Sucedió en la noche. La señorita C. estaba soñando y en el sueño se veía en un tiempo futuro en el que alguien o algo la obligaban a romper el espejo que tenía en su dormitorio. Tuvo que hacerlo, y al momento, mientras los cristales rodaban por el suelo haciéndose añicos, pudo contemplar que del interior del quebrado armazón brotaban dos mirlos, que se alejaron revoloteando mientras ella, que nunca había sospechado que dentro de los espejos pudieran anidar los pájaros, encorvaba su cuerpo y miraba más allá de la luna rota, temiendo que allí hubiera quedado abandonado algún polluelo. Fue entonces cuando vio que desde la obscuridad unos ojos la miraban. Supo al instante que eran sus propios ojos. Los ojos en los que ella había vivido hasta aquel día del futuro en que Raulito iba a abandonarla buscando el abrazo de otra mujer. En ese instante la señorita C. tomó su decisión: saltó dentro del espejo y se integró de nuevo con ella misma. Supo que nunca volvería a abandonar sus ojos. A partir de ahora, su mirada volvería a ser la de siempre, la que había tenido hasta que conoció a Raulito.
Cuando despertó del sueño, la señorita C. lo había olvidado. Sin embargo, al poco, inexplicablemente, sintió que una fuerza desconocida la obligaba a romper el espejo del dormitorio. Lo envistió con un golpe certero y al momento la luna saltó en pedazos. Los vidrios se desparramaron por el suelo. Raulito, que había despertado sobresaltado y contemplaba perplejo el estropicio de los cristales, pensó que debía quitar hierro al asunto y se echó a la calle. Dicen que fue esa mañana cuando conoció a la niña Chole.
Hola querido amigo
ResponderEliminarBuen texto para un martes y 13
fuera supersticiones
Un cálido abrazo
Buen texto, de los que te obligan a seguir leyendo y te dejan con hambre de palabras, y buena fotografía. Un abrazo,
ResponderEliminarAhora no sé si lo rompió para quitárselo de encima ... a veces es bueno despertarse de los sueños, sobretodo de aquellos que son tan reales que nos nublan la vista.
ResponderEliminarMolt bon dia, estimat amic!
Aferradetes ☺
Un relato fntástico que supera todas las fantasías que uno pueda esperar y sorprende con un final genial!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buen texto. A veces los sueños nos cuentan más que nuestros propios ojos.
ResponderEliminarMuy buena también esa fotografía.
SAludos.
Sueño, que sueño mi sueño...
ResponderEliminarLa realidad, es casi tan frágil como los espejos, hasta que se rompen... porque entonces se multiplica.
Eso, vámonos a la calle!
Esta señorita C. frecuenta unos mundos llenos de magia y realidad a partes iguales.
ResponderEliminarLa extrañaba, tiene un poder sabio y distante.
Besos besos
La señorita C. Tiene ese sexto sentido que la hace única,premonición,lo cierto es que no perdona el engaño,ni la traición ella sabe que solo tiene que ser ella misma. Extrañaba a mi señorita
ResponderEliminarLa fotografía muy tuya....
Te abrazo mi guapo.
Semplice e bella!
ResponderEliminarCinzia
I love the stories, the dreams you tell and always a beautiful image !
ResponderEliminarFantástico relato amigo. Saludos!!
ResponderEliminarLindo relato, no solamente me gustan tus fotos.
ResponderEliminarLa verdad es que me ha emocionado gratamente,felicidades.
Un beso.
Hay poesía aquí.
Excelente tu relato, Antiqva querido. Me ha encantado. ninguna mujer debe dejar de ser ella misma por ningún hombre.
ResponderEliminarBesos x dos desde mis vacaciones. Hoy que tengo un rato, me acuerdo de mis amigos y vengo aquí.
Hola, Antiqva.
ResponderEliminarSuelo escribir en mi cuaderno mucho sobre sueños, y éste que nos presentas me ha encantado. ¡Gracias!
Un saludo.
Tanto la imagen como el texto me han encantado.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Interesantisimo texto para una muy original fotografía, me gusta la nitidez y el procesado asi como ese reflejo, saludos.
ResponderEliminarLa Soñadora Señorita C. se convierte en una suerte de “Alicia” en su propio país de maravillas por las noches. Y escribe el cuento a su manera, con su propio espejo y sus propios reflejos. Bella foto y bellas letras, mi querido Amigo. Un abrazo!
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ResponderEliminarQué lindo. Y que coincidencia que hoy estuve pensando sobre los espejos.
Abrazos.
Dicen que la vista es el más engañosos de los sentidos... en este caso la visión y su reflejo oculto se mezclaron con un vapor premonitorio.
ResponderEliminarQué bonito relato, me chifló!
Un abrazo bien gordo, amigo.
Un relato muy evocador, que me deja con ganas de conocer más sobre la señorita C, y qué le sucedió desde ese día en que Raulito se fué y ella se encontró con sus ojos detrás del espejo.
ResponderEliminarLa foto que tienes en la cabecera es espectacular. Creo que también "funcionaría" muy bien en blanco y negro.
Tienes por aquí unas fotos muy buenas.
Un beso,
Que importante es soñar y si este termina bien... mucho mejor, y que importante es tambien ese reflejo en esta imagen que ilustra el texto.
ResponderEliminarSaludos.
Yo siempre he creído que los pájaros habitan los espejos. La foto me gusta mucho y el texto todavía más. Raulito terminará despedazado por un tiburón mientras la niña Chole sonríe desde cubierta? Pues me da que lo tiene merecido por separar a una mujer de sus propios ojos.
ResponderEliminarUn beso, y feliz finde
De nuevo por tu casa, amigo.
ResponderEliminarSaludos.
Precioso texto, para un buen bodegón.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Interesante como escribes
ResponderEliminartus letras me han dejado pensando
un abrazo desde Miami