-¿Nada para el coronel?
El coronel sintió el terror. El administrador se echó el saco al hombro, bajó el andén y respondió sin volver la cabeza:
-El coronel no tiene quien le escriba.
Contrariando su costumbre no se dirigió directamente a la casa. Tomó café en la sastrería mientras los compañeros de Agustín hojeaban los periódicos. Habría preferido permanecer allí hasta el viernes siguiente para no presentarse esa noche ante su mujer con las manos vacías. Pero cuando cerraron la sastrería tuvo que hacerle frente a la realidad. La mujer lo esperaba.
-Nada –preguntó.
-Nada –respondió el coronel.
El viernes siguiente volvió a las lanchas. Y como todos los viernes regresó a su casa sin la carta esperada. “Ya hemos cumplido con esperar”, le dijo esa noche su mujer. “Se necesita tener esa paciencia de buey que tú tienes para esperar una carta durante quince años.” El coronel se metió en la hamaca a leer los periódicos.
-Hay que esperar el turno –dijo-. Nuestro número es el mil ochocientos veintitrés.
-Desde que estamos esperando, ese número ha salido dos veces en la lotería –replicó la mujer.
Gabriel García Márquez - El coronel no tiene quien le escriba
Excelente composición, me encanta el lugar y me encanta el procesado, muy buena imagen, un abrazo.
ResponderEliminarMuy triste esa espera amigo ANTIQVA, y muy bella la foto, como todas las tuyas, con esa nitidez, claridad y bello colorido, siento no poder pasar más seguido, el tiempo está en mi contra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar.
Esta "arqueología industrial" me fascina. Me atraen estos lugares sin remedio.
ResponderEliminar¿Que es?
La fotografía, sensacional, como siempre.
Un abrazo.
Una muy buena fotografía con una muy buena composición y muy bien acompañada por Gabriél García Marquez.
ResponderEliminarSAludos.
Muy buena fotografía, de un bonito escenario y del que has conseguido una hermosa composición.
ResponderEliminarMe encanta Gabriél García Marquez.
SAludos.
Felicidades por la fotografía. Personalmente me gusta más cuando las acompañas de tus frases o textos, son mucho más brillantes.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo. Cafelito.
Esos espectaculares cielos atenúan la sobriedad de los edificios.
ResponderEliminarYa no se esperan cartas, solamente emails, que pena!!
Abrazos de suaves algodones ;)
Además de hacernos disfrutar de una hermosa compañía también nos deleitas con el texto de un gran escritor.
ResponderEliminarBesos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
a lot of things to see on this image
ResponderEliminarI love this kind of places and old factories!
sorry I don't understand the story!
un abrazo
Grande Grabriel. Y tremendas las fotos del este blog.
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