los musgos, en los rincones más apartados, allí donde la luz directa de sol casi nunca llega, aportan su propia vida a la piedra.

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jueves, 5 de marzo de 2009

MADRID

Imagen: Antiqva


Los domingos yo me levantaba muy tarde y desayunaba cerveza porque me avergonzaba un poco pedir café con leche a mediodía en un bar. En las mañanas de los domingos invernales hay en ciertos lugares de Madrid una apacible y fría luz que depura como en el vacío la transparencia del aire, una claridad que hace más agudas las aristas blancas de los edificios y en la que los pasos y voces resuenan como en una ciudad desierta. Me gustaba levantarme tarde y leer el periódico en un bar limpio y vacío, bebiendo justo la cantidad de cerveza que me permitiera llegar a la comida en ese estado de halagüeña indolencia que le hace a uno mirar todas las cosas como si observara, dotado de un cuaderno de notas, el interior de un panal con las paredes de vidrio. Hacia las dos y media doblaba cuidadosamente el periódico y lo tiraba en una papelera, y eso me daba una sensación de ligereza que hacía muy plácido el camino hacia el restaurante, una casa de comidas aseada y antigua, con mostrador de zinc y frascos cúbicos de vino, donde los camareros ya me conocían, pero no hasta el punto de atribuirse una molesta confianza que me había hecho huir otras veces de lugares semejantes.

Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa).




lunes, 2 de marzo de 2009

COSAS DE LOS EGIPCIOS

Imagen: Antiqva



Algunos de aquellos hombres, tan sabios, llegaron a tomar conciencia de que la idea fundamental que preside el cosmos es que existe un todo que siempre está integrado por dos partes contrarias.

En suma, lo mismo que sucede con el Amor.



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DE MARINEL


No tengo muy claro que esta imagen que he tomado de LETRAS DERRAMADAS sea un premio o no... En todo caso, nuestra amiga celebra algo y ella sabe que Antiqva se une de todo corazón a esa celebración.
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domingo, 1 de marzo de 2009

ESOS DÍAS AZULES...

Imagen: Antiqva



La brisa del mar próximo
abrió un espacio de luz en el invierno.

Regresaban a ti,
en la hora mas triste,
como el milagro de otra primavera
que nunca llegaría,
esos días azules y ese sol de la infancia.

Qué habrán iluminado en tu hondo sentimiento,
qué imágenes de patios olorosos a azahar,
qué perfume a jazmín traerían a tu ensueño
entre un rumor de fuentes
esos días azules…

¿Ensueño todavía, o tan sólo memoria?

No; allá en el fondo de la mar no sueñan
los frutos de oro:
sólo estéril arena, piedras negras,
anémonas amargas, sin aroma.

(Mañana es nunca ya, tal vez pensabas)

Y sin embargo,
piadosa luz,
y muerte más piadosa que la vida,
que detuvo en los lienzos del recuerdo
contigo hacia la sombra,
tan lejanos y claros,
tan imposibles ya,
pero contigo, en ti al fin para siempre

-mañana es nunca, nunca, nunca-

esos días azules y ese sol de la infancia.

Ángel González (A.M.: Recuerdo y homenaje en un aniversario)
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(Antonio Machado, exiliado republicano, falleció en Francia en los momentos trágicos de la Guerra Civil. Fue entonces cuando alguien, en uno de los bolsillos de su chaqueta, encontró un papelito en el que el poeta había escrito el primer verso de su último poema: “Esos días azules y ese sol de la infancia”. Se cumplen ahora 70 años)



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